Review AEW Full Gear 2023: una de las peores formas de llegar al año como campeón

La resaca de las semanas de All In y All Out está ya dejada atrás. También dejamos atrás ese pequeño homenaje a Antonio Inoki llamado WrestleDream, un show en Seattle que ya comenté como fue un ejemplo perfecto de “home run”. Ahora es turno de lo bueno, del show que lleva cerrando los años de AEW de manera tradicional, el evento que más momentos mágicos nos ha dado a lo largo de los años de existencia de esta compañía. Hablamos de Full Gear, una quinta edición que se nos presenta bastante pintona en la teoría, habrá que ver si ha cumplido como queremos y esperamos en la práctica. Así que ahí va mi análisis de AEW Full Gear 2023 en el KIA Forum de Los Angeles.


Antes de empezar con el evento en cuestión, como es costumbre comentemos los resultados del preshow. Los resultados son los siguientes:

  • Eddie Kingston derrotó a Jay Lethal para retener el campeonato mundial de ROH.
  • Claudio Castagnoli derrotó a Buddy Matthews.
  • MJF & Samoa Joe derrotaron a The Gunns para retener el campeonato mundial por parejas de ROH


THE PATRIARCHY VS ADAM COPELAND, DARBY ALLIN & STING

Tras el sorprendente debut de Edge, ahora llamado Adam Copeland por motivos obvios de derechos de autor, llega este encuentro debido a distintos infortunios entre todos los miembros participantes. Todo surgido de la mano de Christian Cage, ya que “el patriarca” (como él se autodenomina) lleva meses en una encrucijada contra Sting y Darby Allin, dándose ataques furtivos y traiciones de todo tipo. Pero el campeón de TNT no contaba con la llegada de Adam Copeland a AEW, un Adam que buscaba unos años de carrera finales junto a su mejor amigo y que se encontró con un ególatra que no solo no quería tener que ver nada con él, sino que quería hacerle desaparecer del panorama. “Siempre he vivido en su sombra, ahora es el turno de que el sufra lo que yo sufrí”, eso pensaba Cage. Así que viendo el desarrollo de estas rivalidades, esos ríos se juntaron en el mar que es este enfrentamiento. Con esto, y contando con Ric Flair en el ringside, arrancaba Full Gear 2023.

­Empezaba la cosa bien, con un coro cantando el tema de Christian Cage y con una entrada del trio rival sensacional, compartiendo colores blanco y negro además de que Adam Copeland también quiso tener pintura facial al igual que sus dos aliados, y en verdad mola una barbaridad. El resto, ya con la campana sonada, era un muy buen opener de quince minutos que cumplió su rol a la perfección: encender al KIA Forum para que estuvieran motivados para el resto de la noche. Bueno, en verdad, no hizo falta, ya que el público californiano estuvo “on fire” desde el principio. Tuvo todo lo que esperábamos, Christian Cage siendo un villano despreciable, brutalidad de Luchasaurus, Sting brillando como el solo sabe, Darby haciendo el loco, etc. Por haber hubo también hasta el típico intento de asesinato contra Darby Allin, ya que Luchasaurus lo estampó de manera absurdamente violenta contra el borde del ring. En resumen, tres contra tres de buenos contra malos que tanto gustan porque te da tu dosis de maldad de los malos y a los buenos apalizando a estos. El cierre nos dio a Adam Copeland consiguiendo la victoria para su equipo después de una “Spear” y un “Coffin Drop” sobre un Luchasaurus noqueado con el campeonato TNT por error por Christian Cage. Lo dicho, entrante de buen sabor para esta cena de múltiples platos llamada Full Gear.


AEW INTERNATIONAL CHAMPIONSHIP: ORANGE CASSIDY © VS JON MOXLEY

Tras unos meses muy convulsos para el campeonato internacional debido a lesiones y demás, volvíamos a ver a estos dos enfrentándose en un ring pero con un girito que no esperásemos. A Chicago entró como campeón Orange Cassidy y salió campeón Jon Moxley, y tras recuperar el campeonato de manos de Rey Fénix, el “Freshly Squeezed” volvía a entrar como campeón y Mox como aspirante. Aunque todo esto tenía un girito, Moxley entraba con la mentalidad de destrozar y hundir en la miseria de una vez por todas a OC y el campeón internacional buscaba superar ese frente y demostrar que es un guerrero y no solamente un tipo con un elemento cómico gracioso. Revancha, venganza, violencia y mucho más estaba en la mesa en este “OC vs Mox 2”.

Revancha de corta duración por motivos y raciones obvias. Empezaba con Orange Cassidy queriendo ir directo para cerrar esto pronto, pero se encontró con un Moxley duro de roer que en el primer minuto de este encuentro ya estaba arrollando a su rival por todas las zonas tanto del ring como cercanas a esta. Buscaba repetir lo ocurrido en All Out, arrollar a su oponente y, sobre todo, hacerle saber que no puede batallar con alguien que solo conoce la violencia. Pero las ganas de batallar y sobrevivir de Orange eran enormes, quedando eso claro cuando hizo sangrar a Mox a base de cabezazos limpios. Era como si no quisiera que volviera a pasar lo que ocurrió en Chicago pero en vez de cambiar de plan quiso repetir el guion pero dando el 200% en vez del 150% que dio en septiembre. Y ese plan parecía funcionar, los ataques directos a un sangriento Mox hicieron que el de Cleveland pareciera estar fuera de juego en momentos vitales, pero Mox no es de esos de rendirse en estos casos. Aun así la pillería siempre gana a la brutalidad, y aprovechando el esquinero sin protección, Orange conectó múltiples puñetazos marca de la casa y un Beach Break para seguir siendo campeón internacional un día más. Esta revancha, que ponía el 1-1 en el marcador particular, no fue la absoluta genialidad que fue el primer enfrentamiento entre ambos, estuvo bastante lejos de eso además, pero oye estuvo bien, que muchas veces no se llega ni a eso.


AEW WOMEN'S WORLD CHAMPIONSHIP: HIKARU SHIDA © VS TONI STORM

Ahora es turno de nuestra actriz clásica y atemporal favorita, nada más y nada menos que “Timeless” Toni Storm, quien buscaba seguir redondeando el guion de esta su película llevándose por tercera vez el campeonato de mujeres, aunque debe de tener en cuenta tanto a quien tiene enfrente como a otras jóvenes promesas que se están interesando por formar parte de esta historia. Sonaba la campaña y “Timeless” Toni Storm seguía en la línea de su personaje, esta vez rompiendo el supuesto guion que su oponente debía de seguir, un guion que anteriormente había entregado a oponentes. A partir, y a pesar de que se rompiera el guion, el plan fue el esperado pero no el satisfactorio: diez minutos de encuentro con muchísima influencia del personaje y la historia que envuelven a Toni Storm. El encuentro, y el campeonato también, parecían ser algo secundario y que lo que de verdad tenía peso es esta historia con Mariah May basada de manera casi segura en la peli de los cincuenta titulada “All About Eve”. La historia es interesante y el personaje es increíblemente carismático, pero no podemos ignorar que el combate fue mediocre como mucho, algo que es delito viendo que dos luchadoras se enfrentaban. Diez minutos que concluían con Storm convirtiéndose en campeona por tercera vez tras un “Hip Attack” con… ¿una placa metálica en el culo?, acabando con el tercer y cortísimo reinado de Hikaru Shida. Historia super interesante, personaje super carismático pero combate mediocre como mucho.


AEW WORLD TAG TEAM CHAMPIONSHIP: RICKY STARKS & BIG BILL © VS LA FACCIÓN INGOBERNABLE VS FTR VS KINGS OF THE BLACK THRONE

¿Qué se puede hacer cuando quieres que unos campeones defiendan sus títulos pero no sabes contra quien ni como estructurar una historia alrededor de esto? Efectivamente, haces un combate de múltiples esquinas y que además sea de escaleras, porque todos sabemos que eso nunca falla. Y, en este caso, vemos que tampoco ha fallado. Tuvo de todo, a Dralístico haciendo cosas de mexicano enmascarado que tanto molan, a los dos tipos grandes zurrándose de lo lindo, violencia pura, spots geniales y muchas escaleras. Lo tuvo todo y se notaba, ya que el KIA Forum en su totalidad estaba enchufado y animado gracias a un genial encuentro de escaleras dado por estos ocho hombres. Sobre todo hay que destacar esos momentos donde los fans cantaban “holy sh*t!” como fueron ese tremendo “Piledriver” de Cash a Malakai sobre una escalera o la brutalísima “Gonzo Bomb” de Brody King a Dralístico sobre una escalera a modo de puente entre el ring y la valla del ringside. Veinte minutazos de acción y entretenimiento a raudales que culminó con los campeones reteniendo sus preciadas coronas. Veremos quienes son sus siguientes rivales, los cuales averiguaremos más adelante en el show.


TBS CHAMPIONSHIP: KRIS STATLANDER © VS JULIA HART VS SKYE BLUE

Segundo combate femenino de la noche, uno relativamente corto pero entretenido de narices. En lo poco más de diez minutos vimos las dos dinámicas que pueden darse en esta clase de encuentros a tres esquinas pero con un girito narrativo que continúan lo visto en estas semanas. Todo empezaba cuando la campeona buscaba superar por su cuenta a las dos aspirantes a la vez, dos aspirantes que intentaron ganar el campeonato individualmente en el pasado pero que ahora intentan lograrlo en este segundo encuentro. Dos aspirantes que, en el primer tramo, parecían colaborar para acabar con la campeona, una colaboración que parecía nacer de la mano del “mist” de Julia Hart que ha estado corrompiendo y sacando a la luz el lado malvado de Skye en estos meses. Aunque esto no llega a buen puerto, ya que empieza un mogambo entretenido de narices con spots como los brutales y repetidos “german suplexes” de Kris sobre sus rivales. Un encuentro que acaba con nueva campeona tras robarle la victoria a la campeona, un “Sunday Night Fever” aplicado sobre Skye Blue que no sirvió para que ella ganase sino para que Julia lo hiciera y sumase un campeonato más a The House of Black, porque como todos sabemos, “the house always wins”.


"HANGMAN" ADAM PAGE VS SWERVE STRICKLAND

¿Qué es el odio? La RAE lo define como “sentimiento profundo e intenso de repulsa hacia alguien que provoca el deseo de producirle un daño o de que le ocurra alguna desgracia”. Esa definición y esa palabra toman su máximo significado cuando hablamos de “Hangman” Adam Page y de Swerve Strickland. Dos de los luchadores top de la compañía, uno por haber llegado a la cima de manera merecida y el otro por ir subiendo escalones de manera meteórica. Dos luchadores que tuvieron un enfrentamiento por ese puesto top, uno por creer que se lo merecía más que el otro y el otro por creer que merecía seguir ahí. Pero esto no fue conclusivo, y cuanto más pasaba el tiempo más crecía el odio y, por ende, las acciones indiscriminadas y las palabras de odio. Ataques furtivos, insultos personales e incluso en pisar territorio prohibido como es el entrar en casa del rival. Este odio tendría que saldarse de alguna manera, y que mejor para que fuera definitivo que un “Texas Deathmatch”, terreno conocido y favorable para Hangman que Swerve abrazaba y aceptaba por el daño que podía causar a su oponente. La revancha estaba servida.

Que decir, no sé cómo de seguro estoy de esto que voy a decir, pero este es posiblemente el mejor “deathmatch” que ha habido en la historia de este deporte. Si, suena exagerado, incluso suena insultante viendo como gente del calibre de Atsushi Onita, Mick Foley o Terry Funk casi se dejan la vida en esta estipulación, pero es que fue demasiado. Treinta minutos de enfrentamiento sangrientos que se sintieron eternos, no por aburrimiento o hastío sino por pura angustia, la cantidad de sangre y violencia vista asustaba a cualquiera y hacía sentir al espectador que cualquiera de los dos podía quedarse en el sitio. Una violencia que se vio como ambos la abrazaban y la perpetraban desde el principio con Hangman clavando grapas reales por todo el cuerpo de Swerve. Tal era el nivel de violencia y tanto la abrazaban que ni habiendo pasado cinco minutos ya había sangre bañando el ring, estábamos viendo como Swerve sangraba de manera tan profunda que su cuerpo parecía ser de color rojo, tanto abrazaban la violencia que hasta Page quiso beber la sangre de su oponente de la manera más literal. Y esto fueron solo los primeros cinco minutos.

El resto fue de época: sillas, mesas, tablones, la grapadora, un bloque de hormigón y muchísimo alambre de espino. Todo esto dio sangre a niveles inhumanos, tal era la sangría que el KIA Forum estuvo gran parte del encuentro en silencio por la sensación de angustia que antes comentaba. Este encuentro nos dejó tantos momentos de tal calibre que es imposible de resumir, solamente se puede explicar con imágenes porque con palabras es imposible, y para ejemplo de esto esta imagen escalofriante de Scott Lesh que dejo enlazada. Y que mejor para un encuentro brutal que un final brutal, porque Swerve tuvo que casi asesinar de manera literal a su oponente para vencer, ya que Hangman no pudo levantarse antes de la cuenta de diez debido a que fue ahorcado con una cadena metálica alrededor del poste y de su cuello, Swerve colgó a “The Hangman”. Swerve entró como un wrestler de calibre y salió como el hombre que acabó con “Mr. AEW”, el hombre que debería de destronar a MJF para ser campeón mundial si me preguntan. Este es, de manera casi segura, el mejor “deathmatch” de la historia de este deporte.


GOLDEN JETS VS THE YOUNG BUCKS

Enemigos convertidos en aliados impensables gracias a un rival común, esa es la historia de como Kenny Omega y Chris Jericho formaron uno de los equipos más impensados en la historia de este deporte. ¿Y el trasfondo de este combate? Ninguno, la enésima lucha interna en The ELITE por motivos de desconfianza supongo, eso o que si no los cuatro se quedaban sin combate para Full Gear (así lo dejaron caer los hermanos Jackson vía Twitter). En resumen, encuentro construido de aquella manera que, de manera curiosa, acabó generando un encuentro de aquella manera. El combate fue un encuentro perfecto según el libro de las cosas que hay que hacer, ya que fue un buenos contra malos bastante correcto y con un ataque incesante e inteligente al brazo de Jericho, pero es que lo demás fue bastante meh. Cada uno hizo lo suyo, hubo un poco bastante de ese “dilema” comentado, un dilema innecesario y quemado, y en si poco más. Si tuve interés fue porque los fans californianos estaban increíblemente enchufados. No sé si fue que el combate en si fue algo flojo, si la guerra vista justamente antes puso el listón alto o qué pero fue un “sin más” de manual. Kenny Omega cerraba la victoria para su equipo vía “One Winged Angel” para asegurarse el puesto de contrincante número uno por el campeonato de parejas en un combate correcto pero no mucho más.


AEW WORLD CHAMPIONSHIP: MJF © VS JAY WHITE

MJF se encontraba en el momento de mayor importancia de su carrera, vencía a Samoa Joe y parecía tener el camino medianamente despejado para tanto llegar al año de campeón como para superar el récord de longevidad con el título. Consiguió lo segundo, venciendo en Collision a Kenny Omega, anterior dueño del récord, pero lo primero tenía un escollo con nombre y apellido: Jay White. El neozelandés líder del Bullet Club Gold se postulaba como próximo rival, además de autodenominarse verdadero campeón, ya que el si se consideraba un campeón de “elite” a diferencia de MJF. Unas semanas duras para el campeón, no tenía disponible a su gran amigo Adam Cole debido a una grave lesión, su campeonato fue robado por King Switch, no hacía más que recibir ataques incesantes del Bullet Club Gold, todo el mundo le ponía una diana en su espalda y, además, alguien robó su mascara y se estaba haciendo pasar por “The Devil”. Panorama casi imposible para el campeón, ¿conseguirá retener y llegar al año natural como campeón?

Pasemos directamente al resultado porque todos sabíamos lo que iba a pasar: MJF vencía para alcanzar el año como campeón. El problema no es el resultado, es el cómo se llegó a ese resultado. El encuentro en sí fue bastante bueno pero sufrió de tener demasiadas capas malas por encima. Si la lucha hubiera sido un MJF vs Jay White podríamos decir que nos encontrábamos con un evento principal genial, incluso si hubiéramos visto ese “limbwork” de King Switch a la pierna del campeón, pero el melodrama alrededor fue estúpido e innecesario. La supuesta lesión de MJF en el preshow fue estúpida, el que Adam Cole con solo una pierna tuviera que tomar su lugar fue estúpido, que un MJF cojo regresase para luchar fue estúpido y que, sobre todo, Jay White perdiera de esta manera fue estúpido. Todo fue estúpido e irritante, más aún si “The Devil” no hizo acto de presencia tras todo este tiempo apareciendo e incluso interviniendo en esta rivalidad.

En resumen, un encuentro de mucho nivel y calidad que tuvo una cantidad de parafernalia igual de estúpida que innecesaria. Si se hubieran limitado a un 1v1 con limbwork el encuentro hubiera sido genial, pero ese no fue el caso. ¿El resultado? Un aspirante al título que sale ridiculizado porque no pudo vencer a un cojo en inferioridad, un campeón mundial que pide relevo porque su reinado está empezando a oler a quemado y una historia de suspense que pudo haber sido cerrada de manera genial en este PPV pero que parece haber sido dejada en un limbo temporal. Aun así no todo es fatalista, Jay White sigue teniendo un balance de 11-1 en combates individuales y claramente va a recomponerse de esto, incluso pudiendo ganar el título en Worlds End si esa teoría del combate a múltiples esquinas se cumple. Por otro lado, MJF sigue siendo amado por todos de manera merecida y tiene muchos frentes e historias abiertas por delante. Esperemos que Jay White siga siendo tratado como la superestrella que es y que MJF tenga un final de reinado digno. Aun con esas, main event duro que nos recordó a la peor WWE de la historia reciente.


El resultado final en su conjunto es un poco agridulce, dando resultado al peor evento de pago de este 2023 de AEW, posiblemente superado solo por Double Or Nothing. Un evento que tuvo posiblemente el mejor combate ultraviolento de la historia reciente del wrestling y, posiblemente, de la historia del deporte. Eso por un lado, pero es que por otro solamente nos dio mediocridad y wrestling correcto a lo sumo con las excepciones de ese combate de escaleras y alguna que otra cosa más. Se sintió raro, porque vimos tanto historias bien construidas como combates programados un poco de manera aleatoria, también esto replicándose en el ring ya que vimos wrestling bueno y/o correcto con combates que daban la sensación de sobrar o de estar mal realizados. Todo esto cerrado por un evento principal con una metahistoria demasiado innecesaria y con una ausencia difícil de entender y dura de digerir. Lo dicho, el resultado es algo agridulce, sobre todo viendo como Full Gear ha sido la cuna de grandes momentos a lo largo de la historia de AEW. Aunque hay una oportunidad de redención, ya que el final de año ahora lo dicta Worlds End. Veremos cómo se da este nuevo PPV.

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