Review WWE WrestleMania 40: de esto es lo que trata la lucha libre

En el mundo de la lucha libre hay marcadas varias fechas en el calendario, fechas que son de obligatoria visualización para los fans del deporte alrededor del mundo. Tenemos el 4 de enero con NJPW y su show en el Tokyo Dome, tenemos también el mes en verano del G1 Climax (apodado por mí como "la Navidad del pro wrestling") y la incorporación más reciente podría considerarse el show de AEW en Wembley a finales de agosto. Pero falta una fecha, la más icónica y la que es conocida de manera "mainstream", estoy hablando de WrestleMania. En este fin de semana de abril contamos con la edición XL del evento magno de WWE, una edición que es XL al ser WrestleMania 40 y también porque puede considerarse de gran tamaño tanto por las masas que va a mover como las historias que pueden culminar aquí. Así que, después de dos noches, presento mi resumen y análisis de WrestleMania 40.


WWE WOMEN'S WORLD CHAMPIONSHIP: RHEA RIPLEY © VS BECKY LYNCH

Elección interesante y, como veremos ahora en breve, buen combate para abrir esta última edición del “showcase of the immortals”. Un enfrentamiento que tendría a Rhea Ripley defendiendo su campeonato mundial femenino frente a la veterana y ampliamente laureada Becky Lynch, quien se ganó su ticket a WrestleMania después de vencer a otras cinco luchadoras dentro de la “Elimination Chamber” celebrada en Perth. Dinámica curiosa entre el presente de la división y la que ha sido la cara de esta durante muchísimos años. Duelo de poco más de quince minutos donde Rhea Ripley usaba a su favor para ganar su increíble poderío físico con el que Becky Lynch no podía competir. A duras penas podía competir la irlandesa, pero más sabe diablo por viejo que por diablo, así que tiraba de esa inteligencia que la veteranía le ha dado para sobreponerse después de momentos duros donde la campeona dominaba de manera clara. Esa pillería se veía palpable en los ataques al ya lesionado brazo izquierdo de la campeona, y aunque funcionaba el dominio era impartido por Ripley en una dinámica clara de campeón “heel” contra aspirante “babyface”. En resumen, duelo de poder contra veteranía donde el brazo lesionado de la campeona hizo que la aspirante tuviera una puerta abierta hacia la victoria, una que tuvo cerca gracias a pura supervivencia pero que al final no se consumó debido a que Rhea Ripley consiguió ser campeona un día más gracias a su “Riptide” tras una recta final con grandes momentos y con compases de puro infarto.


UNDISPUTED WWE TAG TEAM CHAMPIONSHIP: JUDGMENT DAY © VS WALLER & THEORY VS AWESOME TRUTH VS DIY VS THE NEW DAY VS NEW CATCH REPUBLIC

¿Qué son los WrestleMania modernos sin un combate múltiple de escaleras? Pues lo dicho, ahora turno de duelo con escaleras a seis esquinas, uno con doble aliciente ya que era por equipos y estaban en juegos dos títulos. Efectivamente, ese campeonato unificado se separaba en este combate, poniéndose ambos títulos en lo alto de las escaleras, quien descolgase cada dupla de correas se convertiría en campeones. Un combate, dos campeonatos, seis equipos, suena bien la verdad. Esta lucha fue todo lo que esperábamos y más, la cantidad de spots absurdos para la memoria colectiva que dieron estos doce luchadores en los poco más de quince minutos de encuentro estuvo genial. No solo eso, tuvimos también dosis de villanos cobardes en Waller/Theory, el punto conmemorativo con DIY entrando vestidos de DX y una buena dosis de comedia con R-Truth “ganando” el combate vía cuenta de tres tras un relevo salvador (es un combate de escaleras aquí no hay nada de eso). La cosa es que todo estuvo bien excepto los dos resultados, porque madre mía, ¿no había mejores ganadores para esta lucha? Austin Theory y Grayson Waller se convertían en nuevos campeones de SmackDown mientras que The Miz y R-Truth lo hacían de RAW para cerrar el combate. Muy buena idea para separar sendos campeonatos, resultado que en mi opinión ha sido la peor opción entre las posibles.


REY MYSTERIO & ANDRADE VS SANTOS ESCOBAR & DOMINIK MYSTERIO

Llegábamos al final de otra rivalidad, de otro choque causado entre viejos aliados y nuevos enemigos. Esta vez era el turno de los antiguos compañeros de la refundada LWO, una rivalidad entre Santos Escobar y Rey Mysterio surgida después de que el primero le costase el titulo estadounidense al segundo y posteriormente lesionarlo. Después de su regreso, Rey buscaba venganza y ya que Santos Escobar encontraba en Dominik un aliado, el enmascarado se buscó también a un compañero. Este sería Andrade, quien sustituiría a Dragon Lee después de que Legado del Fantasma le lesionase también. Un combate por parejas para finalizar esta historia de traición de una vez por todas.

Después de escaleras por parejas era turno de un duelo de dos contra dos de los de toda la vida, uno con sabor latino debido al origen mexicano de los cuatro participantes. Esperábamos algo movido y empezó siendo así, pero acabó siendo un encuentro de momentos contados destacados en un conjunto algo soso y pobre. Moló mucho ver el doble “crossbody” de Rey y Andrade, moló mucho la catapulta de Wilde también, pero al final fue un combate por parejas medio corto del montón con muchísima parafernalia sobrante al final del combate. Porque si, mola muchísimo ver ganar a Rey Mysterio, pero ya verás tú que me importa a mi ver a Jason Kelce estampar contra un poste a Dominik mientras viste una máscara de Rey Mysterio. Bueno lo dicho, 619 para la victoria y todos felices tras un combate de los de “entretenimiento pura cepa por encima del wrestling”.


JEY USO VS JIMMY USO

Posiblemente la pareja de hermanos más laureada en la historia moderna de la WWE, una pareja que vio cómo se fragmentaba debido a tensiones dentro de la facción familiar The Bloodline. Una fragmentación causada después de que Jimmy le causara a Jey una derrota frente a Roman Reigns donde su campeonato indiscutido estaba en juego. Después de esto, Jey dio el salto a RAW continuando su carrera pero siendo incapaz de superar esta mancha en su historia. Como si de un fantasma se tratase, la traición de Jimmy le pesaba más que levantar un yunque a pulso, así que entre esta sensación y los nuevos ataques furtivos de su hermano, Jey busca acabar con toda esta historia de una vez por todas en un combate de hermano contra hermano, sangre contra sangre, Uso contra Uso.

Este era el cierre de una rivalidad entre hermanos llena de odio y demás, todo esto merecía un cierre a la altura, ¿no? Pues no se vosotros pero no lo fue. Arrancaba bien, con Jey atacando con todo a su hermano e imprimiendo ritmo nada más empezar el combate con múltiples “suicide dives” y “splashes”. A partir de ahí todo se fue al retrete. Ritmo lento, muchísimo melodrama innecesario, repetición de los mismos movimientos y un final superplano. Tuvo dos cosas que me sacaron de quicio, el intento constante de ambos de sacar una reacción de un público que claramente estaba medio muerto salvo cuando tenía que gritar “YEET!” en este combate y el absurdo uso de las “superkicks” durante el encuentro. Es que solo hubo patadas y planchazos, y de verdad que yo he defendido a la gente que atacaba al uso constante de estas superpatadas (anda que no he visto yo gente poniendo a parir a los Young Bucks por este mismo motivo) pero es que esto no es normal, que en solo diez minutos ha habido un total de 19, que iban casi a patada por medio minuto. Lo bueno de todo esto es que tuvo un final, Jey Uso cobraba venganza vía “Diving Splash” para cerrar un encuentro ciertamente tortuoso.


BIANCA BELAIR & JADE CARGILL & NAOMI VS DAMAGE CTRL

El resumen del encuentro es como este, cortito y al pie. Ocho minutos que sirvieron la labor tanto de darle este “momento WrestleMania” que mucha gente comenta a seis luchadores que se merecían estar de una forma u otra. Me hubiera gustado que lo hubieran hecho de otra forma la verdad pero es lo que hay. Sirvió también para hacer mostrar el portento físico que es Jade Cargill al fan de la WWE, portento que hizo que su equipo se llevase la victoria, una capacidad que ya hemos visto lucir en AEW pero que como los fans de una empresa no tienen la necesidad de ver otra pues oye habrá que hacer una carta de presentación. No hay mucho más, ocho minutitos de acción que se cuelan en este WrestleMania XL que podían haberse visto perfectamente a mitad de un show de RAW o SmackDown. 


WWE INTERCONTINENTAL CHAMPIONSHIP: GUNTHER © VS SAMI ZAYN

GUNTHER, nombre del campeón intercontinental más dominante de la historia de la compañía. El reinado más largo del título y el luchador con más días siendo campeón intercontinental, casi dos años legendarios que pasaran a la historia de la lucha libre. Nadie ha sido capaz de pararle en los más de 650 días que ha sido campeón, un rey que nadie es capaz de derrocar, un reino inexpugnable. Solo hay una persona que parece ser capaz de sacar esto adelante, el “underdog” definitivo: Sami Zayn. Pero la tarea es difícil, por no decir casi imposible, una cosa que él sabe y por ello ha buscado la ayuda de Chad Gable, uno de los pocos que casi consigue doblegar al titan austriaco. ¿Conseguirá Sami Zayn tener otro momento glorioso en WrestleMania?

Señores, llegábamos ya a los asuntos mayores, a lo que iba a ser ya la chicha de esta primera noche, al que yo tenía clarísimo que iba a ser uno de los mejores combates de todo el fin de semana. Volvían a enfrentarse estos dos grandísimos luchadores, se enfrentaron bajo los nombres de WALTER y El Generico en las indies alrededor del mundo, ahora lo hacían siendo GUNTHER y Sami Zayn. Y que puedo decir, que tener expectativas altas a veces no es malo porque acaban cumpliéndose. También puedo decir que las dinámicas siempre vistas en el wrestling funcionan, que el concepto de campeón dominante contra el underdog amado por el público es algo que bien hecho está genial. Es que hasta el melodrama estuvo perfecto, esos planos donde pasábamos de ver a Sami ser golpeado sin compasión a ver como su mujer tenía una enorme cara de preocupación eran crema, ese video inicial del canadiense de origen sirio siendo animado por su familia, por su compañero de sparring Chad Gable y por su mejor amigo Kevin Owens fueron sensacionales también. El tener un clásico luchístico de chorrocientas estrellas es una cosa maravillosa pero estas historias tan bien llevadas entre las cuerdas es algo igualmente sublime. Ese momento en el que aplica su famosísimo “BRAINBUSTAH!” sobre la tercera cuerda a mí me hizo perder la cabeza, y que te voy a decir después de esa cuenta de tres tras dos “Helluva Kicks”. Dificil acabar mejor el reinado más legendario de la historia del campeonato intercontinental, 666 días de campeón en uno de los reinados más icónicos de toda la historia de WWE. Quince minutos de sentimiento puro que sí que es verdad que ojalá estos dos hubieran tenido más tiempo para dar el que sin duda hubiera sido uno de los candidatos a combates del año, pero esto tal como está es algo cojonudo la verdad.


CODY RHODES & SETH "FREAKIN" ROLLINS VS THE ROCK & ROMAN REIGNS

“Finish the story”. Muchísimo tiempo llevamos escuchando esto los fans del wrestling, muchísimo tiempo que esperamos ver como Cody Rhodes llega a la cima y se convierte en campeón de WWE. La primera bala la tuvo hace un año pero falló, se le escapó este final de la historia. Parecía que esta era la buena, que volvía a ganar la Royal Rumble pero, otra vez, todo indicaba que en este año tampoco seria. Si el año pasado fue la derrota, este año seria The Rock, quien volvía a la WWE y buscaba dar el evento principal más grande imaginable enfrentándose a su primo Roman Reigns. Mucho orgullo tenía en ese vínculo familiar, tanto que entre esto y el incesante clamor del público, Dwayne decidió aliarse con The Bloodline para acabar con el enemigo común. Meses de ataques furtivos, meses duros para Cody Rhodes, pero todo llegaba a su fin en este WrestleMania. Primero podría llegar a su fin el duelo contra The Rock con la ayuda de Seth Rollins, después podría llegar el final de su historia. Sin duda, dos frentes abiertos enormes, dos escollos que deberá superar para cumplir de una vez por todas su sueño y acabar con la tiranía del jefe tribal.

Si tuviera que resumir este duelo seria con las frases de “dos caras de la misma moneda” y “una de cal y otra de arena”. El lado bueno es que la espectacularidad y el carisma brotaron de manera absurda por todos los lados desde el minuto cero, todo comandado por un The Rock que ha hecho en estos meses uno de los mejores trabajos de su carrera en cuanto a personaje se refiere, siendo ese jefe final perfecto encarnando a un villano ególatra y despiadado de manera inmaculada. Ese carisma y espectacularidad se dio desde la entrada del “Great One” hasta la campana final pasando por múltiples momentos del encuentro. Moló mucho cuando todo se llevó a fuera del ring, cuando vimos a Seth escupir PRIME sobre Rock, cuando este último le dijo al árbitro “soy tu jefe, no andes jodiendo, si cuentas estás despedido”, cuando la acción se llevó a las gradas y demás, cuando destrozaron las mesas de comentaristas y la barricada al unísono y, sobre todo, cuando The Bloodline vapulearon a Cody Rhodes para ganar. Un final perfecto en mi opinión, los malos ganan haciendo que vuelvan esos fantasmas del pasado y que una victoria de Cody en la segunda noche sepa aún mejor viendo que tras esto dicho encuentro va a celebrarse bajo las reglas de The Bloodline.

Eso es lo bueno, que tuvo una buena cantidad de momentos icónicos, lo malo fue el wrestling en sí, porque diosito mío a dónde vas con 45 minutos de combate. Hubiera sido perfecto si este enfrentamiento se hubiera limitado a toda esta parafernalia tan maravillosa que he comentado, no hubiera sido un clásico para los recuerdos pero hubiera sido un grandísimo evento principal, pero es que hubo muchos tramos de combate que fueron más difíciles de digerir que un bocata de cemento. Por cada momento chulo donde el melodrama florecía o donde la acción dentro del ring o fuera de este era movida, estos cuatro nos daban una dosis de wrestling lento y tedioso en el ring. Y si antes decía que The Rock estaba en uno de los mejores momentos de su carrera en cuanto a personaje se refiere, pues en el ring ese no era el caso. Dwayne nunca fue un luchador conocido por su habilidad, era atlético de narices y absurdamente carismático, pero es que ahora tiene 52 años y lleva sin pisar un ring eones. Se le veía que, por mucho entrenamiento y demás que haya tenido, no está para estos trotes. La edad pesa mucho y sobre todo el “trabajo físico” que ha metido a su cuerpo después de su salida de WWE (va entre comillas porque tener ese físico a esa edad no creo que sea algo muy natural). Su “selling” sigue siendo algo brillante la verdad, pero mis miedos de que no estuviera para estos trotes se han cumplido. Imaginad si en vez de esto hubiera sido Roman Reigns contra The Rock, hubiera sido duro de digerir. En resumen, buen evento principal con momentos sensacionales dentro de un conjunto que se sintió largo de narices y con muchas cosas innecesarias.


WWE WORLD HEAVYWEIGHT CHAMPIONSHIP: SETH "FREAKIN" ROLLINS © VS DREW McINTYRE

“Una maldita lesión ha echado todo a perder” es posiblemente la frase que más ha escuchado CM Punk en los últimos tres años. Primero fue en AEW con una fractura en el pie, luego el tríceps otra vez en AEW (bueno eso y soltar puñetazos a compañeros de vestuario) y en su regreso a WWE otra vez pasó factura ese tríceps. Diciendo adiós al evento principal de WrestleMania, la WWE necesitaba un plan B y quien mejor para llevarlo a cabo que Drew McIntyre. El escoces se convirtió en enemigo número uno del de Chicago tanto por ser una de las causas de la lesión como por ridiculizar esta constantemente y posteriormente en el enemigo del campeón después de ganar senda oportunidad titular. Veremos si esta nueva versión del escoces consigue volver a ser campeón mundial y lograr su momento como campeón en WrestleMania.

Si se venía viendo que McIntyre era un hombre con cierta ira mientras que Rollins se lo tomaba un poco a modo de fiesta pues los prolegómenos también tiraban por ahí, ya que si el escocés entraba como tipo duro cabreado pues el campeón lo hacía de parranda con un “mardi gras” acompañándole hasta el ring. Normal que, nada más sonar la campana, McIntyre golpease con tremenda “Claymore” para intentar llevarse el gato al agua. Después de esto le siguió una buena paliza por todo el exterior del ring que no sirvió para mucho porque, en un intento de seguir con su otra cruzada contra un CM Punk que esta noche se encontraba en mesa de comentarios, perdió la ventaja que tenía gracias a un “Pedigree” en el exterior.  Aun con esas y un pisotón de los gordos, el escocés perdió la ventaja pero no retrocedió. Esto dio lugar a un denominado “finisherfest”, donde ambos intentaron de manera acertada o fallida conectar sus movimientos finales contra el oponente, algo que personalmente no me convenció al 100% como forma de combate. Al final, tras cuatro “Claymores”, el escoces prevalecía en WrestleMania y se convertía en nuevo campeón.

Pero no todo salió a pedir de boca para Drew, ya que la celebración se convirtió de manera abrupta en desastre. Primero por el ataque furtivo de un CM Punk que fue provocado por el escoces y luego por un Damian Priest que se convirtió en nuevo campeón mundial aprovechando esta coyuntura, venciendo por fin las alegaciones de ser el ganador del maletín de “Money In The Bank” más inepto de la historia. En resumen, tipo de combate de los que a mí me gustan bastante poco pero con un final bastante bueno, manera perfecta de costarle el titulo vía canjeo de maletín a un campeón que ha tenido el cinturón en sus manos unos escasos cinco minutos. Un escaso reinado que, al final, la culpa de que haya durado tan poco es del propio McIntyre por intentar anotarse un tanto moral. Interesante ver hacia donde lleva todo esto.


BOBBY LASHLEY & STREET PROFITS VS THE FINAL TESTAMENT

Llegamos al que yo apodaría el combate de “pausa para ir al baño”, expresión que hace referencia a que es un combate que es bastante flojo tanto en su construcción (malos atacan a buenos y acuerdan darse de ostias en WrestleMania) como en las esperanzas que hay de que sea decente. No hice pausa para mear y vi los ocho minutazos de esta pelea callejera, que yo no soy tiquismiquis con terminología, pero más que una “Philly Street Fight” fue un combate sin descalificación sin más. Lo bueno de esto fue que el encuentro fue cortito y que estuvo Snoop Dogg en comentarios y en verdad el tío es graciosísimo porque comenta como tu colega el marihuano viendo esto fumado, lo malo es todo lo demás. Si que tuvo un par de spots curiosos como el de la victoria para The Pride, quienes ganaron vía “Frog Splash” de Montez Ford a través de una mesa, pero poquito más. Por tener tenia a Bully Ray de arbitro, quien para nada ha quedado como un señor algo lamebotas poniendo a parir a la compañía para luego aceptar hacer este paripé. Pero bueno, combatito de relleno para el pecho que no hace daño nunca.


LA KNIGHT VS AJ STYLES

Repetir historias pasadas a veces funciona, y parece ser que AJ Styles intentó repetir lo que le volvió a catapultar a la cima en TNA a principios de los 2010. Regresaba hace meses en lo que parecía ser el nuevo aliado de Randy Orton y LA Knight frente a The Bloodline, pero nada de eso ocurrió, ya que decidió atacar a ambos y forjar su propio camino en solitario para llegar a Roman Reigns y su título. Esto le salió rana, peor le salió la jugada de Elimination Chamber, donde él no se clasificó pero LA Knight si, y en un ejercicio de “si yo no lo tengo tu tampoco” le costó la oportunidad por el campeonato mundial a LA Knight. Esto avivo un gran incendio, uno lleno de rabia y odio entre ambos que culminará en esta edición XL del evento magno de WWE.

Empezaba con un recibimiento a la altura de lo que es LA Knight actualmente, el tío más amado de la compañía juntito a Cody Rhodes, quien hizo que un público de Filadelfia el cual estaba siendo algo insulso gritase y alentase a este luchador a puro grito de “YEAH!”. Después de que entrase AJ Styles con temita nuevo (normal que le den cera constantemente a Def Rebel que mal suena), ambos fueron directos al asunto en el que estaba claro que iba a ser una golpiza constante más que un combate de wrestling viendo cómo se han desarrollado los acontecimientos que han llevado a este encuentro. Mientas LA Knight buscaba desquiciarse por completo, Styles era el hombre listo y atacaba la rodilla derecha de su oponente tanto para ralentizarle como para desquiciarle. Fue constantemente esto, uno buscaba hacer pupita a base de piñas y golpes duros mientras que el otro buscaba hacer daño a base de “limbwork” y puro wrestling de manual. Combate que, al final, fueron doce minutos que se decidieron en las distancias más cortas, ya que al final LA Knight se hizo con la victoria no gracias a la mentalidad apisonadora con la que entró al ring sino más gracias a aprovecharse de un error de confianza de su rival, un error forzado que hizo que LA Knight conectase su “Blunt Force Trauma” para la victoria en su primer WrestleMania.


WWE UNITED STATES CHAMPIONSHIP: LOGAN PAUL © VS RANDY ORTON VS KEVIN OWENS

Poco estúpido ganarte como enemigo a uno de los tipos más duros y agresivos de la compañía, más estúpido aun ganarte como enemigo al tipo más sanguinario e impredecible del lugar, pero el culmen de la estupidez es conseguir que ambos se alíen en contra tuya. Esto es lo que le ha pasado a Logan Paul, que sumido en su enorme ego decidió cometer la estupidez de enemistarse con Kevin Owens para posteriormente hacer lo mismo con Randy Orton tras costarle una oportunidad titular en WrestleMania. Jugo con fuego y acabó quemándose, ya que puede huir todo lo que pueda pero no esconderse, ya que se escribió en piedra que Logan tendrá que defender su campeonato estadounidense contra ambos a la vez en una triple amenaza. ¿Será capaz de sobrevivir o su propio ego y estupidez le habrán costado el titulo?

Voy a decirlo, Logan Paul está hecho para esto de la lucha libre. No porque el tío sea habilidoso, que lo es, es porque el fulano es carismático a más no poder. Lleva a la perfección ese papel de villano chulesco y lleno de ego (a lo mejor es porque en la vida real lo es también pero bueno eso es otra cosa), lo lleva tan bien que es el único que podría hacer algo como entrar al ring con la pickup más grande de la historia con un cañón de PRIME montado atrás junto a, otra vez, la mascota de la marca de bebidas de la que es dueño y fundador. Dejando esto de lado, arrancaba un encuentro en el cual yo tenía puestas muchas expectativas, no solo por lo bien que se le dio a Paul el WrestleMania del año pasado sino porque en el ring ahora le acompañaban dos portentos. Primero Kevin Owens, quien celebraba la octava edición de “KOmania” con homenaje a ECW, y luego con un Randy Orton que fue llevado al ring vía carrito por Owens para ahorrarnos la entrada de siete minutos (esto fue buenísimo la verdad). Historia buena, entrada al ring buena, ¿y el combate?

Pues que os voy a decir, el combate fue divertido de pelotas la verdad. Primero por como Randy y Kevin se aliaron para darle la mayor y más merecida paliza de su vida a Logan Paul, luego por el resto del combate. Repito, ¿qué puede salir mal cuando juntas a tres tíos jodidamente habilidosos e increíblemente carismáticos? Es que, además de tener wrestling del bueno tuvo spots increíblemente divertidos, y como no, si había una botella de PRIME tamaño humano es por algo. Si el año pasado KSI atravesó una mesa, este año fue turno de que IShowSpeed se comiera un RKO marca de la casa contra la mesa de comentaristas. Al final, el campeón fue capaz de retener su campeonato en unos compases finales geniales, fue el más listo de la clase y se robó la victoria tras cubrir a Kevin Owens después de un espectacular “Frog Splash” sobre un Owens que antes recibió un aún más espectacular RKO. Sensacional triple amenaza de verdad, mi combate favorito de toda la noche.


WWE WOMEN'S CHAMPIONSHIP: IYO SKY © VS BAYLEY

En el pasado mes de enero, Bayley ganaba la Royal Rumble femenina y se ganaba un ticket directo a WrestleMania. Con su compañera de facción IYO SKY siendo la campeona femenina todos creían que la decisión iba a ser enfrentarse a Rhea Ripley. La sorpresa llegó cuando decidió enfrentarse a su propia compañera, teniendo como motivos que desde la llegada de Asuka y Kairi Sane ella se ha sentido desplazada y que sabe cómo la infravaloraban a sus espaldas, causando la traición de sus compañeras y su expulsión de Damage CTRL. Sola y sin ni siquiera el apoyo de Dakota Kai, la excampeona femenina buscaba volver a la cima en la noche del 7 de abril frente a su antigua compañera y amiga.

Lo que vimos en este combate previo al evento principal fue wrestling básico del bueno. Básico no es por simple, ojo, es porque se han ceñido a lo que marca el manual de la lucha libre, y para mí fue la decisión correcta. Quince minutos donde vimos a la mala de la película dominar gracias a no jugar muy limpio destrozando la rodilla que Bayley se lesionó de gravedad en el pasado. Pero no solo fue eso, fue también un encuentro donde la favorita del publico aprovechaba esas pequeñas victorias momentáneas para intentar llevarse la victoria global vía cuenta de tres. A este elemento se le sumó una recta final de escándalo, una recta sacada del puroresu donde el combate evoluciona lentamente en un segmento final donde es matar o morir en el intento, un segmento final sumamente genial donde IYO SKY brilló y donde Bayley brilló aún mas no solo por vender espectacular la rodilla sino porque, al final, se llevó el gato al agua en una lucha sensacional que cierra una rivalidad igualmente sensacional.


WWE CHAMPIONSHIP: ROMAN REIGNS © VS CODY RHODES

Podría hacer un profundo análisis de la acción vista en el ring, de lo desarrollado durante esta media hora, hablar de ritmo y demás historias pero da igual. Es estúpido lo que voy a decir, pero la parte del wrestling de este combate es lo que menos importa. Porque si, lo admito, si tuviera que analizar solamente el combate por lo desarrollado en cuanto a trabajo en el ring pues sería un 7 o un 8 siendo generosos, no fue brillante ni tampoco malo, pero es que da absolutamente igual. El wrestling, aunque a veces nos centremos en otras cosas, va de emotividad. Podemos hablar muchísimo de que lo que importa es el beneficio económico, las luces y el espectáculo, el trabajo en el ring y demás historias, lo que hace bonito este deporte es la capacidad de levantar tantas emociones. Señoras y señores, este combate lo ha conseguido de manera impecable y, por ende, para mí es sensacional. Al igual que me emocione de principio a fin con ese Bryan Danielson contra Kazuchika Okada por todo lo que significaba (y porque al final fue un combatazo brutal), en este ocurre lo mismo. Aunque no es ni de broma candidato a combate del año, sí que puedo decir que este “main event” es sensacional. Todas las cosas que me cabrean de este deporte en esta ocasión me tuvieron al borde de mi asiento de manera constante, no me cabrearon las mil y una intervenciones que siempre he estado en contra, no me ha cabreado el uso de leyendas porque patata, no me ha cabreado que un uno contra uno se haya convertido en un muchos contra muchos. Nada de eso me ha cabreado solamente por un motivo, porque terminar la historia era lo importante. Porque si el momento de Bryan Danielson en WrestleMania 30 fue mágico este también tiene que serlo. Y si, señoras y señores, Cody Rhodes lo consiguió, Cody lo hizo, Cody terminó la historia. Con el apoyo del roster de la WWE y de antiguas leyendas, con el apoyo seguro de sus amigos de AEW desde la distancia, con el apoyo de la gente, Cody se convertía en el campeón de la WWE. Y que voy a decir a mayores de esto que ”señoras y señores, de esto trata el wrestling y es algo maravilloso”.


Al final poco hay que decir de esta edición XL de WrestleMania, un show con wrestling algo más normalito en cuanto a trabajo en el ring se refiere pero con un par de combates de muy buena calidad y, sobre todo, un final de época. Posiblemente esta edición número 40 tenga uno de los mejores finales de cualquier iteración de este “showcase of the immortals”, solamente se me ocurre que pueda ser superada por WrestleMania XXX y la culminación del “Yes! Movement”. Aun así, el show es genial en su conjunto, es verdad que me revienta por dentro la necesidad incesante de meter publicidad con calzador pero eso es un mal menor, un show que deja dos cosas claras para el futuro de la compañía: que estamos dentro de una nueva era, una donde el “sport entertainment” abandona el barco para dejarle hueco a un “wrestling” con algo más de show y luces de colores que el prototípico, una donde buscan romper por completo con el pasado. Para mí, WWE está mejor que nunca, ni en esos años dorados de los 2010 estaban tan bien a tantos niveles como ahora, lo cual es una delicia para el paladar para los fans de la WWE como empresa de espectáculo como para los fans del wrestling en general.

Y a pesar de que siempre suelo hacer un solo párrafo en las conclusiones, quiero aprovechar la ocasión y escribir este segundo. Señoras y señores, el wrestling está mejor que nunca. No pude vivir la rivalidad WWF/WCW porque nací poco antes del final de esta pero el panorama actual es sensacionalmente bueno. WWE está en racha y teniendo la mejor programación imaginable mientras que AEW sigue dando un nivel espectacular a kilómetros de distancia de lo que sueles esperar de una empresa de tan solo cinco años de vida. Estamos en una época dorada para todo el mundo, para las personas que trabajan en el mundillo porque ahora hay dos grandes empresas cuya competencia está consiguiendo no solo que las condiciones laborales de la industria mejoren sino que haya wrestling de muchísima calidad mires donde mires. ¿Y que estamos haciendo los fans? Tribalismo, aprovechar cada mínima situación para echar por tierra todo esto, para atacar a otros porque “mi empresa millonaria favorita mola más que la tuya” , cayendo en ello en insultos baratos de mal gusto. Podemos emperrarnos en seguir la doctrina ciertas viejas glorias o exempleados rabiosos y atacar en una especie de vendetta personal o podemos seguir ejemplos como el de Bryan Danielson, Adam Copeland, Jon Moxley o el propio Cody Rhodes, gente que ha saltado de una empresa a la otra y actualmente se encuentran en uno de los mejores momentos de su carrera si no en el mejor. Gente que, al fin y al cabo, desean que ambas vayan bien ya sea por cariño al lugar que antes consideraban su hogar en el wrestling, por los amigos que tienen en el otro lado o por simple beneficio para la industria. Así que gente, sea AEW, WWE, las indies americanas, el wrestling japones o todas las anteriores, no andéis abroncados y haced una única cosa: disfrutad de esta maravilla llamada lucha libre.

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