Llega noviembre y ya estamos en fechas de mundial por extraño que suene, un mundial atípico y construido sobre miles de muertos y sobre dinero manchado de sangre, pero ese es otro tema. Un parón que tendrá al Real Valladolid, al igual que a los otros 19 equipos de LaLiga Santander, parados durante algo más de un mes. Un parón que sitúa a los de Pacheta decimosegundos con un total de 17 puntos en 14 partidos, un balance que deja a los blanquivioletas seis puntos por encima del descenso, una situación que todos hubiéramos firmado al principio de temporada. Así que hoy opinaré sobre este primer tramo de la temporada, uno con muchas luces pero que tiene también sus sombras las cuales no podemos ignorar.
Para empezar con lo positivo, con esas luces, tenemos que
valorar que, por fin, el Real Valladolid juega a lo que quiere Pacheta y funciona. Es una
verdad como un templo que sus equipos siempre van de menos a más, siendo las
segundas vueltas su mayor fuerte, pero ya ha conseguido en estos 14 partidos
saldar un par de cuentas pendientes que tiñeron de negro unos cuantos partidos
de este primer tramo. Esas derrotas o pérdida de puntos al principio por una
contundencia defensiva pésima se ha conseguido dar la vuelta, primero con un
cambio a un sistema de tres centrales e incluso en una línea defensiva de cuatro. Como líder de la zaga se encuentra Javi Sánchez, ha dejado atrás
todas las dudas que transmitía con sus lesiones y ese mote de “Dolores Sánchez”
ya no le hace tanta justicia. El otro puesto se lo pelean los otros tres
centrales, pareciendo que Joaquín le está ganando la partida a El Yamiq y
Feddal, el primero sufriendo por las lesiones. Si atrás ya está más o menos
solucionado el problema, arriba la pólvora te la pone Sergio León, y que
necesario está siendo. El Pucela por fin tiene más acierto en la parte
ofensiva, pero es increíblemente necesario tener un delantero que la que tenga
la enchufe, un rol que ha llenado Sergio, sino partidos como contra la Real no hubieran acabado con victoria.
Otro punto a favor, y que yo personalmente valoro, es la
variabilidad en el sistema. En estas 14 jornadas, Pacheta ha demostrado que si
las cosas no funcionan no le importa remover el sistema para encontrar la forma
de jugar, ya sea o por falta de rendimiento o por necesidades contra el rival.
Se ha visto esta temporada como ha apostado por un 4-3-3, cambiando a un 5-3-2
cuando se necesitaba a gritos más solidez defensiva y dos puntas, incluso
volviendo al 4-3-3 o a un 4-4-2 si es necesario. Unos sistemas y alineaciones
que cuentan con dos puntos positivos: el debut de jugadores del filial y la
segunda vida de la vieja guardia. Ante una falta clara de rendimiento de los
fichajes, los veteranos del equipo y jugadores que estaban la pasada campaña
han dado un paso adelante, algunos de ellos ganándose con creces una segunda
oportunidad o dando más rendimiento del esperado. A esto se le suma los casos
de Iván Fresneda y Lucas Rosa, dos jugadores que se han visto en una situación
curiosa debido a las lesiones en esa posición de lateral derecho. Debido a la
lesión de Luis Pérez, Fresneda se convirtió en el lateral derecho titular, y el
rendimiento que ha dado ha sido increíblemente sorprendente, demostrando una
solvencia y una madurez digna de alguien que lleva media carrera en esta
primera división a pesar de que solo tiene 18 años. Pero más curioso es el caso
de Lucas Rosa, ganándose un puesto en el primer equipo debido a que Iván se
perdió un par de partidos por lesión. El brasileño de 22 años sorprendió con
sus actuaciones, algo que nadie se esperaba porque en el filial era un
desastre. Una situación que, en mi humilde opinión, ha puesto a
Luis Pérez en aviso, se tendrá que currar mucho el volverse a ganar esa titularidad.
A pesar de que todo tiene color de rosa y que todo parece ir
en muy buen rumbo, hay un par de puntos que no me convencen, todo lado positivo
tiene algo negativo. Principalmente, la gestión de “tener a todos contentos y
enchufados” es un arma de doble filo brutal. Si, es verdad que jugadores que se
les daba por perdidos están rindiendo genial lo más seguro que por esta
gestión, pero hay otros que están sumando más minutos que los que se merecen
por un afán de intentar mantenerlos contentos o, incluso, sumarlos para la
causa. Casos se han visto de jugadores que, tras un partido sensacional, se han
ido a la banqueta ya que “todos tienen que tener sus momentos”, mientras
otros acumulan minutos y minutos en su lugar que simplemente no han servido
para nada. Si, nadie daba un duro por Kike Pérez y mira lo que pasa, incluso
Anuar estaba aprovechando los pocos ratos que tenía como un campeón, pero
jugadores como Guardiola no creo que merezcan esos ratos, intentar recuperar a alguien que la sensación que trasmite es que ni quiere estar
aquí no es muy buena idea.
Y si Guardiola está fuera, madre de dios Juanjo Narváez,
está fuerísima. Inexplicables los minutos que está teniendo un jugador que
parece que no tiene nivel profesional, un fichaje incomprensible, uno de unos
cuantos que no están funcionando. Ese es el segundo “pero”, los fichajes no
están rindiendo. Salvo Escudero, que tuvo un arranque flojo pero ha remontado,
y obviando las cesiones del año pasado que ahora están como jugadores en
propiedad, ninguno de los fichajes están dando el nivel que se esperaba. Asenjo se
ha ido al banquillo por una combinación de lesiones y errores clamorosos, un
jugador como Kenedy que si está al 100% es diferencial llegó fuerísima de forma
y ahora está lesionado, Feddal no está dando todo el rendimiento deseado, y la
verdad que no me apetece hablar de Malsa y Narváez porque es que no es normal
lo desastroso de esas dos incorporaciones. No sé cómo de necesario será ir al mercado,
pero algunos jugadores necesitan salir casi de manera obligatoria y dejar hueco
a otros como si de un cambio de cromos se tratase.
La imagen está clara, el Real Valladolid está en una posición
de la tabla cómoda y que todos hubiéramos firmado en agosto antes del parón.
Una posición a la que se ha llegado de una forma que a todos nos gusta, con un
futbol entretenido y ofensivo, siendo valientes y yendo a por los tres puntos
contra quien sea como sea. Muchas cosas positivas, pero alguna que otra
negativa que no podemos obviar. Unos fichajes con rendimiento escaso y una
gestión de plantilla que nos ha llevado a ganar puntos, sí, pero también a
tirar partidos como el del Athletic Club. Una gestión que, siendo justos, nos
ha llevado a esos 17 puntos y que nadie sabe si de otra forma hubiéramos sacado
los 22 del Rayo o los 11 del Cádiz. Lo que tenemos claro no solo son los puntos
y la posición, es la sensación de que el Real Valladolid no busca salvarse en
la jornada 38, busca ganar todos y cada uno de los partidos y que a partir de ahí
se irá viendo, que los muchachos de Pacheta tienen hambre y mucha ambición.