Y que pasa ahora con el anime en home video

Crunchyroll ha tenido los tres meses más locos y espectaculares que recuerdo en mucho tiempo, anunciando en ese corto periodo de tiempo no solo el estreno de varias películas de mucho renombre en cines para 2022 y 2023, sino que también trayendo sus primeros doblajes en castellano y su primer doblaje en catalán, todos ellos de calidad en cuanto a reparto y resultado final. Tan solo tres meses, aunque seguro que alguno que otro más lleno de mucho trabajo y esfuerzo por parte del equipo español . Mucha gente contenta y un panorama puesto patas arribas, tanto con esta cantidad de novedades para España de parte de la marca naranja como en tema del "cambio de dueño" que han sufrido unas cuantas licencias, pero al final queda una cosa en el aire que a unos cuantos nos importa. ¿Qué pasa con el home video? Hoy vengo a hablar sobre este tema y dar tanto una imagen de lo que es el panorama en la actualidad desde mi perspectiva, que, tened en cuenta, no es mas que la de un fan que poco sabe de lo que se puede estar fabricando tras bambalinas ahora mismo, como también dar mi opinión sobre el estado actual de este asunto.


A día de hoy el anime lo podemos disfrutar de tres maneras, a través de plataformas dedicadas como Crunchyroll o más generalistas como Netflix o Prime Video, de forma pirata (es una opción para nada loable pero real) y a través del home video. Para esta última hay varias compañías prestadas para la causa como son, por ejemplo, A Contracorriente, Coalise, Jonu Media o la más grande a nivel nacional, Selecta Visión. Algunas de ellas tienen plataforma propia, otras sacan ediciones sencillas y/o coleccionista de sus animes, e incluso ambas. En tema de quien es el líder, aquí gana Selecta Visión, que en cuanto al tema de home video está a otro nivel, ya sea por la cantidad de licencias que poseen o por la calidad de sus ediciones coleccionista limitadas. Pero ahora todo cambia por dos sencillos motivos.

La primera de todas estas razones es, como se diría en jerga futbolera, cortita y al pie: el declive de la venta en físico. Tanto en música como en cine o videojuegos, la compra del formato físico se está reduciendo a favor de lo digital. El digital triunfa sobre el físico por un motivo obvio, la comodidad. Porque para qué llenar tu casa con cientos de discos si puedes disfrutar de música, cine, series o videojuegos simplemente con el click de un botón. Suena genial, y lo es, no vengo aquí a poner al streaming como el malo de la película, pero al final todo lo bueno también tiene algo malo, y es el no ser dueño de lo que consumes. Suena raro y sacado de contexto, pero es la verdad, porque al final un anime o un videojuego puede volatilizarse de estas plataformas, la única manera de disfrutar de esa serie de casi por vida es teniendo un disco en tu casa. Si a esto le sumas las ediciones coleccionistas con una cantidad de extras increíbles y el factor emocional de tener una cajita que te haga recordar todas las horas disfrutadas, pues que os voy a decir.

El segundo punto es el cambio de paradigma a nivel internacional en el tema de distribución de anime. Hace más o menos un año se anunciaba la compra de Crunchyroll por parte de Sony, algo que dejaba claro que Funimation y Crunchyroll iban a fusionarse, las dos plataformas mas grandes de streaming de anime a nivel mundial ahora serían solo una. Pero este ya de por sí jugoso pastel le sumamos que ya la empresa nipona tenía en sus manos Aniplex y que junto a Crunchy llega, por ejemplo, VIZ Media Europe (ahora conocida como Crunchyroll EMEA), que a su vez posee empresas de este sector por toda Europa, pues te das cuenta de que la división de anime de Sony es increíblemente potente. Pero no es solo esto, también ha subido la fuerza de otras empresas como Disney o Netflix en el tema de streaming de anime, empresas que claramente el home video no es algo que entre en sus planes. Antes el anime estaba mas repartido entre Crunchy y las distribuidoras locales, ahora la mayor parte de todos estos títulos acaban en la plataforma naranja y el resto se reparten entre otras plataformas y las ya mencionadas distribuidoras locales. Ante esta situación las empresas de aquí tienen poco que hacer, al final todos sabemos que es mucho mas fácil y preferible vender los distintos tipos de derechos a una entidad que opera a nivel internacional que vender a una empresa nacional un tipo concreto de derechos para una región en particular. Ante esto, parece que las opciones que quedan son irse a por títulos más pequeños que pasan bajo el radar, intentar rascar alguna serie que no haya caído en manos de estas grandes empresas o, simplemente, irse a negociar con este mencionado licenciatario. Tres opciones que, si no os habéis dado cuenta, son poco halagüeñas para las distribuidoras nacionales.

En España el panorama es el siguiente: Selecta Visión es la que recientemente ha llevado los grandes títulos del mercado, tanto en cines como licencias para plataformas y home video, el resto han ido a por animes mas de nicho y han conseguido licenciar algún titulo de calibre como puede ser Konosuba por parte de Jonu o Fire Force por parte de Coalise, aunque en menor cantidad que Selecta. Pero estas no se han quedado atrás, han decidido sacar rentabilidad de alguna otra manera, Jonu con su plataforma propia y Coalise con su escuela de doblaje en Baleares, yéndole bien a ambas. De una manera u otra, han encontrado su hueco en el mercado y han sacado rentabilidad. El problema viene para Selecta, ya que ahora todos sus grandes títulos se están escapando de sus manos y cada vez tienen menos posibilidades de acceder a los nuevos gigantes de la animación japonesa, si no se los lleva Crunchy aparece otra plataforma de streaming como Netflix o la nueva Disney+ y obtiene los derechos. Están perdiendo todo, Ataque a los Titanes, Guardianes de la Noche, e incluso su buque insignia, Dragon Ball. Parecen un equipo de futbol humilde que ha llegado una temporada a Europa y a la siguiente los grandes se llevan a todos sus buenos jugadores en un desmantelamiento de manual. Consigue rascar alguna que otra cosa como puede ser Overlord, Made In Abyss o Arifureta, pero los supertítulos que mueven masas y arrastran hasta a los que no ven anime están dejando de ser suyos.

El problema de Selecta no es solo este, es que el margen de maniobra que están demostrando es ínfimo. A diferencia del resto, ellos no tienen una plataforma propia donde poder disfrutar de su amplísimo catálogo, la única forma de disfrutar de sus animes es rezando porque llegue a Prime Video o teniendo el home video de estos, algo que en algunos casos es un imposible debido a que este se encuentra descatalogado. Con un acceso cada vez más complicado a estas licencias, más una creciente apuesta de otras empresas globales por el anime pues al final ese mencionado escaso margen de maniobra se reduce a licenciar animes de los 80 y los 90 y a las reediciones de tus grandes títulos, que son dos cosas que están bastante bien pero que en algún punto van a dejar de ser algo viable. Una pena, porque a pesar de todo este tema de la gran cantidad de reediciones y algún que otro problema con los doblajes, sus ediciones coleccionista son una barbaridad. La de Guardianes de la Noche, por ejemplo, es exquisita, y que os voy a decir de la de Evangelion.

Con solo ver esto, parece que el panorama no pinta muy bien para el fan coleccionista de anime en España, la famosa frase de "si lo tiene Crunchy a nosotros no nos interesa" sigue sobrevolando los cielos, una frase repetida mil y una veces cuando se preguntaba a Selecta por una edición física de cualquier anime que estuviera en la plataforma, una respuesta en base a que si no pueden explotar la licencia al completo, para qué pillar solo la del home video. Y esto no es solo de ellos, también Jonu y Coalise se han visto contrarios a pescar en los mares naranjas, ya sea por decisión suya o por decisión de la otra parte. Aunque todavía queda alguna esperanza, porque si antes en este post dije que el coleccionismo no está muerto para nada, el mercado español te lo demuestra con creces. No solo ediciones coleccionista carillas se venden como churros, sino que además empresas de todos los perfiles están creciendo y encontrando su hueco de una manera u otra. El crecimiento del anime en España es claro no solo por el aumento de visualizaciones en streaming, sino porque ahora el físico, tanto en anime como en manga, se vende muy bien y llegan más títulos que años anteriores. Esto era hace nada, pero en un panorama que ha cambiado tan fuertemente, al final la variable clave en esta ecuación ya no es la empresa local, es la gran multinacional, un grupo en el que se encuentra Crunchyroll.

La marca naranja ha sufrido una reestructuración a nivel de dirección y gestión en sus mas altas esferas debido a la fusión. Esto ha conseguido que, a pesar de la corta historia de esta fusión, exista un cambio en todas las regiones donde Crunchy opera, notándose de manera notable en la región española. Pero esto no es todo, ya que Crunchyroll (sobre todo Funimation antes de la fusión) distribuye anime en físico en otros países, ya sea de mano de terceros o con su propio sello. Contando ahora con Sony para echar un cable en ciertas cosas como los estrenos en cines, no sería tan descabellado pensar que hay una posibilidad de que esa distribución se extienda a territorio español, si han conseguido traer a este país otras cosas muy pedidas que había fuera, por qué no podrían intentarlo con el home video. Pero no solo hay esas dos opciones, hay una tercera, las empresas locales. Tienen que estar viendo que en este nuevo panorama van a salir perdiendo, lo que hará que ciertas cosas que antes fueran innegociables o no llegaran a buen puerto pues a lo mejor ahora si que lo son, y si a esto le sumamos que Crunchy ha renovado por completo su cabeza directiva y parece haber variado un poco la forma de hacer las cosas, podríamos tener una colaboración que antes, por el motivo que fuera, era escasísima o nula. A mí, personalmente, que ese "no" que se nos daba haya ido cambiando a un "en un futuro puede que sí" hace que el optimismo crezca. Aunque no podemos olvidar la opción derrotista, que no se quiera o no se pueda sacar este home video.

Veremos cuál es el futuro, si se llega a un acuerdo para que las empresas de aquí obtengan los derechos a nivel nacional de los animes de la marca naranja, si Crunchyroll decide dar el salto al home video de manera propia o con una pequeña ayuda externa, o si, simplemente, ese hype que tuvimos por la edición de Kimetsu o el que algunos tenemos por ver Jujutsu Kaisen o Tokyo Revengers en nuestras estanterías acaba muriendo y nos tenemos que quedar con las ganas. Veremos en lo que queda de año, y si no el que viene a las muy malas, cuál es la dirección que toma este asunto. Todo invita a un cierto optimismo, Crunchy está haciendo un trabajo sensacional anunciando muchas cosas muy pedidas en un margen de tiempo increíblemente reducido y tenemos por delante un Selecta Direct donde han mencionado que habrá unas cuantas noticias de gran calibre. Nada sabemos de esto, la transparencia que tiene el tema de licenciar anime es casi inexistente y no sabemos nada de lo que ha pasado, está pasando o va a pasar, algo completamente entendible. Podemos hacernos alguna idea en un ejercicio de especulación como he hecho yo hoy, pero es eso, especulación, licenciar anime no es algo tan sencillo como ir a una tienda y comprar un producto, tiene mil y un flecos cada uno con mucha importancia. No se sabe cuál es el plan a futuro, pero dentro de mí hay optimismo, estoy seguro de que llegará a buen puerto de una manera u otra, si se sigue haciendo y vendiendo tanto aquí como en otros países, por qué no seguir. Y si no llegan todos esos títulos que tanto ansiamos, tendremos que hacernos a la idea de que el anime en formato físico es algo ya visto por algunos como una cosa del pasado. Al final, el tiempo da la razón a uno u otro, solo tenemos que esperar.

Artículo Anterior Artículo Siguiente