El comienzo de una nueva era

El panorama mundial del wrestling está siendo sacudido por completo en este 2024. WWE está sufriendo grandes cambios a la vez que se rodea tanto de noticias positivas como absurdamente deplorables y malas, AEW busca arrancar el año siguiendo el éxito monetario del 2023 pero mejorando las sensaciones de dudas que dejó, y el wrestling japonés está envuelto en un mar de dudas y decisiones no muy positivas. Si vemos como Pro Wrestling NOAH cada vez va perdiendo más peso y vemos como AJPW cae en una espiral de autodestrucción en su mejor momento en año, NJPW no iba a ser menos. El 2024 de New Japan arranca muy duramente, ya que Kazuchika Okada ha abandonado la compañía sumándose a los casos de Tama Tonga, Aussie Open, Jay White y Will Ospreay. Con menor soltura en lo económico, un booking general muy deficiente y en un momento donde se han quedado casi sin wrestlers de calibre, ¿estamos delante de la caída en desgracia de NJPW? Si no es ese el caso, ¿cómo conseguirá remontar el vuelo New Japan? Veamos cómo hemos llegado hasta aquí y como puede continuar esto.


El año era 2020, un año que a pesar de perder a talentos de peso como Kenny Omega y los Young Bucks, arrancó genial para NJPW. Empezaba el año con el tradicional Wrestle Kingdom, uno que en su decimocuarta edición fue celebrado por primera vez en dos noches, dos veladas recordadas de manera sensacional gracias a los talentos de New Japan, a ciertos miembros de AEW y a una velada llena de wrestling sensacional. Los meses continuaban y parece que esto seguía arrancando bien con The New Beginning, pero llegó algo que destrozó el panorama mundial: la pandemia del COVID. Fue duro para muchas empresas de pro wrestling, pero a quien más cuesta arriba se le hizo fue a las empresas japonesas, incluida New Japan. A pesar de que sí que tuvo público en ciertos momentos de la pandemia cuando el resto estaba a puerta cerrada, NJPW sufrió duros reveses por las políticas de gestión de la pandemia realizadas por el gobierno japonés. Primero en los shows, habiendo un parón de varios meses y unas políticas posteriores que afectaron duramente al público, haciendo que durante casi dos años solo pudiera haber un 50% del aforo máximo y que dicho público no pudiera celebrar con gritos o palabras, solo aplausos. También afectó a los luchadores extranjeros, ya que salvo casos de luchadores que residían en Japón, todos los demás se encontraron con que no podían acceder al país debido a las duras restricciones al turismo y a los visados de trabajo. NJPW se pasó durante muchísimo tiempo con públicos a medio gas y sin luchadores vitales en tramos largos de la temporada, algo que afectó duramente a la compañía debido a la pérdida de ingresos. Si a esta pérdida de ingresos le sumas la mayor competencia y también el varapalo económico que ha sufrido la economía nipona pues la estampa no es agradable ni positiva.

“El yen está devaluado”, esa es la coña de los fans del puroresu ante tantas cosas raras que estamos viendo, pero al final eso puede ser algo que tenga una gran parte de verdad. No sé si es que el yen esta débil, que el dólar esta fuerte o que no se vive muy allá en Japón, pero todo el mundo se está largando y New Japan no iba a ser la que menos sufriera. Primero era la dura perdida de Jay White, después sería Aussie Open, luego le seguía la marcha de Will Ospreay, más recientemente sería el turno de Katsuyori Shibata o Tama Tonga y, por ultimo y de manera tanto inesperada como dolorosa, Kazuchika Okada salía de NJPW. La fuga de talento era brutal, pero es que también agrandaba la herida tanto las pocas nuevas incorporaciones como el paso del tiempo. Esta última es también dolorosa ya que la edad está afectando a muchos pesos pesados: Naito va camino a los 42 y está lastrado por las lesiones, Shingo Takagi es de la misma quinta, Tanahashi ya tiene 47, El Desperado tiene 40, el último gran “gaijin” llamado Zack Sabre Jr. está cerca de los 37 y SANADA, la última gran pieza incorporada a la escena principal, tiene 36. El talento se pira, lo nuevo no es gran cosa y los pilares existentes no tienen mucho tiempo en el contador, es una situación difícil o eso parece al menos.


Con una moneda nacional devaluada, una cantidad de campeonatos absurdamente grande teniendo muchos un prestigio bajo, una gran cantidad de bajas y sin ningún “ace” que comande la compañía, ¿de verdad hay algo positivo en la situación actual de New Japan? Pues, a pesar de todo esto, sí que parece ser el caso, porque hay dos términos que iluminan el horizonte: "War Dogs" y "Young Lions". El primero es la nueva iteración del Bullet Club, quien después de The New Beggining se ha establecido como la facción villana más importante de la compañía y, literalmente, el mejor grupo de rudos existente en el mundo actualmente. El segundo es la gran baza de NJPW es su sistema formativo, el cual ha dado en los últimos años una cantidad de talento que no se ha visto en muchísimo tiempo. En los últimos años han salido una buena batería de nombres entre los que destacan cinco: Gabe Kidd, Ren Narita, Yuya Uemura, Yota Tsuji y Shota Umino. El primero es el gran “gaijin” del futuro y el próximo gran villano de New Japan, ya que a sus 26 años está de dulce y listo para alcanzar cuotas altas, siempre y cuando NJPW le ofrezca una renovación. El segundo es el que más lejos veo de ser top, pero Ren Narita tiene cositas interesantes y su cambio a “heel” le ha beneficiado mucho. Luego está el ultimo incorporado, Yuya Uemura, uno que ya daba tintes de grandeza en su etapa de aprendizaje y parece ser que ha crecido desde eso, no lo suficiente porque se le nota verde todavía pero el talento que tiene es descomunal. El siguiente es Yota Tsuji, para mí el siguiente campeón mundial de manera obligada porque es el puñetero pack completo gracias a su carisma innato y su talento único en el encordado. Por ultimo está Shota Umino, y es que al joven de 26 años le veo cosas claras para ser el próximo “ace”, denotando muchas similitudes respecto a un joven Tanahashi y demostrando que en el ring tiene talento. Estos son, para mí, los cinco grandes pilares del futuro de la compañía, y si les sumas a Kevin Knight, Francesco Akira, Kosei Fujita y toda la gente que viene por detrás pues está claro que hay relevo generacional. La cosa es, ¿estarán a la altura? No sabemos, pero estar al nivel de Naito, Tanahashi, White, Omega, Ospreay y, sobre todo, Kazuchika Okada, pues es tarea muy difícil pero no imposible.


Entonces, ¿hay que preocuparse por el futuro de New Japan? Pues en parte no, pero sí que pueden pasar cosas no positivas. La primera es una dada, que NJPW va a perder hegemonía en el panorama del wrestling. No es ya solo por la devaluación del yen y lo difícil que ha sido que negocios nipones remontasen, es que ahora tienen mayor competencia en una AEW que les ha superado de manera clara. La otra es si todo este talento estará a la altura de la situación, pudiendo salir mal o porque no se gestione bien desde la parte del “booking” o porque, simplemente, no den el nivel. Es una situación de nadar o ahogarse (“sink or swim” en inglés) casi obligada. Veremos quién es el relevo natural de Naito en la cima, veremos como se desarrolla el nuevo campeón global, veremos quien se lleva la New Japan Cup o el G1, veremos quien se postula como el gran futuro de la división junior, veremos quién y cuál es el futuro de New Japan Pro Wrestling.

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