Las estadísticas del anime y del manga en España - 2022

Acaba el 2022, un año que para el manga y el anime ha sido movidito a nivel general. La entrada de Disney+, la apuesta de Netflix y, sobre todo, la fusión de Crunchyroll y Funimation bajo el paraguas de Sony. Muchas cosas que también han tenido peso en nuestro país, pero que, curiosamente, solo han sido una pequeña parte de lo que ha pasado. Un 2022 donde el manga ha pegado un petardazo brutal, donde el panorama del anime ha cambiado bastante y, sobre todo, donde se ha crecido en ambos formatos. Así que hoy he escrito sobre el manganime en España en el 2022, con datos en la mano (tened en cuenta que pueden existir errores ya sea por error de la fuente donde obtengo los datos o por errores míos al procesarlos) y prestando un poco mi opinión sobre el tema.


EL MANGA VA HACIA ARRIBA

Antes de empezar a hablar y opinar sobre el manga, quiero dejar por aquí el famoso repaso anual de Marc Bernabé sobre el manga en España. Aunque, como el propio Marc dice, este año es una versión más light que el anterior, sigue siendo un post increíblemente útil para ver ciertos datos sobre el sector, y también es tradición leer dicho post por estas fechas. Así a bote pronto decimos que el manga y, en general, las obras de origen asiático, está en crecimiento en nuestro país, ya no con los datos obvios de cantidad de obras sino con otros indicadores como el crecimiento de ciertas editoriales, la mayor cantidad de estas y una mayor diversidad de géneros.

Metámonos en harina, el sector está en crecimiento de cifras de licencias y desde largo. Quitando el fatídico 2020, la cantidad de obras de este origen lleva en crecimiento respetable desde el año 2015, pero el petardazo que ha pegado este año es considerablemente grande respecto a años anteriores. Pero no solo es en cantidad, también se ha crecido en cuanto a lenguas, editándose más obras en otros idiomas como el catalán o el euskera (por primera vez llega a las librerías obras en vasco). No solo crece esto, también suben como la espuma medios literarios asiáticos que no son manga, como pueden ser el manhwa, el manhua o las novelas, vamos que China y Corea del Sur están también encontrando su hueco. Por último, pero no menos importante, crecen otros géneros y demografías del sector, ya no todo es o Dragon Ball o shonen de peleas, vemos que ahora hay mas de otros géneros como el spokon o el BL, caso a mencionar el de este último quien ha tenido un año muy dulce en cuanto a licencias.

Pero no todo son las obras, también crecen las editoriales. Salvo ciertos casos donde la cantidad de obras licenciadas o se estabiliza o decrece un poquito (casos como Norma o ECC), por lo general todas tiran para arriba y alcanzan una cantidad de obras bastante buena. Eso o, simplemente, no sacan tantos títulos pero consiguen encontrar su público objetivo y, por ende, sus ventas son también considerablemente buenas. Y para acabar con las editoriales vamos a recoger la broma de “ahora salen editoriales de debajo de las piedras”, porque al final es verdad. Si el año pasado teníamos 25 y nos parecían ya demasiadas, este año nos plantamos con la friolera cantidad de 38, récord en el país.

En resumen, el 2022 del manga y de la comic asiático ha sido redondo, solo ha habido, por lo general, muy buenas noticias, y las estadísticas lo dicen. Saliendo todo tan bien y estando todo con tan buena pinta, los agoreros tienen que encontrar una cosa mala dentro de tanto color rosa. La pregunta del millón ¿cuándo va a reventar esta burbuja? Porque, según mucha gente, la cantidad de editoriales y de obras que hay están saturando el mercado español y todo tiene que romper en algún punto. Puede ser, la verdad, pero visto lo visto a lo mejor es que el mercado español está creciendo fuertemente y el manga está dejando de ser algo más marginal y cerrado a un grupo reducido de personas. Quien sabe, a lo mejor nos estamos poniendo a la par de otras regiones europeas, aunque todavía países como Francia nos saca un trecho considerable, tiempo al tiempo.


EL ANIME, UNA DE CAL Y OTRA DE ARENA

Si en el manga hemos dicho que, por lo general, casi todo el mundo sale ganando y todo es muy bonito, en el anime no es el caso, porque en España tenemos tanto buenas como malas noticias, una de cal y otra de arena. Resumen cortito y al pie por si quieres saber lo que pasa: las plataformas internacionales ganan, las distribuidoras locales pierden; el streaming gana, el home video pierde. A ver, no es tan sencillo como esas dos afirmaciones, todo tiene más miga, pero el asunto va más por ahí que otra cosa, aunque hay matices y algún tema concreto que desarrollar más.

Vamos al streaming, y para ella me apoyo del curro de @DannyIwakura en el cual realiza cada temporada un desglose de anime tanto para España y LATAM en referente de donde se van a encontrar los animes de la temporada y si están legalmente o no en la región. En concreto podemos ver que, en comparación a 2021, la cantidad de anime que podemos disfrutar de manera legal ha subido como la espuma. Hemos pasado de un 50% del anime total disponible legalmente (99 de las 198 posibles) en 2021 a un 75,7% de anime disponible (162 de 214 posibles). Ya no solo ha crecido ligeramente el anime en general, sino que la cantidad de anime que tenemos legalmente en plataformas por cada temporada ha pegado una subida genial. Cosas como la fusión de Funimation y Crunchyroll y la incorporación al sector de nuevas plataformas más el incremento de títulos de las ya existente ha hecho que todo esto crezca. Aunque todo tiene un “pero”, porque plataformas como Disney+ o HIDIVE nos han dejado sin simulcasts y/o subs al castellano. Puede que para 2023 la cosa cambie un poco, a lo mejor Crunchy pierde esa fuerza monopolística que parecía tener tras la compra/fusión y otras plataformas dan el salto de una manera u otra a distintas cosas (por ejemplo Disney+ ya empieza con los simulcasts).

Dejemos del streaming y vayamos a otras cosas, vayamos a la gran pantalla, a los cines. Gracias al compañeros de anitw @narfer07 y @ReaccionesPlay, que recogieron las cifras en taquilla de todos los estrenos de anime del 2022, podemos ver el año del anime en la gran pantalla. En el top 3 se nos cuelan Dragon Ball Super: Super Hero con 1.891.554€ seguido de Jujutsu Kaisen 0 con 1.123.196€ y One Piece Film Red con 1.017.140€. también ha habido otros estrenos no tan grandes mediáticamente pero que han hecho buena taquilla, como es el caso de Belle (103.083€) o Buscando a la mágica Doremi (54.685€). El resumen es que cantidad de pasta la pone Crunchy y la cantidad de películas la pone Selecta Visión. Un muy buen año para la primera, que aunque haya contado con la ayuda de Sony, se ha estrenado con dos películas que han copado lo mas alto en taquilla y una tercera (The Quintessential Quintuplets) que ha cumplido con creces a pesar de tener un estreno limitado y solo en VOSE. Selecta te da una de cal y otra de arena, porque con One Piece y Doremi han cumplido objetivos pero luego pelis como The Deer King (10.504€) o ¡Hasta Siempre, DonGlees! (3.000€) han sido tremendos batacazos a pesar de ser películas de bastante calidad. En general muy buen año del anime en cine por parte de varias distribuidoras, bueno salvo Inu-Oh, paso de comentar eso porque madre del amor hermoso.

Y para cerrar el apartado estadístico y de datos vayamos al home video, porque es curioso el asunto. Parece que el home video está cayendo en el olvido y es una tecnología en desuso, pero, curiosamente, estos últimos años los animes con, al menos, una edición, han subido en cantidad. Algo curioso pero lógico teniendo en cuenta el factor pandemia, ya que mucha gente se aficionó al anime y además dio el salto al coleccionismo (véase yo) y muchas ediciones han acabado siendo retrasadas a años posteriores. En el tema distribuidora es otro asunto, porque es un carrusel. Básicamente la gran mayoría de las empresas nuevas están condenadas a pegarse el ostiazo, ya sean porque es un mercado copado por básicamente una sola editorial o porque no consiguen tomar las decisiones correctas. Un mercado donde Selecta domina de manera aplastante, Jonu Media ha conseguido hacerse un huequito y el resto de editoriales son distribuidoras que de vez en cuando sacan ediciones de películas. Si las ediciones van hacia arriba, las distribuidoras se mantienen en una cifra constante, dejando claro que este es un mercado muy hermético donde unas pocas dominan el home video y las otras al final solo distribuyen unas poquitas películas de anime.

Entonces el estado del home video está bastante bien, ¿no? Bueno, sí y no, porque es verdad que hay más y mejores ediciones últimamente pero no todo es tan bonito, ya que el dato de hay más anime en físico es trampa. De todo este anime la gran mayoría son reediciones, ya sea o una edición mas simple de una ya agotada o rescatar un anime que ya fue editado en el país, mientras que el resto del pastel se reparte entre continuaciones de licencias (segundas o terceras temporadas y películas continuación o spinoff) o nuevas licencias. Y es muy importante mencionar el apartado de nuevas licencias, porque lo de "nuevo" es bastante entre comillas. Con nuevas licencias me quiero referir a todos los animes que han llegado en 2022 y que anteriormente no habían sido editados en formato físico. Es decir, se engloban tanto películas y animes nuevos como series clásicas que no llegaron a nuestro país o si lo hicieron pero sin ser vendidas en físico. Si nos referimos a "nuevo nuevo", solo podemos hablar de Akudama Drive y Appare-Ranman!, dos series que salieron en 2020 y que tampoco son tan mainstream. En resumen, ante una situación de mercado donde estas distribuidoras no pueden, o no quieren, acceder a grandes animes que ya se encuentran disponibles en este país vía plataformas, se está apostando por volver atrás para rescatar o traer animes antiguos y apostar por series de un perfil mas bajo que no han tenido tanto bombo medíatico.

Si tuviéramos que resumir el apartado anime es que “las multinacionales ganan, las empresas locales pierden”. El ganador este año es Crunchyroll, quien además de hacer crecer su catálogo, su producto ha dado un buen salto de calidad tanto en traducción y subtítulos como, sobre todo, en doblajes, porque vaya año más bueno en eso. Llegar y plantarte con nueve doblajes y alguno más de camino (en realidad pueden ser ocho porque quizás Demon Slayer tenga trampa) es tan solo poco más de medio año es formidable. Si a esto le sumas otros tres doblajes para cines (Jujutsu Kaisen 0 en castellano y Dragon Ball en castellano y catalán) te queda un debut bastante cojonudo. Pero no solo es la cantidad, es la calidad, porque de esos dubs un par de ellos han sido de una calidad supina. Vale, también han existido mangadas como el cast de Tokyo Revengers, la traducción raruna de Jujutsu Kaisen o los honoríficos en el isekai del Slime, pero la calidad media es bastante buena. Aunque todo tiene una mala faceta: Netflix dobla bastante bien pero tira de traducción automática marronera en unos cuantos animes, HIDIVE licencia para España y no traducen nada al castellano, y lo de Disney+ con negarse a hacer simulcasts y tardar seis meses en subir sus licencias pues es de traca. Aun así, muy bien este punto.

Si todo luce color rosa para el streaming, quien ahora mismo lo ve todo un pelín más negro son las distribuidoras locales. Dentro de esta nota negativa lo más duro es lo de Coalise, tras un arranque más que interesante en 2019 ahora mismo se encuentra en un punto que clama desastre a mas no poder. Tras un 2022 absurdamente discreto, el 2023 no tiene tan buena pinta: doblajes con los alumnos de la escuela balear, sin noticias de licencias y Fire Force en el más absoluto limbo. Sabemos que sacar adelante una distribuidora no es fácil, hay mil y una cosas que hacer bien, pero si las decisiones que están en tu mano juegan más en tu contra que a tu favor mal vamos. Luego está Jonu, la cual sinceramente no la entiendo. No la puedo alabar porque sus ediciones coleccionistas son amarays glorificados, todas sus salidas se retrasan siempre entre tres y nueve meses, y el tema de algunos doblajes es de traca. Pero tampoco puedo ponerles a parir, el trabajo hecho con Konosuba está bastante bien, apuestan por un poco de todo en cuanto a licencias y la idea de JonuPlay es atractiva. La apreciación más significativa la tiene Selecta Visión, que también es un espejo muy claro del estado del coleccionismo a presente y futuro. Tras un 2022 bastante pintón se presenta a afrontar un 2023 con Shingeki y Evangelion como sus grandes bazas. Entre que todo lo tocho está siendo licenciado por las empresas con plataformas, el tema de las licencias es un lio y sus alternativas son mucho menos atractivas, Selecta se puede plantar en 2023 con su sección de anime en horas bajas.

Y al final, el estado de las distribuidoras locales es el vivo reflejo de lo que es otro asunto ya mencionado con cifras, el home video. Y ahora, la famosa pregunta: ¿de quién es la culpa? Pues exactamente no se sabe, hay mil y un factores, pero está claro que las empresas internacionales de streaming tienen mucho que ver en esto. No quiero sonar derrotista ni negativo, pero todo esto pinta feo, ninguna de las plataformas que acaparan el anime generalmente tienen una línea de distribución de formato físico y las que supuestamente se encargan del home video no licencian estos animes por el motivo que sea. Mientras empresas como Selecta o Jonu “pierden” licencias o tienen que optar por animes “alternativos”, las de streaming solo son streaming. Crunchyroll jura y perjura que el home video no entra ni en su trabajo ni en sus planes y olvídate de que Netflix o Disney+ hagan algo de eso. No sé cuál será la solución, pero en un mundo donde el anime varía de plataforma en plataforma, se fragmenta o, incluso, desaparece, las únicas opciones de conservación pasan por el físico y la piratería. Ya sabemos que es una cosa más del pasado, pero el home video tiene público aquí y bastante fiel. Creo que ciertos animes se merecen una llegada en este formato como ya ocurre en otras naciones aunque el coleccionismo de anime en físico sea café para cafeteros. No soy el único que cree que animes de Crunchyroll como Jujutsu Kaisen o Tokyo Revengers venderían como churros, leñe sería muy estúpido que Selecta no tirase la casa por la ventana para traer la segunda temporada de Demon Slayer cuando la primera y la película está entre lo más vendido de su catálogo. Veremos a ver en 2023 que pasa con todo esto y que camino toma.


MUCHA ILUSIÓN POR EL 2023

Si pudiera definir 2022 en el manganime en una sola palabra sería “crecimiento”. En líneas generales todo ha ido para arriba, y salvo malas noticias o tendencias negativas, cada vez hay más cosas que disfrutar y de formas muy distintas. Pero con la nota que me quiero quedar es que esto crece, y no es que solo me refiera a que hay más gente, es que la percepción cambia. Ver anime ya no es algo de nicho o disfrutable por pocas personas, ahora todo el mundo ve anime o lee manga en mayor o menor medida, como si fueran otro tipo de entretenimiento más y no "dibujitos chinos que ven algunos frikis". Yo veo anime y leo manga, soy un frikazo, pero es que todo mi grupo de colegas, el cual es absurdamente variopinto, lo hace también. Mi amigo Rodri es hiperfan de JoJo’s y se ha acabado convirtiendo en uno ya que ahora es powerlifter y esta más fuerte que el vinagre. Mi gran amigo Javo se ha visto recientemente Naruto en cuestión de semanas y quiere dedicarse a tatuar anime entre otras cosas, y mi colega Ferru se está ventilando One Piece de una sentada como un auténtico crack.  Y otros tantos amigos o coleccionan series concretas (mi colega Diego compra merch de One Piece o mi colega Ian está a fuego con Dragon Ball) o leen y ven las mismas cosas que yo, anda que no he compartido charlas con mi pana Andoni hablando de Alice In Borderland, el manga de Shingeki o lo chula que es The Great Pretender. Mi percepción personal lo demuestra, y otras cosas como el récord de asistencial del 28 Manga Barcelona o todo lo mencionado en este post son un buen respaldo. Que el 2023 sigamos yendo hacia arriba, que nazcan más editoriales y lleguen más mangas, que el anime siga teniendo ese boom y que ojalá el home video no vaya camino a una muerte lenta. Que todo esto siga igual o incluso más genial aún.

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