A Disney no parece importarle mucho el anime

Disney+ está en el foco de toda la comunidad de manganime a nivel mundial tras su ultimo bombazo: Disney y la editorial japonesa Kodansha han alcanzado un acuerdo de colaboración para que los animes de esta segunda lleguen a la plataforma, empezando por la segunda temporada de Tokyo Revengers en enero de 2023 y de manera internacional. Una noticia que, francamente, ha sido peor que un jarro de agua helada para la gran mayoría de fans de este anime y del medio de animación japonés en general. Una noticia dura por lo que ha sido y es el anime para esta empresa más todo lo que puede significar en el futuro. Así que hoy hagamos un repaso a la historia reciente del anime en Disney+ y por qué Disney ha demostrado en este último año que, al igual que otras cosas donde ha metido la mano en el pasado, no parece importarle mucho.


La primera piedra del proyecto anime de Disney la dio una de sus gallinas de los huevos de oro, Star Wars, a través del anuncio de Star Wars Visions a finales de 2020. Esta serie consistiría en un conjunto de cortos realizados por distintos estudios de animación japoneses como Trigger, Kinema Citrus o Production I.G. y que contaría con prestigiosos directores y animadores del medio, incluido el español Abel Góngora. Y la verdad es que les funcionó bien, siguiendo la línea Disney con Star Wars de que las películas son mediocres como mucho pero sus series lo petan. Un primer paso bastante bueno con una producción propia, pero entre producir y licenciar hay un amplio mundo, y ese era el segundo paso, obtener las licencias de animes.

En el último cuarto del año pasado Disney+ anuncia que obtiene por primera vez licencias de emisión de anime de manera internacional, y esta vez empezaba por partida triple: Tatami Time Machine Blues, Black Rock Shooter: Dawn Fall y Summertime Render. Animes que, curiosamente, han tenido la distribución más caótica que recuerdo en mucho tiempo. Sin un plan claro, cada anime ha sido tratado a lo suyo y ha pasado un poco de todo: Black Rock Shooter ha llegado con periodicidad semanal la friolera de seis meses después de su estreno aunque con doblaje castellano, Tatami Time Machine Blues se lanza con una diferencia de solo dos meses pero del tirón y sin doblaje, y para rematar Summertime Render ni está ni tampoco se le espera. Curioso este último caso, porque tiene ficha en la plataforma desde hace tiempo y cuenta con ya varios episodios doblados a multitud de idiomas pero, para la sorpresa de todos, la fecha de salida en territorio español está entre mañana y nunca.

Pero esto no es todo señores, el problema ya no es la inconsistencia entre el tratamiento de los distintos animes que has licenciado, es la inconsistencia entre regiones. Mientras ciertos países disfrutan de un buen simulcast o de una salida de día uno de ciertas cosas, otras regiones o van increíblemente tarde o, simplemente, no tienen esas series. Poco sentido tiene que todo llegue bien y a tiempo en cinco-seis regiones y en el resto del mundo vaya a pedales, algo que le achacábamos a otras empresas como Crunchyroll o Selecta Visión en el pasado reciente y que Disney no se salva de la misma crítica, más cuando se jactan constantemente de tener los derechos a nivel mundial de todos estos animes. Porque esa es la cuestión, ¿para que vas a pagar por la licencia mundial si solo vas a emitir esos animes en Asia y en algún que otro país de habla inglesa? Solo tendría sentido en tres supuestos: que en realidad hayan publicitado esos estrenos como internacionales sin tener la licencia de emisión a nivel global, que una de las mayores multinacionales del planeta está sumergida en una gran y desmedida incompetencia en su rama de streaming o que su intención es "secuestrar" estos animes para que otros no saquen tajada económica. Y siendo Disney una megacorporación con manchas muy oscuras en su historial en temas de monopolio y copyright, no me sorprendería nada que la opción correcta fuera la última de las tres.


Dejemos de lado todo este trato injusto para ciertos países y con preferencia para otros, la mala promoción realizada de sus títulos y el absurdo bloqueo de contenido, porque en algún momento tendrán que hacer las cosas bien, ¿no? Bueno, eso pensábamos y nos dieron buena ostia de realidad con Bleach. Recapitulemos un poquito y echemos la vista atrás. En marzo de 2020 se anuncia que el ultimo arco de Bleach recibiría una adaptación al anime, llegaría Bleach: Thousand-Year Blood War. Un anime esperadísimo por tanta gente tras tantos años desde que terminase de manera inconclusa el anime original. El tiempo pasaba, llegaban trailers y fechas, pero nadie anunciaba quien iba a traer el simulcast. Todo esto seguía de manera intranquila hasta el pasado septiembre, mes en el que VIZ Media oficializa que habrá simulcast de este anime. ¿Y quién lo traería? Pues nadie lo sabe. La especulación empezaba y entre todas las rifas salía un nombre, Disney, un nombre que nadie quería o que nadie esperaba por su reciente historial con la animación japonesa. Y el 3 de octubre se hizo oficial ese secreto a voces, Disney tenía el último arco de Bleach. Muchas ganas de conocer un simulcast que, en realidad, nunca llegó.

VIZ Media dijo que habría simulcast, incluso la propia Disney+ confirmó esto y, otra vez, nos la volvieron a jugar. A igual que la otra vez dijeron que esos animes llegarían a la plataforma en esta tampoco mintieron, el problema es que no concretaron. Para los primeros dijeron cosas como “nosotros dijimos que iban a llegar, no cuando iban a hacerlo”, y con Bleach dijeron “nosotros anunciamos simulcast a nivel internacional, no que iba a estar en todos los países”. Y es verdad, está internacionalmente disponible, aunque en Disney y VIZ Media entienden por internacional solo un par de países de habla inglesa y poco más. Curioso y absurdo cuanto menos si te das cuenta de que la serie tiene traducción como doblaje al latino neutro pero no se encuentra disponible en ningún país de Latinoamérica. Si a esto le sumas que también tienen la licencia del primer anime y que está sufriendo mas o menos el mismo destino que la continuación pues da un poco de risa.


Ahora llegamos a las ultimas noticias, a que Disney y Kodansha han llegado a un acuerdo para la emisión de animes de la empresa japonesa por parte de la corporación casa de Mickey Mouse, empezando por la segunda temporada de Tokyo Revengers. A nadie le ha gustado esta noticia, a absolutamente nadie, básicamente por todo lo mencionado con las cuatro licencias que se hayan en poder de Disney. Hemos pasado en poco más de meses de tener un simulcast y un doblaje de este anime a plantearnos directamente cuales son las posibilidades de que tenga simulcast, de que se continúe el doblaje, o, simplemente, si estará disponible legalmente en la región donde estés leyendo esto. Es tristísimo y muy preocupante que tantos y tantos fans de regiones como Latinoamérica o de países europeos como España se estén planteando de verdad que uno de los mayores hits del anime reciente no vaya a estar de manera legal en nuestro país. Pero el miedo llega no solo con Tokyo Revengers en sí, sino con todo lo que llegaría después. Si a algunos les pareció un golpe fuerte que la segunda parte de la temporada final de Attack On Titan pasara en territorio español de estar gratis a ser de pago, imaginad la ostia que sería que el tan esperado final diera el salto de un simulcast de pago bastante asequible a que, simplemente, no esté disponible de manera legal (si no lo sabéis Attack On Titan es un anime de Kodansha). El año es 2022, estamos casi en 2023, y la sensación actual es que si Disney+ sigue su línea de estrenos de anime podemos retroceder unos cuantos años de golpe, volver a una etapa donde la piratería reinaba casi por obligación.


Para cerrar quiero dar una nota personal de todo lo que puede pasar de aquí en adelante. Soy una persona muy critica con lo que considero que no está bien, no voy a engañar a nadie diciendo que no doy cera a lo que considero malo, y si a esto sumas lo negativo y pesimista que puedo llegar a ser se forma buen coctel. Aun con todas esas siempre intento romper una lanza a favor de todo el mundo, critico pero no cierro puertas ni oportunidades, lo he hecho y siempre lo haré, pero con Disney me resulta francamente difícil. Me es casi imposible hacerlo porque tiene un historial muy amplio de aplastar a la competencia a base de dinero y de juego sucio empresarial. Mentalidad Disney, o trabajas para mí o no lo haces para nadie. Una desconfianza total a la que se le suma el que yo considero que es el plan de Disney, crecer en el mercado asiático a través de la animación japonesa. Un combo de dos cosas que hace que mi mente maquiavélica asuma lo que de verdad quiere hacer Disney con sus animes: usar estas licencias para ganar mas suscriptores en regiones como el sudeste asiático. Esa es la intención, Asia, si llega a occidente será porque les salía mas rentable pillar la licencia internacional que solo la de ciertos países y/o regiones. Primero Asia y luego a explotar mínimamente la licencia en occidente como si el anime solo para hacer crecer el numerito de cosas que tienes en Disney+, puro fondo de armario. Y ni siquiera creo que contemplen todo occidente, seguramente llegue solo a ciertas regiones de habla inglesa como Norteamérica, las islas británicas y Oceanía mas otros mercados de cierto peso en el continente europeo como son Francia y Alemania. ¿Crees que estoy desvariando en un supuesto absurdo? Acabo de describir exactamente la distribución de Black Rock Shooter y de Summertime Render.

Disney está en todo, y a falta de entrar en el mundo de los videojuegos, que no me extrañaría que lo hiciera con un movimiento como la compra de Activision-Blizzard-King por parte de Microsoft, ha querido su parte del pastel en el tema del anime. Visto desde un punto de vista empresarial es lógico, el medio japonés está de auge fuera de tierras niponas y es una buena forma de atraer un público mas juvenil a la plataforma que últimamente se le estaba resistiendo. El problema es quien anda detrás de todo esto. En el ejemplo ya puesto con Microsoft y ABK no tengo miedo de un “secuestro” o “robo” de videojuegos, Phil Spencer y la cúpula directiva de Xbox valora muchísimo que los juegos sean multiplataforma, además de que todos sus exclusivos son bastante accesibles debido a muchos motivos. Con Disney sí que lo tengo, porque perfectamente pueden hacer una buena labor o, simplemente, pueden tratar todos estos animes como simples armas para hacer daño a la competencia y no para mejorar su servicio por suscripción. Veremos en enero porque de momento no sabemos nada de como llegará, si lo hará a modo de simulcast en todos los territorios donde esté Disney+ o simplemente lo hará con un estreno limitado y un latecast absurdamente tardío y de no muy alta calidad. En su mano está traer Tokyo Revengers en condiciones o tratarla como una serie relleno más, maltratando de mala manera el que es un anime fenómeno de masas. Lo hicieron con uno de los animes del año y ya lo han hecho con el regreso de uno de los reyes del shonen, encajaría perfectamente que lo volvieran a hacer. Yo, personalmente, lo voy a ver el mismo día de salida, Disney ahora mismo tiene en su mano el que yo, y mucha más gente, pase por caja. Puede pasar que pague religiosamente o me que me obliguen a zarpar para navegar por los mares de la piratería. Como diría Gabe Newell, fundador y presidente de Valve, empresa dueña de Steam, "la forma mas fácil de acabar con la piratería es dar a la gente un servicio que sea mejor que el que puedan obtener de manera pirata."

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