Japan Weekend y como huir hacia adelante

El pasado finde del 24 y 25 de septiembre se celebró en Madrid la última edición de la Japan Weekend, uno de los eventos más grandes de nuestro país en cuanto a cultura pop japonesa se refiere. Un evento que busca crecer más y más cada año para intentar convertirse en el número uno en esto por delante de otros eventos como el Manga Barcelona, un evento que ha ido creciendo hasta llegar en este 2022 a organizarse en cuatro pabellones de IFEMA ocupando unos 50.000 metros cuadrados, además de llegar a nuevas ciudades e intentar crecer en otros lugares y ediciones como es la Japan Weekend de Barcelona. Pero este año parece ser que no les ha salido a cuenta, ya que un evento con bastante buena pinta ha sido opacado por unas cuantas malas decisiones, las cuales veremos en este post más adelante. Pero antes de todo, para dejarlo bastante claro, yo no asistí al evento de manera presencial, estuve al tanto de todas las noticias y novedades del evento gracias a una cobertura brutal del evento por parte de Ramen Para Dos, y me he enterado de todas las polémicas gracias a la magia de las redes sociales. Ahora sí, proseguimos.


Japan Weekend, más que un evento, es el branding de a una serie de eventos dados en distintas ciudades alrededor de España, donde la edición de mayor peso es la edición madrileña. Una serie de eventos que, aunque su nombre diga “Japan” son más eventos de cultura pop oriental que un evento nipón en sí, incluso dejando de lado esa parte de oriental. Eso no quita que siga teniendo cosas interesantes, hay lugar a distintas actividades como conciertos, concursos y demás, shows de lucha libre con grandes estrellas del pro wrestling japonés como Miyu Yamashita (campeona de TJPW y una de las mejores luchadoras del mundo) o la carismática Maki Itoh, presentaciones editoriales, charlas y la que es su sección estrella, los artistas. El mayor atractivo de este evento es la cantidad de artistas y medios independientes que venden productos propios u organizan actividades, y si miras un poco redes sociales sabrás que mucha gente va a la Japan en gran medida gracias a esta parte del evento. En este año, con cuatro pabellones, volvemos a ver los eventos de años anteriores. La lucha libre vuelve a tener su protagonismo gracias a la empresa barcelonesa RCW, se organizan una buena cantidad de actividades, hay conciertos, secciones comerciales, un espacio para personalidades de redes sociales, un escenario de conferencias y, para finalizar, dos cositas de bastante peso: la zona de artistas y la nueva zona llamada “Manga Town”. Este ultimo espacio es la gran novedad pedida por muchos, una sección reservada para editoriales de manga, distribuidoras de anime en físico y empresas de streaming como Crunchyroll. En papel tenía buena pinta para los fans presenciales con todas las actividades y para los fans no presenciales con todas las novedades editoriales, en papel, porque la teoría es una cosa y la práctica otra.

Empecemos dando un poco de perspectiva previa antes de meternos en el meollo, porque la Japan tenía algo de mala fama, no estaba a la altura del diablo pero tiene cosas que depende de cómo lo mires es de traca, cosas que han salido a flote últimamente. La primera es la obvia, la pasta, el evento tiene fama de carero comparado con otros, algo que es obvio si tenemos en cuenta que quien lo organiza es una empresa privada que busca sacar beneficio de esto, el problema sería pagar precios altos por algo que no lo merece o que los precios suban y la calidad no, pero eso es otro asunto a analizar. La segunda es una que yo descubrí a principios de este año con ciertos anuncios y atando cabos, la fama que se ha ganado de pisar eventos. Pongámonos en contexto, Manga Barcelona anuncia que se muda a la Fira en pos de satisfacer la demanda de espacio y calidad de evento que veían necesaria para que este siguiera creciendo, pero este cambio de recinto implicaba cambiar las fechas al puente de la constitución de diciembre. O eso parecía, porque poco después Japan Weekend anuncia que cambian las fechas de su evento en Barcelona al puente de noviembre, las que solía ocupar el evento de Ficomic, y no solo eso, sino que en 2023 también se mudarían a la Fira. La reacción fue instantánea, mucha gente se olió lo que se estaba cocinando: la Japan pisando al Manga Barcelona, y tenía mucho sentido ya que dichas fechas no estaban ocupadas ni en 2021 ni 2022 en el nuevo recinto. Pero lo curioso no era esto, era toda la gente que sustituía en dicha frase la parte de “al Manga Barcelona” por la de “a un evento”. Esto, junto a un poco de investigación, me hizo descubrir que se ha ganado la fama de pisar eventos para, según lo que se dice por redes sociales, intentar monopolizar el mercado de los eventos otakus/frikis. ¿No te crees esto? Perfecto, busca que ha pasado con la Japan Weekend Bilbao y el Mangamore, además de otros eventos más pequeñitos y forma tu propia opinión, un patrón hay y tanta coincidencia no puede ser.


Dejemos de precedentes y vayamos al evento en cuestión. Yo ese finde me puse el maratoniano streaming de RP2 de fondo mientras viciaba al Soul Hackers 2 de la PS5 con una cervecita y algo de picar, tenía ganas de las nuevas licencias de manga/anime, y menos mal que tenía cerveza encima porque madre mía. Las conferencias/charlas estuvieron bastante bien, escucharlas estuvo interesante, pero madre de dios las novedades editoriales. ¿Te esperabas una avalancha de novedades? Pues vas de narices colega, porque nada de eso. De las novedades de manga lo más destacado fue la más lamentable decisión de Odaiba de usar un stripper vestido de bombero para presentar una licencia. Si a esto le sumas que Selecta Visión no anunció nada, Buzz tres cuartos de lo mismo y que Jonu Media decidió pegarse un tiro en el pie anunciando “Redo Of Healer” pues tela. Lo único que hubo así bueno fue Crunchyroll anunciando una nueva tanda de doblajes, cosa que quedó echada por tierra porque Crunchy Italia les arruinó la sorpresa y nos pegaron tremendo mazazo anímico diciendo que ellos no harían ningún trabajo de publicación de sus títulos en home video. Vamos, que lo divertido en este apartado fue la polémica y el morbo. Pero esto no acaba aquí.

Los aficionados telemáticos nos íbamos de vacío en cuanto a noticias, pero por lo menos los fans presenciales podrían disfrutar de los artistas y las actividades, o eso creíamos todos, porque la que se montó es de traca. El día del sábado se formaron aglomeraciones bastante grandes tanto a la hora de entrar al recinto como a la hora de cambiar de pabellón, algo que generó mucha molestia ya que gente que pagó una entrada no pudo disfrutar al máximo del evento o incluso perdieron dinero. Muchas razones salen como posible, se dice que vendieron más entradas de las previstas, aunque posiblemente sea causa de una mala distribución de las zonas, pero lo grave no es el ya mencionado tema del dinero. Todas estas aglomeraciones generaron molestia, pero podrían haber generado un problema mucho más gordo, mucha gente en redes sociales mencionó unos cuantos ataques de ansiedad, mareos, lipotimias y más problemas del estilo, algo increíblemente grave pero que agradecemos que sea solo eso, ya que podría haber sido mucho peor y podrían haber existido consecuencias fatales. Damos gracias de que solo haya habido perdida de dinero y malestar de salud y no algo como algún tipo de aplastamiento o un incendio que haya derivado en una desgracia.


Las consecuencias de todo esto son obvias, un gran malestar de los asistentes. Un malestar que llevó a una gran cantidad de quejas sobre no solo esta edición sino también de anteriores en Madrid y otras ciudades. Distintas personas por Twitter empezaron a criticar no solo la organización sino muchas malas prácticas a lo largo de los años, incluso creándose cuentas como @Japan_Beefend para recopilar e incluso publicar testimonios de forma anónima. Acusaciones como la ya mencionada fama de pisar eventos se les sumaba otras como el mal trato hacia los voluntarios, listas negras por criticar el evento, vender comida en mal estado, robos a artistas y acusaciones graves contra altos cargos de Jointo (empresa organizadora de este evento). Si a esto se le suma también la guarrada de vender un libreto con arte de los artistas participantes en el evento por 6€ sin pagarles o ni siquiera darles un ejemplar y vendiéndose por encima de un obvio coste de producción pues no queda una estampa bonita. Pero no solo son las quejas de los fans y la gran critica, incluso la OCU, una de las organizaciones de defensor del consumidor de España, se ha metido de por medio y se ha sumado a todas esas reclamaciones realizadas a IFEMA y, principalmente, Jointo Entertainment por todo lo sucedido. Ante una situación donde tendrán que pagar devoluciones, damnificaciones e incluso poder verse frente a problemas legales la respuesta de Japan Weekend es… nula, completamente nula. Bueno, es casi nula porque la cuenta de Japan Weekend dedicada a arte y artistas ha pedido perdón, de manera entrecomillada, porque la forma ha sido más un huir hacia delante que agachar la cabeza y admitir el error. Huir hacia adelante, esa es la frase, porque no ha habido ni ningún comunicado oficial por parte de Jointo ni nada del estilo, han decidido publicitar sus siguientes ediciones en Coruña y Barcelona y tratar este tema como si fuera polvo en el viento, ya desaparecerá con el tiempo si no le damos importancia. Tal es el extremo que incluso han ocultado respuestas a sus tuits criticando la ya mencionada organización y bloqueando a personas que les reclaman en redes sociales. Cometer errores está mal pero es salvable, equivocarse es algo humano y rectificar es de sabios, pero si los cometes y no rectificas ni pides perdón pues tenemos un problema.

Para finalizar, quiero dejar claro que no odio este evento ni busco su desaparición, nada de eso, solo quiero que algo que puede llegar a ser tan bonito como esto sea lo mejor posible. Por algo como esto me refiero a eventos que junten a tanta gente que sea fan de un medio, un evento que habilite un espacio a artistas para darse a conocer y ganarse el pan con ello, un evento que haga que fans encuentren un lugar donde disfrutar de sus hobbies. Yo quiero que haya eventos como estos porque demuestran que el medio del anime y manga tiene su relevancia, que crezcan y que se celebren más. Pero las cosas son como son, Japan Weekend ahora tiene en su mano demostrar que son de verdad, una empresa que busca el beneficio económico de cualquier forma o ser una empresa que busque ese beneficio a través de dar a los fans un evento de calidad. Está en su mano hacer eventos en condiciones para estos fans, pero si su idea es seguir con el plan actual al final acabarán cayendo por su propio peso, siempre pasa y seguirá pasando.

Artículo Anterior Artículo Siguiente