Review AEWxNJPW Forbidden Door 2023: una noche mágica

Hace poco menos de un año ocurría uno de los mayores eventos en la historia de este deporte/espectáculo llamado professional wrestling, la alianza de dos de las compañías más grandes se hacía realidad y nos traían Forbidden Door, un PPV que hacía referencia a todos esos combates imposibles que solo se darían si ambas empresas trabajaran juntas. Una puerta que se abrió hace un año y que el pasado domingo se volvió a abrir, siendo la continuación de una primera edición muy buena a pesar de la plaga de lesiones que tuvo lugar. Una segunda edición con mucho combate interesante y con dos encuentros para la historia. Así que hoy hablemos de Forbidden Door 2023, que la magia vuelva a ocurrir.


Antes de empezar con el show principal, aquí una lista de los resultados del preshow de Forbidden Door 2023:

  • Tom Lawlor derrotó a Serpentico
  • Mogul Embassy (Swerve Strickland, Brian Cage, Kaun & Toa Liona) derrotaron a Best Friends (Trent Barretta, Chuck Taylor & Rocky Romero) & El Desperado
  • Athena derrotó a Billie Starkz y avanzó a las semifinales del Owen Hart Foundation Tournament
  • El Phantasmo derrotó a Stu Grayson

AEW WORLD CHAMPIONSHIP: MJF © VS HIROSHI TANAHASHI

¿Abrir esta edición de Forbidden Door con el campeonato mundial de AEW? Efectivamente, únicamente porque tu campeón ni quiere estar aquí ni quiere quedarse por mucho tiempo. Tras un reto de Hiroshi Tanahashi hacia MJF, el campeón dijo que no a este apetecible combate simple y llanamente porque no le apetecía luchar con un viejo destrozado perteneciente a una indie japonesa (son sus palabras no las mías). Al final, y tras un poco de juegos mentales de Adam Cole, el cobarde campeón acepto el reto solo si era el opener de este show. Así que qué mejor forma para abrir Forbidden Door II que enfrentar a una de las grandes leyendas de este deporte contra el luchador por excelencia del futuro, que va a haber mejor que un “The Ace” VS “The Devil”.

Este encuentro titular fue uno de 15 minutos donde cinco minutos fueron de no hacer nada y otros cinco sobraron completamente. Un encuentro donde, gracias a dios, se centró en ser lento y sin cosas vistosas. Se agradece primero porque es la cosa que mejor se le da a MJF y segundo porque es lo mejor para el pobre de Tanahashi. El “Ace” ya no es lo que era, y a sus 46 años camino de los 47 se le nota toda las horas en el ring a lo largo de los años, sus rodillas no aguantan y el cuerpo ya no le sigue el ritmo. Un Tanahashi que está subiendo al ring como si su cuerpo se mantuviese junto gracias a metros de vendaje y que, con otro G1 al frente, no sé cómo de realista es considerar un retiro más que merecido. 15 minutos que siguieron el guion más básico del campeón mundial de AEW y que terminaron de la forma a la que nos tiene acostumbrados, haciendo trampas y usando su famoso anillo. Un opener con sentido en la historia debido a que MJF nunca quiso luchar y también en el sentido de la cartelera, ya que mejor tener al principio este combate, uno con un público enchufado y que tampoco iba a dar más de sí, uno con dos oponentes más que lógicos debido al estilo del campeón y al ritmo adoptado por la edad y desgaste del aspirante. Viendo el estilo de MJF, el físico de Tanahashi y la tremenda hinchada de Toronto, un opener decente que sentó mejor de lo que fue debido a las circunstancias mencionadas. 


CM PUNK VS SATOSHI KOJIMA

Tras muchos rumores de que CM Punk y KENTA podrían enfrentarse en este evento, al final no llegó a nada. Meses donde el rumor crecía, que había reportes de que Punk no estaba por la labor y que KENTA accedía a cambio de ello solo por un saco gordo de dinero para que, al final, al japones no le diera mucho la gana. Unos meses de “joer quiero noquear al tío que me robó mi creación” para que cuando estaba casi hecho la misma persona dijera “mmmmm nah no tengo ganas”. Maldito KENTA, eres un cabronazo, que bien me caes. Aun con esas, CM Punk no se iba a quedar sin rival, así que quien mejor que el siempre confiable Satoshi Kojima, que a sus casi 53 años está en un momento de forma espectacular y siempre dispuesto a subirse al ring contra quien sea y donde sea. Y para añadir más picante a este plato, este encuentro sería parte de la primera ronda de la edición de 2023 del Owen Hart Foundation Tournament.

Un combate ya caliente desde antes, no por historia previa entre ambos contrincantes sino por todo el sentimiento del público por CM Punk. Una buena ronda de aplausos y, sobre todo, una cantidad de abucheos inmensa, unos abucheos que el oriundo de Chicago abrazó con ganas. Porque si a Punk le gusta algo es que hablen de él, y seamos realistas, no hay nadie mejor que el en este deporte que consiga sacar una reacción, ya sea buena o mala. Por eso vale millones este viejo perro, porque aunque sea para ovacionarle o para abuchearle, ahí estas sentando y pagando por verle. El equivalente a José Mourinho en este deporte, le gusta que le alaben pero le encanta aún más que le desprecien. Algo que a nosotros nos encanta también porque, en verdad, cuanto mejor es el malo mejor es la película. Y si hablamos del combate en si nos quedamos con poco más de 13 minutos donde Kojima demostró que no le pesan los más de 50 años que tiene y donde Punk demostró que le gusta estar en todos los fregados imaginables aprovechando cada oportunidad posible para ganarse un par de abucheos sonoros. Si no era imitar a Hulk Hogan en tono burlesco era recordar ese video con Samoa Joe de hace 20 años riéndose de su rival a grito de “KOJIMAAAAA! LARIAAAAAT!”. Al final todo esto termina con CM Punk avanzando de ronda en este torneo tras un GTS que mandó al mundo de los sueños a la leyenda japonesa. Muy buen segundo encuentro donde ambos tuvieron muchos momentos para brillar, un encuentro en el que se ve que no le queda mucho para que salga ese “CM Punk heel” que vimos hace unos 10 años. Chulesco, yendo de sobrado y dando a su rival la oportunidad de brillar como el bueno de la película y, sobre todo, llevándose la victoria, que al final es lo único que importa.


AEW INTERNATIONAL CHAMPIONSHIP: ORANGE CASSIDY © VS DANIEL GARCIA VS KATSUYORI SHIBATA VS ZACK SABRE JR

Todo el mundo quiere a Orange Cassidy en distintos sentidos de la palabra. En un sentido le queremos porque es un grandísimo wrestler y está teniendo uno de los mejores reinados individuales de los últimos años. El otro sentido es que los wrestlers le quieren vencer, derrotar, destronar, vamos que quieren ganarle. No solo por codiciar el preciado campeonato internacional de AEW sino porque ahora mismo vencer al “Freshly Squeezed” es sinónimo de status, ganar a uno de los mejores de la actualidad no va a hacer más que ponerte en ese mismo puesto. Tres luchadores buscaban este objetivo: un joven Daniel Garcia que busca obtener su gran logro, un Zack Sabre Jr que busca seguir sumando títulos y victimas, y un Katsuyori Shibata que en realidad busca gente a la que patear fuerte independientemente del resultado. ¿Y que busca Orange? Sobrevivir, que últimamente lo está haciendo a duras penas aunque lo está consiguiendo, eso o lo que sea porque qué más da, eso o “whatever…” como diría él.

Todo esto empieza de la manera más brutal, sanguinaria y horrenda imaginable: con Orange Cassidy conectando sus tan viscerales patadas, esas que te dejan casi en silla de ruedas. Vale venga dejo de decir chorradas, aunque justo después de las pataditas arranca todo debido a que los otros tres contendientes no están ni para chorradas ni para esperar. Tantas prisas tenían que se turnaron de manera no muy pacifica por ver quien hacia rendir al campeón. Aunque pronto pasamos de eso a ver como los tres se repartían de piñas entre ellos y luego a ver como ZSJ y Shibata daban de lo lindo a Garcia tras marcarse un bailecito bastante bacano (suena estúpido pero es tal cual lo cuento). Combate superdivertido que durante sus 11 minutos de duración tuvo al británico y al japones dándose de piñas, a OC jugando al juego de “The Wrestler”, a ZSJ sacando su arsenal destrozaextremidades, a Garcia recibiendo un correctivo de Shibata como si fuera un padre educando malamente a su hijo y, sobre todo, a Orange Cassidy sobreviviendo un día más con esa correa tras robarse la victoria cubriendo a Garcia tras una PK de Shibata. Combate corto sin pausa de esos que molan muchísimo ver con cuatro talentazos supinos y unos fans espectaculares.


IWGP WORLD HEAVYWEIGHT CHAMPIONSHIP: SANADA © VS JACK PERRY

5 de marzo, “Jungle Boy” Jack Perry vence a Christian Cage, por fin consigue venganza y supera a su antiguo maestro, por fin estaba listo para triunfar y conseguir grandes cosas, o eso es lo que creía. Tras varios meses intentando lograr múltiples campeonatos individuales ahora mismo se encuentra de vacío. Un vacío que intentará llenar consiguiendo una de las distinciones más valoradas del pro wrestling, el campeonato mundial IWGP. Un combate que surge por esa frustración aún más masificada cuando sus dos grandes traidores consiguieron el oro de TNT hace nada y porque SANADA simplemente quiere seguir demostrando que es más chulo que un ocho lanzando este reto abierto.

Diez minutos aproximadamente duró la cuarta de la lucha, un encuentro donde SANADA se pegó un baño de masas genial porque el público le quería y él se hacía de querer, todo esto a costa de un Jack Perry donde cada día que pasa más le pesan las críticas y más daño le hace esa ambición por ganar un campeonato individual. Un encuentro que volvió a servir para que SANADA demuestre que luce como si valiera millones (y esto el público canadiense ha demostrado que lo sabe) y que vuelve a ser otro insulto más hacia Jack Perry. Otra derrota a añadir al contador, esta vez en un combate intranscendente y gracias a un Moonsault, el movimiento menos efectivo del arsenal del japonés. Tan intranscendente fue que los fans se lo hicieron saber, leñe hasta Red Shoes como árbitro destacó por encima de él. Y todo esto, más los meses de derrotas y frustración, causaron la traición posterior sobre Hook. Una traición llevada a cabo por un Jack Perry que ya no se siente ni el héroe ni el querido por los fans, un Jack Perry harto de ver como todo el mundo gana menos el, uno que ve como todos le desprecian, uno que está harto de esperar y que quiere ganar.


BLACKPOOL COMBAT CLUB, SHOTA UMINO & KONOSUKE TAKESHITA VS THE ELITE, EDDIE KINGSTON & TOMOHIRO ISHII

Todo el mundo pensaba que la rivalidad de The ELITE contra el Blackpool Combat Club había terminado en la última edición de Double Or Nothing, pero nada lejos de la realidad, solo surgieron más problemas. Con el pequeño aprendiz de Mox y el traidor de Konosuke Takeshita de su lado, el BCC retaba a un encuentro a sus mayores rivales. Un encuentro que no hizo mas que sumar rivales para la causa, porque Eddie Kingston abandonaría a su mas fiel amigo simplemente para intentar acabar con Claudio Castagnoli, la persona que mas odia en el planeta. Para llevar a cabo esto se trajo a un buen amigo, Tomohiro Ishii, así completando este cinco contra cinco. Cinco personas que entre algunas ni siquiera las une un vínculo de amistad, solo las unen el odio y las ganas de derrotar a quien se encuentra enfrente. Que empiece la fiesta.

¿Qué resultado da juntar a dos de las compañías a las que mejor se les da hacer encuentros por equipos? Efectivamente, un combate sensacional. Un 5v5 que no solo sonaba apetecible por la estipulación en sí sino que también entraban en la ecuación quienes participaban y las historias entre ellos. Una combinación de distintos estilos como el “high-flying” de los Young Bucks o esa “hoss fight” que te daban gente como Takeshita o Ishii más las historias entre Claudio y Eddie, por ejemplo, le dieron un puntito a esta pelea increíblemente bueno. Un plato con muchos sabores radicalmente distintos pero que combinados saben muy bien más esa salsa denominada “un Scotiabank Arena lleno de gente encendida”. Vamos, que tuvo de todo y ese de todo fueron solo cosas buenas. Decidme que no es sensacional ver a Mox y Eddie repartirse chops mientras los demás se están matando y los Young Bucks están haciendo piruetas hacia fuera del ring. Joer, decidme que Takeshita noqueando a Ishii no estuvo genial o ver como Hangman cazaba en pleno vuelo a Takeshita, os reto. Bueno, en resumen, 20 minutitos de acción sin pausa que concluyen con Ishii llevándose la victoria para su equipo tras cubrir a Wheeler Yuta gracias a un buen Brainbuster.


AEW WOMEN'S WORLD CHAMPIONSHIP: TONI STORM © VS WILLOW NIGHTINGALE

Combate cortito entre dos competidoras sensacionales. Ya conocemos de sobra a la dos veces campeona Toni Storm, pero es que Willow Nightingale es de las mejores sorpresas que nos ha dado este 2023. Luchadora joven con una alegría y una sonrisa supercontagiosas y un poderío y velocidad brutales en el ring. Me encanta ver sus luchas porque es una combinación de energía y fuerza sensacionales al que se le suma ese carisma innato que desprende solo por esa alegría. Típico combate de “heel vs face” que se lleva Toni Storm gracias a las trampas más tradicionales del villano, una derrota que no hace daño a Willow porque han sido 10 minutos donde ha vuelto a demostrar lo sensacional que es, que futuro tiene. Si tuviera que ponerle algún “pero” seria la completa ausencia de construcción que ha tenido este encuentro, pero bueno, ha sido un ratejo más que entretenido la verdad.


IWGP UNITED STATES HEAVYWEIGHT CHAMPIONSHIP: KENNY OMEGA © VS WILL OSPREAY

Llegamos a uno de los dos platos fuertes de la noche, un duelo que en cualquier otra noche hubiera sido el main event, pero es que el evento principal es uno que tiene lo suyo. Tras un primer encuentro el pasado 4 de enero en el Tokyo Dome, Will Ospreay busca venganza después de la derrota más dolorosa de su carrera. Un encuentro simplemente legendario rodeado de una magia única que determinaría si Ospreay podría superar a Omega, pero no fue así. Tras esa gran decepción, Will ya no buscaba ser mejor que Kenny, buscaba simple y llanamente destrozarle para, por lo menos, estar una vez por encima de él. Una revancha para la historia y uno de los firmes candidatos a rivalizar por el premio de mejor lucha del año contra, precisamente, la primera entrega de esta ardua rivalidad. Con una situación radicalmente opuesta y con otros frentes abiertos para “The Best Bout Machine”, tenia lugar el segundo capítulo de esta gran historia, siendo muy probable que no sea el ultimo del libro.

Si el encuentro que tuvieron en el Tokyo Dome tenia aura de “lucha contra el jefe final”, este tenia aura de “guerra sanguinaria”. La situación era completamente distinta, esto dejaba de ser un intento de sobrepasar a la leyenda para obtener su hueco y su prestigio, era pura y simple revancha. Ospreay ya no buscaba ser mejor que Omega, buscaba destrozar y acabar con Omega. Ese ambiente se notaba, esa aura de magia que hubo en Wrestle Kingdom se cambió por un ambiente de guerra, un ambiente donde puedes cortar la tensión, donde el aire es mas denso de lo normal y donde puedes oler la sangre. Y eso se notó en los 40 minutos que duró esta guerra, dejo de ser un combate donde ambos buscaban ser mas perfectos que el contrario para ser un duelo donde uno quería acabar con el otro. Omega intentaba tirar de su mejor wrestling posible mientras que Ospreay simplemente buscaba hacer el mayor daño físico y emocional posible. Dejó de tras ese combate tan perfecto de principio a fin que hubo el 4 de enero para ser una sangría convertida casi a duelo a muerte. Menos clase y menos finura pero más impresión y muchísimo mas storytelling, siguiendo esa estela de que Billy quería destrozar a Kenny a modo de venganza y de que Don Callis solo quería ver sufrir física y mentalmente a su antiguo ahijado. Todo esto se notó en no solo el intento de ganar de Ospreay con un Kamigoye y un One Winged Angel por mandato de Callis, se vio en todas y cada una de las acciones violentas del británico, algunas de ellas intentando emular lo que él mismo sufrió en el Dome como atravesar la mesa con la cara de Omega. Aunque a esto juegan dos, porque Omega intentó igualar esa violencia, pero no lo consiguió por poquito porque Ospreay se llevó la victoria y el cinturón tras una secuencia final brutal que culminaba con un Stormbreaker.

La conclusión es simple: Kenny Omega ganó en el Tokyo Dome porque es el mejor pro wrestler de los dos, Will Ospreay ganó en el Scotiabank Arena porque su rabia por ganar era mayor. Un festival de sangre sensacional con un wrestling sensacional y unos momentos aún más sensacionales. El storytelling aquí, al igual que en casi todos los combates de Omega, fue sublime, ese spot en el que Omega se libró a la cuenta de uno de su propio finisher fue lo más sublime de todo este encuentro o cuando Ospreay quiso ser el mayor trozo de mierda de la historia sacando a relucir el Crippler Crossface en pleno Canadá poco más de 16 años después de una tragedia que no quiero comentar pero que alguno os imaginaréis cual es. No solo la historia y la psicología eran brutales, los spots también, porque estampar a Ospreay contra las escaleras fue brutal y la intensidad de todos los golpes fueron aun mas brutales. Mas brutal fue ese final falso donde Ospreay casi gana con la ayuda de un destornillador y con su Stormbreaker, como rompió el publico a gritar de la emoción. Pero lo que sí que fue brutal fue la secuencia final. Tras golpear con una Hidden Blade sensacional para revertir un RainTrigger, Ospreay conectó el mas brutal Tiger Driver 91 que he visto jamás, uno en el que Kenny consiguió librarse. De lo que no se libró fue de otra Hidden Blade y del Stormbreaker final. Parecía imposible igualar su primer encuentro y lo consiguieron. ¿Superarlo? No lo tengo tan claro. Lo que si que tengo claro es que estos son los dos mejores combates del año, de los mejores del siglo y, posiblemente, una de las mejores rivalidades de la historia reciente. Increíble.


STING, DARBY ALLIN & TETSUYA NAITO VS CHRIS JERICHO, SAMMY GUEVARA & MINORU SUZUKI

¿Sabéis quien odia muchísimo a JAS y que Sammy sea el lamebotas de Jericho? Efectivamente, Darby Allin. ¿Sabéis quien odia mucho que le consideren un lamebotas? Efectivamente, Sammy Guevara. ¿Sabéis quien odia a cualquiera que diga algo malo de su persona? Efectivamente, Chris Jericho. ¿Sabéis quien no odia a nadie pero es el padre de Darby y tiene que meterse en estos fregados? Efectivamente, Sting. ¿Sabéis quien odia a todo el mundo y simplemente quiere repartir guantazos? Efectivamente, Minoru Suzuki. Así que con toda esta cadena de odio se forma nuestro penúltimo combate de este show. Pero claro, nos falta alguien, así que os pregunto ¿a quién odia mucho Chris Jericho pero él no odia a nadie porque está muy “tranquilo”? Efectivamente, nada más y nada menos que Tetsuya Naito. Con este equipo de ensueño y con el debut del líder de LIJ en un ring de AEW se nos queda un aperitivo pre main event más que apetecible.

Voy a soltarlo antes de entrar en harina: que puto carisma tiene Tetsuya Naito. Es algo que todo el que le haya visto lo sabe, pero joder es que es verdad, y más en situaciones como esta donde se puede permitir el lujo de chulearse un poquito, de estar “tranquilo”. Por molar mucho también lo hace Minoru Suzuki, apodado “Murder Grandpa” por los fans canadienses, básicamente porque cuando quiere noquea a alguien, y el pobre Darby sufrió las ganas de fiesta del antiguo rey de Pancrase. En resumen, fue un combate que tuvo su parte interesante de pro wrestling pero que llegó a algo gracias a los distintos bits y despliegues de carisma de cada participante, porque en tema wrestling tampoco hubo mucho. Hubo los despliegues de vertiginosidad y velocidad de Naito que siempre molan y hubo un par de intentos de Sammy Guevara intentando convertirse en el nuevo Seth Rollins, exacto, varios intentos de acabar con la carrera de Sting. Aun con esto encuentro entretenido que se llevaron el equipo de Sting, Darby y Naito cuando este cubrió a Minoru Suzuki gracias a un trabajo en equipo con el Stinger.


BRYAN DANIELSON VS KAZUCHIKA OKADA

Poco puedo poner aquí en esta parte de texto introductorio la verdad. Cuando la gente tira por ahí a boleo el término “dream match” hay mil y una combinaciones diferentes, pero imaginar que un combate de ensueño como este vaya a suceder es algo surrealista. Soy un tío con sentimientos a flor de piel y, por eso mismo, soy de lagrima fácil. He llorado con unas cuantas que han pasado en este mundillo, pero nunca imaginaria que se me escaparía unas lágrimas de emoción y alegría viendo un video pregrabado en un show cualquiera. Llore de alegría, no me escondo, lloré cuando vi a Bryan Danielson en la gran pantalla del Osaka-jo Hall, lloré cuando vi que era un reto a Kazuchika Okada, me emocioné cuando vi que iban a enfrentarse en un ring. Dos de los mejores wrestlers de toda la historia de este deporte, por fin, iban a subirse a un mismo ring, el “dream match” definitivo iba a ocurrir. Señoras y señores, nos daba igual todo lo demás, por fin íbamos a ver un Kazuchika Okada VS Bryan Danielson.

Si la magia ya estaba servida, encima el desgraciado de Tony Khan te añadía un poquito más como guarnición. Porque que Bryan Danielson volviera a entrar con “The Final Countdown” era algo que simplemente no estaba pagado, da igual todo lo que costase, simplemente se iba a quedar corto sí o sí. Después entraba al ring Kazuchika Okada deslumbrando todo ese aura que tiene y que nadie puede ni podrá alcanzar mientras billetes caían desde lo alto del Scotiabank Arena. No me lo creía pero si, esto es verdad y esto iba a ocurrir. Y es que la verdad fue un combate casi perfecto: una masterclass de wrestling a ras de lona, un Danielson que iba con todo y golpeaba durísimo contra Okada, un ritmo lento y acciones vertiginosas, acciones fuera y dentro del ring, y así puedo seguir durante muchísimas líneas. Era todo perfecto, casi perfecto, porque el final fue el que fue. Que pena de verdad me dio que un encuentro tan bueno fuera resuelto como fue resuelto únicamente por las circunstancias. Unas circunstancias denominadas “romperse el antebrazo a falta de diez minutos para el final”. ¿Y sabéis por qué considero a Bryan Danielson uno de los mejores de todos los tiempos? Porque el desgraciado dijo que terminaba el combate con un brazo roto y no solo lo termino sino que también lo gano, ganó a Okada con un brazo roto, hizo rendir al maldito Kazuchika Okada con un puto brazo roto. La segunda persona en la historia que hace rendir al Rainmaker, todo esto con un jodido y maldito brazo roto. Si sobrevivir a un Rainmaker y derrotar a Okada con un brazo roto peleando contra el dolor no te hace ser leyenda no sé qué va a serlo de verdad.

Como me jode decirlo pero que pena esa lesión de verdad, pero un combate que iba a perfecto no acabo siéndolo por esa lesión tan desafortunada, una lesión que afortunadamente parece que solo le va a tener de 6 a 8 semanas fuera de acción. Digo que es afortunada porque podría ser muchísimo más grave de lo que es, y esperemos que en realidad no sea más, pero desafortunada porque podría perderse All In, un mazazo para cualquiera. Aun con todo esto, y con un Bryan Danielson diciendo que ya no le queda mucho en el carrete, el mismo admitió en la rueda de prensa posterior que todavía tiene hambre de más. Con ya un físico que no es el de antes sigue teniendo esa sonrisa y ese fuego en la mirada. No quiere parar ahora, quiere más, y hay tantos rivales que no puede permitirse dejar esta cosa que ama tanto llamada pro wrestling. Quizás obtengamos una segunda parte de esta rivalidad, hay que saldar cuentas pendientes. 


La nota final de esta edición es notable alto, porque a pesar de que sí que no tenía contratiempos en su haber (salvando la baja de última hora de Adam Cole), sí que en líneas generales no fue tan completo como su predecesor. Aun así, AEW y NJPW nos brindaron un show entretenido con duelos curiosos, combates de muchísima calidad y un dream match inmejorable. Un resultado que pudo ser mejor pero que por ello no es bueno, en vez de ser un 10 es un 8’5, pero que pedazo de 8’5. Ese combate 5v5, ese Omega VS Ospreay II y ese combate de ensueño final dieron el toque de magia y wrestling que se necesitaba. Y para que más, las ventas lo dicen todo, siendo la mejor taquilla de AEW (de momento) y la tercera mejor taquilla de la historia de este deporte en Canadá. Una afición canadiense que no defraudó solo en temas de cartera sino en tema de animación, una de las mejores gradas que ha tenido AEW y eso son palabras mayores de verdad. Veremos qué tal el año que viene pero ya le tengo ganas a Forbidden Door 2024. Siguiente parada: Wembley.

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