Ayer el Real Valladolid cumplía 94 años de historia, se nos hace viejo ya el Pucela, y en su aniversario de nacimiento, el club nos dejó un regalito. Un regalo que para nada es regalo, es castigo mejor dicho. Ayer, 20 de junio, el Real Valladolid presentó el que será el nuevo escudo del club a partir de la temporada 22-23 incluida. Un escudo que ha pillado por sorpresa a todos los aficionados del club y que, básicamente, no ha gustado a absolutamente nadie, cuatro personas contadas han dicho que hemos ido a mejor y por motivos que dudo mucho que sean por gusto personal. Así que, a continuación, hablaré sobre el nuevo escudo, las decisiones tomadas por el club y esta peligrosa tendencia de branding que hay actualmente en este deporte.
Con un video de presentación y varios videos explicativos sobre los distintos elementos que lo componen, el equipo de comunicación ha intentado vender el nuevo escudo a todos los aficionados del Pucela. Intentado, porque a pesar de una explicación excelsa, nadie lo ha comprado. Todos sabíamos que iba a ser uno más feo que el de los últimos 60 años, porque el anterior era posiblemente el más bonito del futbol español, insuperable e inmejorable, pero esto es bastante peor que una renovación o modernización. Para mí no es que sea feo o espantoso, porque no lo es tampoco, es que simplemente es un logo, no un escudo de futbol. Una corriente que es común y bastante peligrosa en el futbol actual, convertir equipos de futbol en empresas que tienen que tener un branding y un marketing efectivo para venderse a sí mismas. Ese es el problema del nuevo "escudo", que no es un escudo al uso, que funcionará muy bien a nivel de marketing, pero no queda bien para ponerse en una camiseta o en una bandera o bufanda que un fan lleve al estadio.
Uno de los dos problemas principales es el ya mencionado branding, y el otro problema son las formas, para mí el más grave. A la hora de presentar al escudo se ha dejado claro que han consultado tanto a socios como a historiadores, pero lo primero ha sido a una cantidad de 200 entre los mas de 18.000 que hay, con una clara respuesta negativa, y lo segundo parece mentira porque ninguno de los supuestos historiadores consultados se ha pronunciado. He leído por redes sociales que al ser una Sociedad Anónima Deportiva es lógico que se tomen decisiones de manera unilateral, pero esto no es una empresa que te venda un producto o un servicio y que necesite ser atractiva a ojos de un consumidor, es un equipo de futbol, y para mucha gente un simple equipo puede ser una de las cosas más importantes de su vida. Si se tratase un club como una empresa podrían hacerse barbaridades enormes, ya que tienen excusa. ¿Cambiar el nombre a un equipo sin consultar está justificado porque es una empresa privada? ¿Llevarse el club a otra ciudad está justificado también por lo mismo? Si colar un logotipo como escudo puede llegar a ser grave, ignorar y despreciar al aficionado que hace grande al equipo es muchísimo peor.
El escudo nuevo se queda, casi seguro, incluso si los aficionados preparamos una gorda dudo mucho que se cambie. Entiendo que se quiera seguir un proceso de modernización en cuanto a la simbología, clubes como el Brentford o el Manchester City, entre otros, han dado con la tecla de como hacerlo, se puede hacer bonito y moderno perfectamente. Pero esto es un cambio a peor, y el problema no es el trabajo hecho, sino las formas. No todo dura para siempre, esto es algo que iba a acabar sucediendo, pero debería de haber ido de la mano entre directiva y aficionados, algo que no ha sido. Para cerrar, quiero remarcar que el futbol es deporte popular, el club es la gente, no el escudo.