Review NJPW New Japan Cup 2024: la genial recta final no salva todo el desastre previo

Hoy es el día en el que termina uno de los tantos torneos que se celebran en el wreslting japones, uno que no considero que tenga la historia o la relevancia de otros pero que es determinante en su cierta medida, ya que marca gran parte del rumbo de la primera mitad de año en NJPW. Si, estoy hablando de la New Japan Cup, una copa que en su vigésima edición se ve envuelta en uno de los periodos de mayor incertidumbre de la compañía. Con talentos de peso marchándose, planes creativos extraños y una necesidad inmediata de relevo generacional, esta copa es la tormenta perfecta para hacer un cambio de rumbo en la dirección correcta, una dirección que no suponga naufragar en una isla desierta. Así que veamos que ha transcurrido durante esta edición de 2024 de la New Japan Cup.


Arrancaba esta nueva edición de la New Japan Cup después de un arranque de año algo raro y una sangría de talento top descomunal, una edición que resulta ser la vigésima vez que se celebra este torneo. Veintiocho son los participantes que tendrá esta edición, una cifra que se acerca muchísimo a esa mastodóntica edición de 2022 y que sorprende viendo los luchadores disponibles para ello. Estos veintiocho luchadores participarán en cuatro fases, saltándose la primera los últimos cuatro ganadores de este torneo (SANADA, Zack Sabre Jr., EVIL e Hirooki Goto). El superviviente a estas dos semanas de wrestling a eliminatoria directa no solo recibirá un trofeo espectacular en cuanto a apariencia sino que también obtendrá una oportunidad titular por el campeonato mundial peso pesado IWGP en Sakura Genesis, celebrado el seis de abril en el Ryogoku Sumo Hall de Tokio. Así que arranquemos con esta New Japan Cup de 2024. La primera ronda yo la definiría como una constante e incesante patada en la entrepierna dadas por dos protagonistas. Se turnaban por reventarte los bajos "muchos combates insufribles" con "decisiones estúpidas en cuanto a ganadores". Dentro de este desastre de desierto protagonizado por las nefastas actuaciones de gente como Chase Owens o Tanga Loa entre otros tuvimos un par de oasis en el enfrentamiento entre Yota Tsuji y Jeff Cobb y el duelo entre Shingo Takagi y Yuya Uemura.  La segunda ronda del torneo tenía la titánica tarea de superar lo anterior (denótese el sarcasmo) y gracias al de arriba que lo consiguió pero, por desgracia, lo hizo rozando rozando la madera como se dice en jerga futbolística. Mas mediocridad con cierto desastre salvado, otra vez, por Shingo Takagi y Yota Tsuji que vencieron a Gabe Kidd y ELP respectivamente en dos combates que destacaron de buena manera al resto de los de esta ronda. 

Dejando las ronda previa y los octavos atrás (gracias al de arriba otra vez) llegamos a unos cuartos que también tuvieron su dosis de elemento desastre y esta vez no era por los cuatro enfrentamientos que se debían de dar sino por la mala fortuna. De esos cuatro combates solo se dieron tres, ya que Hirooki Goto obtenía su segundo pase directo de ronda gracias a la baja de David Finlay por motivos no comentados por NJPW. Se caía del torneo que era uno de los favoritos a ganar, o el que era el favorito para llevarse el gato al agua. Con esta tesitura se tenía que reconfigurar el plan de este torneo, de Sakura Genesis y posiblemente de los próximos meses (suponiendo que el ganador y nuevo campeón mundial sería Finlay si otro gallo hubiera cantado claro), y aunque esto se iba a hacer en semis parece que las primeras piedras del nuevo plan se iban poniendo ya en esta ronda. En esta tesitura tuvimos tres encuentros que cayeron en el pozo de la mediocridad en cuanto a trabajo en la lona se refiere. Tres enfrentamientos, tres luchas con las prototípicas chorradas de House Of Torture porque todas estas contaban con un miembro de dicha facción. Por fortuna dos de esos tres miembros fueron eliminados, por desgracia quien cayó fue Shingo Takagi frente a EVIL, el único superviviente de su cuadrilla. Semifinales establecidas, ¿tendríamos por fin unas fases a la altura de las expectativas? No sé si espectacular será la palabra correcta, pero mejorar lo anterior lo hizo claramente.

Los dos últimos compases de esta edición de la New Japan Cup estaban decididos, ya estaban determinados los cruces y quienes participarían en ellos: el excampeón SANADA, el odiado por todos EVIL, el veterano Hirooki Goto y el joven favorito Yota Tsuji. Una semifinal que llegaba con un bagaje previo casi desastroso tanto por decisiones y combates per se como por la mala fortuna. Entre las eliminaciones raras por extraña decisión de Gedo, actuaciones individuales bochornosas, las constantes tropelías de House Of Torture y la baja del que parecía ser el claro ganador, tuvimos unas rondas previas tortuosas como poco. Pero, de manera sorpresiva, estos tres últimos enfrentamientos parecieron superar y, en cierta medida, compensar las diez veladas previas. La primera semifinal fue EVIL contra Yota Tsuji, el prototípico y asqueroso enfrentamiento que siempre tienen los miembros de House Of Torture pero que resultó en un final de primera. Esos dos combates durillos de digerir (el primero acabó sin resultado debido a una trifulca entre HOT y LIJ que luego dio a un posterior reinicio) dieron lugar al final de peli donde el héroe vence al villano sobreponiéndose a todas las adversidades con la ayuda del poder de la amistad, un final tan heroico que el modesto gimnasio de Fukushima que albergaba el encuentro rugió muy sonoramente a pesar de no llegar a los 1.000 espectadores en las gradas. La otra semifinal también resultó en ser una sorpresa muy agradable al paladar, y quiero hacer hincapié en “sorpresa” ya que el resultado encaja con ese término. Tras poco menos de 20 minutos, Hirooki Goto asaltaba la banca y sorprendía venciendo al ganador de la pasada edición en un enfrentamiento increíblemente sólido. Una sorpresa que fue muy grata para sorpresa de nadie debido al cariño que le tenemos todos al excampeón por parejas IWGP. La final estaba escrita, se enfrentaba el futuro de New Japan contra el veterano underdog de este torneo, un underdog que pensábamos que caería religiosamente en los cuartos de final y que gracias a la fortuna y al factor sorpresa se ha topado con una oportunidad dorada de llegar a la cima.

El encuentro por la New Japan Cup de 2024 estaba definido, Yota Tsuji contra Hirooki Goto, futuro contra pasado, una de las primeras grandes oportunidades de ser campeón contra la que es posiblemente la última, escribir el primer capítulo de una gran historia frente a redactar uno de los últimos capítulos de una gran historia. De la nada y casi de rebote, NJPW se encontraba con una final que tenía una pinta increíblemente golosa y que ya no era una victoria clara del miembro de Los Ingobernables, a lo mejor la compañía del león apostaba por darle una última oportunidad de gloria a un sensacional veterano. Con esta pizquita de incertidumbre y unas ganas geniales arrancaba la final. ¿Y qué tal fue este encuentro? Pues justamente fue lo contrario al tono general de la New Japan Cup ya que fue una final de categoría, una competencia a la altura de lo que significa un torneo como este, que sin ser el prestigioso G1 Climax sigue siendo un torneo de estos duros de roer, además de un ticket hacia el máximo campeonato de la compañía. Trabajaron dos wrestlers que han llegado a esta final con un gran status y un trabajo acorde a las circunstancias: Yota Tsuji ha mejorado una absoluta barbaridad desde su ya impresivo debut en junio del año pasado mientras que Hirooki Goto sigue siendo un wrestler de nivel al cual Bishamon le ha dado una vida extra a una carrera longeva. Fue un encuentro digno del puroresu de los 2000, uno de pegada intensa entre dos malos bichos el cual tuvo un poquito de sabor extra gracias a la explosividad y al background en la lucha libre mexicana de Tsuji. Veintitrés minutos de un wrestling que sí que hace justicia al altísimo estándar de los eventos principales de New Japan con una recta final de infarto que encendió e hizo levantar de sus asientos al público de Nagaoka, una recta final que se llevó Yota Tsuji gracias a su impresionante lanza denominada “Gene Blaster”. Había ganador de la copa, había retador para Tetsuya Naito en el Ryogoku Sumo Hall.


A pesar de no seguir tan al día o tan en vivo esta vigésima edición de la New Japan Cup, sí que he podido verla al completo y sacar conclusiones claras no solo del torneo sino de otros asuntos. Primero a lo que nos concierne aquí, y lo que hay que decir es que, a pesar de que la recta final ha estado a la altura y un poco más de lo que se espera de NJPW en estos eventos, ha sido una copa mediocre, insulsa y tediosa. Se han juntado muchas cosas que han hecho que este sea el veredicto como pueden ser la participación de talento que para mí ni deberían estar en la compañía, combates de muy bajo y decisiones algo incoherentes o estúpidas en cuanto a ganadores. Ya no es quejarse porque House Of Torture está hasta en la sopa, algo que es entendible debido a la popularidad que tienen en Japón como facción villana, es el sobreuso de la misma fórmula de este grupo más todo lo mencionado anteriormente. Si ya es un delito tener en un torneo a gente como Tanga Loa o Chase Owens peor es hacer que avancen de ronda venciendo a gente como Great-O-Khan o Tomohiro Ishii. Pero no es solo el torneo per se, es lo que he comentado de que va más allá, es que esta edición es un reflejo de lo que es NJPW actualmente. La gestión del talento es difícil de comprender y los planes creativos parecen no conducir a algo con sentido, pero dentro de todo esto hay un rayo de luz: Yota Tsuji. Parece ser que sí, que visto el percal se ha decidido darle la oportunidad a la gente joven, algo que se refleja en la victoria de Yota Tsuji y que debería de culminar con el miembro de LIJ arrebatándole el campeonato a Tetsuya Naito en la que es una oportunidad perfecta de relevo generacional. Otra situación seria errónea, esto da lugar a que lo pierda contra Moxley (tus dos máximos campeones son de otra compañía) o que Naito prolongue su reinado hasta posiblemente junio (el pobre hombre está para el arrastre). Pero bueno, eso es asunto del futuro, ahora mismo lo que importa es la New Japan Cup 2024, un torneo que si tuviéramos que resumir seria con la frase “la genial recta final no salva todo el desastre previo”.

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