Review "Tether": quedarse cortos después de alcanzar la cima

Después de lanzar el que es, en mi opinión, su mejor álbum y uno de los mejores discos de metalcore que han salido recientemente (aunque lo publicaron de una forma rara de narices), Of Mice & Men vuelve a las andadas algo menos de dos años después con “Tether”. Un álbum que me sembró muchas dudas escuchando los tres sencillos publicados por la banda, pero que se intentarán resolver después de escuchar las siete pistas restantes del LP. Veremos si la banda ha seguido la estela de “Echo” o si, al igual que Avenged Sevenfold con su último disco, ha cambiado su estilo de manera acertada.


Este álbum de diez pistas empieza con “Integration”, canción que habla sobre el viaje y el proceso de encajar en este mundo a la vez que uno trata de encontrarse a uno mismo. La canción instrumentalmente sigue la norma de lo que viene siendo la banda estos últimos discos, combinando esto con un Aaron Pauley dejando de lado los gritos guturales y apostando por un tono más melódico. A pesar de que a veces es algo rara, esta canción es de las mejores del álbum gracias a esa mezcla y un estribillo increíblemente pegadizo. Muy buena forma de empezar. A esta canción le sigue “Warpaint”, de las más cañeras del álbum y lo más parecida a cosas que hemos visto en albums como “Echo” o “Earth & Sky”, además de ser el primer sencillo del disco. Una canción que reclama a la resiliencia personal y a estar siempre dispuesto a pelear que suena como la mejor versión de Of Mice & Men que hemos disfrutado estos años. Llevamos dos de dos, pero a partir de aquí empieza a caer el disco.

A estas dos pistas le sigue “Shiver”, una canción cuya mejor definición es la de “una bomba que no termina de explotar”. Arranca bien tanto en batería como en guitarras, pero es que el estribillo es bastante más flojo de lo que esperamos de una canción que arranca de esta manera. Una canción donde Aaron llama al oyente y le recuerda que, a pesar del momento que puede estar pasando, no está solo y le ofrece una mano a modo de persona que busca entenderle y le entiende. Algo parecido pasa con la siguiente canción, “Eternal Pessimist”, arranca de narices y luego como que no termina de engancharme. Un tema que indica todos los duelos internos y externos del protagonista en un mundo que no ve con el mejor de los prismas. Sigue también la línea del primer sencillo pero el estribillo no está a la altura del resto del tema en mi opinión. Instrumentalmente una pasada eso sí. “Into The Sun” es la siguiente en la lista, un tema donde el batería Valentino Arteaga se luce de principio a fin, es su canción en este LP (y el resto también porque su trabajo es muy bueno). Por lo demás, tema melódico en parte que luego deja de serlo y luego vuelve a ese punto otra vez, raro pero no malo. Suena bien y creo que es de esas canciones que va haciendo clic según más veces la escuchas. Seguimos con esas canciones que no me convencen del todo, ahora le toca a “Enraptured”. En este caso no casa conmigo porque es otro caso de combinar el tono cañero de los instrumentos con la voz melódica de Pauley, pero esta vez de mala manera en mi opinión. Quitando el estribillo, en el resto de la canción parece que los instrumentos pisan a la voz en el peor sentido de la palabra.

Pasamos de temas que son 50/50 a uno que es 0/100, vamos malo de narices. Ahora le toca al turno del segundo single de la banda, “Castaway”, el peor tema del álbum para mi sin ningún tipo de duda. Una canción que consiste en juntar todas las cosas destacables de la banda y juntarlo en un mejunje sin alma. Combinar la voz de Pauley, lo instrumental, el rollo “metalcore” de la banda, un par de grititos y mezclarlo todo en un resultado final lo más comercial posible. A veces el rollo comercial es bueno y funciona, pero aquí se siente plástico y artificial. Mas que Of Mice & Men parece una banda de rock a la que le han pedido que dé un poco más de cera. En contraposición tenemos al siguiente tema, “Tether”, el mejor del álbum. Una canción cuya letra habla de ser el ancla de alguien cuando está en una tormenta, de ser ese apoyo y dar ese confort a una persona en una mala etapa. La canción más melódica del álbum y la mejor de este, todos se lucen en la canción homónima al disco y toca ese punto más sentimental y calmado que parece que tiene la banda. Después de tener el cielo y el infierno volvemos a la temática anterior, canciones que mezclan cosas en un querer y no poder gordo. Primero “Indigo” y para cerrar “Zephyros”, siendo esta última diferente al resto por la fuerte presencia de elementos de música electrónica.


En resumen, este álbum tiene las mejores piezas de los puzles que suelen ser los albums de Of Mice And Men: buenas letras, bien instrumentalmente y un Aaron Pauley que refleja muy bien en su voz el lado más melódico de la banda. Entonces, ¿cuál es el problema? Que el coctel final no resulta todo lo bueno que esperaba a pesar de usar ingredientes de calidad. Lo he comentado a lo largo del post, esos elementos que la banda sabe usar tan bien en esta etapa sin Austin Carlile y que perfeccionaron al máximo con Echo se han visto en Tether, pero no bien desplegados al 100. Instrumentalmente es una gozada (Valentino Arteaga lo borda en la batería) y Aaron Pauley es un cantante sensacional, pero eso se ve en ciertos momentos de ciertas canciones, el resto de ratos se siente como algo raro o que no casa bien. Y no es problema de si es un disco más melódico, porque literalmente la mejor canción abraza este aspecto, es que lo dispuesto no funciona como conjunto en muchos ratos. En resumen, es un álbum blando debido a que se queda a medias, cuando quiere ser cañero no lo es del todo faltándole ese petardazo final, y cuando quiere ser melódico se siente demasiado sobrecargado. Un paso adelante en busca de una evolución de la banda, que más que un paso adelante se siente como uno hacia delante y dos hacia atrás

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