Review Bloodsport Bushido: el 'shoot wrestling' norteamericano llega a su país de origen

Josh Barnett, leyenda de las MMA alrededor del mundo. Campeón de peso abierto en Pancrase, laureado en Pride y Strikeforce, campeón peso pesado de UFC. Experto en jiu-jitsu y en “submission grappling”. Récord de 35-8 con 10 nocauts y 19 rendiciones. Sin duda alguna una eminencia de los deportes de contacto. ¿Cuál era el siguiente paso en su longeva carrera? Mezclar sus dos trabajos para dar el show definitivo, traer el “shoot wrestling” a EEUU con su icónico show de Bloodsport. Junto a GCW, esta leyenda ha celebrado en los últimos cinco años este show la friolera de diez veces, todas con gran éxito, así que pregunto: ¿cuál es el siguiente paso? Traer estos shows al lugar de origen de todos estos deportes de contacto: Japón. Efectivamente, para esta undécima edición tenemos Bloodsport Bushido, celebrado en el icónico Sumo Hall de Tokio, y aquí os traigo un resumen y review de este evento.


FUMINORI ABE VS YU IIZUKA

Después de una intro megaépica al ritmo de percusión tradicional nipona y una presentación aún más épica de todos los luchadores del show al ritmo de buen heavy metal, arrancaba esta noche de “shoot wrestling” en el mítico Sumo Hall de Tokio con este Fuminori Abe contra Yu Izuka. El segundo, luchador perteneciente a GLEAT, se enfrentaba mano a mano contra uno de los luchadores por antonomasia de la escena independiente japonesa, un luchador valorado ampliamente por su habilidad. Combate corto (como todos los de esta velada salvo el evento principal) con muchísimo trabajo a ras de lona que convivió con algún que otro intercambio de golpes. Encuentro muy igualado y técnico con un final increíblemente bueno en el que Yu Iizuka parecía llevarse el encuentro con una combinación de golpes brutal pero que acabó perdiendo gracias a un “Knee Bar” sensacional de un Fuminori Abe que casi se noqueó el solo tras un brutal cabezazo sobre su rival en esta secuencia final.


SEMIFINAL BLOODSPORT BUSHIDO TOURNAMENT: HIKARU SATO VS HIDEKI SUZUKI

Después de ese comienzo con dos luchadores livianos era turno de dos malas bestias, dos pesos pesados con experiencia en deportes de lucha como el judo o lucha olímpica, dos tipos con experiencia en las MMA, dos tipos conocidos en el puroresu por no ser gente que se corte. Un combate que fue algo más largo que el anterior y mucho más lento, ya que se buscaba medir mucho más las distancias. Por un lado Hikaru Sato buscaba de manera obvia evitar las distancias cortas y bajar a ras de lona midiendo distancias con patadas bajas y golpes al rostro. Esas distancias cortas eran las que buscaba Hideki Suzuki, buscando aprovechar sus habilidades en judo para llevar a su rival al suelo y hacer valer su mayor fuerza y peso. A pesar de que Suzuki consiguió llevar adelante su plan, este primer envite salió exitoso para Sato ya que no solo salió ileso sino que tuvo algunos momentos en donde pudo hacer cositas interesantes para acercarse a la victoria. Al final salió vivo de ese primer duelo al raso pero en el segundo la historia fue otra, Hideki Suzuki consiguió reducirle y atraparle en un STF que finalizó este enfrentamiento.


SEMIFINAL BLOODSPORT BUSHIDO TOURNAMENT: ERIK HAMMER VS TAKUYA NOMURA

Si tuviera que decir una cosa sobre esta lucha es que el resultado no sorprendió ni lo más mínimo. Si por un lado tienes a un chaval japones que luce normalito y por otro tío a una mala bestia calva de metro noventa que entra con “Destroy Everything” de Hatebreed al ring pues yo creo que el resultado es predecible. El combate fue cortito pero jodidamente intenso, tres minutos donde el grappling fue mínimo y lo que hubo fueron piñas de todos los colores. Nomura conectaba patadas brutales mientras que Hammer buscaba puñetazos y lanzar a su rival por el ring. Ostias de todos los colores dentro y fuera del ring, ese tipejo de origen nipón que luce normalucho dio guerra de la mala al gigante (cero unidades de sorpresa viendo quien es Takuya Nomura). El combate se acercaba a ese final y Hammer, quien estaba harto de ver como Nomura magullaba de manera fea su pierna, decidió destruir a su rival en el que fue sin duda el mejor final de toda la noche. “Lariat” brutal seguido de una “powerbomb” aún más brutal para ganar por KO esta primera semifinal del minitorneo llamado Bloodsport Bushido Tournament. Jodidamente brutal, más aún el hecho de que Hammer ya estaba camino al vestuario antes de que la campana sonase al más puro estilo “ya sé que he matado a este gili”.


KONAMI VS MAYA FUKUDA

Era el turno de la representación femenina en esta velada de Bloodsport. Una desde GLEAT y la otra desde STARDOM, una con background en karate y la otra en MMA, era el tuno de Maya Fukuda y de Konami. Combate que recordaba al inicio de la velada, completito en cuanto a elemento técnico a ras de lona pero añadiendo un elemento de “striking” a base de patadas cojonudo. A pesar de ver a Fukuda conectar patadas brutales, Konami era quien dominaba la lucha de principio a fin a base de un plan brillante de buscar doblegar a su rival a través de su pierna derecha. Posiblemente fue plan de su esquina, porque tener a Minoru Suzuki acompañándote posiblemente haga que afloren ideas brillantes no contempladas anteriormente. Ya fuera con un “Heel Hook”, un “Knee Bar” o un “Boston Crab”, Konami desgastaba a su oponente hasta que ese último ataque sobre la extremidad fuera definitivo, consiguiendo la victoria por rendición gracias a un brutal “Heel Hook”


MASAKATSU FUNAKI

Sin duda este era el David contra Goliath de la velada (al menos el más significativo) ya que Masakatsu Funaki se enfrentaba a un bicho como Davey Smith Jr. El británico-canadiense hijo del legendario British Bulldog se enfrentaba a un oponente algo más pequeño y muchísimo más liviano, pero el viejo rockero de Masakatsu Funaki igualaba la balanza gracias a su largo y laureado historial en el deporte del wrestling y en el mundo de las MMA. Combate que pudo ser lento y algo difícil de digerir para el fan del wrestling más tradicional pero que dentro de lo conocido en este tipo de enfrentamientos fue algo más dirigido a lo tradicional. Combate lento, cocinado a fuego bajo, donde Davey Boy buscaba romper la guardia de un Masakatsu Funaki que, ante la diferencia de pesaje y altura, decidió apostar por una defensa en la lona. En la recta final, cuando Funaki decidió abandonar su plan para pasar a la ofensiva, el británico se encontró con su oportunidad de oro para ganar pero también con su perdición. Cuando todo parecía ir de cara, Davey Boy averiguó el por qué del estatus legendario de Funaki, quien revertió de manera fenomenal el “Sharpshooter” de su oponente en un “Knee Bar” sensacional para la victoria. Combate algo lentito con un final sumamente inteligente.


"RAMPAGE" JACKSON VS HIDEKI "SHREK" SEKINE

Llegaba a lo que más esperaba de esta noche, aunque el plan original con Mike O’Hearn era lo que de verdad quería no perderme. Efectivamente, estoy hablando del regreso a Japón en este show del mítico exluchador de Pride FC y excampeón de UFC llamado Rampage Jackson. Volvía esta jodida mala bestia. No tenía al tío del “Baby Don’t Hurt Me” pero tenía de rival a un monstrenco apodado Shrek así que estaba contento igualmente. Ver a dos lavadoras dándose de ostias sonando cada golpe como si estuvieras moliendo carne a mano es una cosa sensacional sin lugar a duda. Lo negativo es que hubo más grappling del que considero necesario, yo quería ver piñas a niveles apoteósicos y no llaveo. Aun con esas las hubo, y aunque no fue nada del otro mundo a nivel general, que Rampage ganase a base de pisotones constantes en la cara de su rival pues tiene su punto épico. Lo mejor sin duda fue al americano agradecer a los fans en su regreso mientras se bebía tremenda cerveza con una camiseta de él cara a cara con Baki Hanma. Combate regulero, momentos para meme espectaculares.


KAZUSHI SAKURABA VS SANTINO MARELLA

Sin duda alguna la sorpresa de la noche, porque si me llegáis a decir que un duelo entre Kazushi Sakuraba y Santino Marella iba a ser lo mejor de la noche os llamo borrachos a la cara. El palmarés del japonés es indiscutible, maestro del grappling y considerado como el mejor luchador japonés de MMA de todos los tiempos (por algo es el “Gracie Hunter”), pero el italoamericano no es que viniera muy contrastado a este enfrentamiento, más viendo que su carrera en el wrestling ha sido más comedia que otra cosa. Pero nada más lejos de la verdad, la leyenda nipona se enfrentó a un antiguo judoca que ni de broma desentonó ante uno de los más grandes. Una sorpresa increíblemente agradable en definitiva. No solo fue por la habilidad de Santino, también lo fue porque el choque de estilos fue la mar de bueno, uno más agresivo basado en el judo contra otro cuyo fundamento se basaba en trabajar precisa y velozmente en la lona. Molaba ver a Santino arrojar a su rival y usar fuerza bruta en las llaves, pero la maestría y la técnica con la que Sakuraba cambiaba entre llaves y entre ataque-defensa era bella sin igual. Tiene más de cincuenta palos y se nota pero quien tuvo retuvo, viéndose esto en esos pequeños momentos mencionados. Ver como se hace una llave de pierna o un cambio de guardia mola, pero ver como lo hace el “Gracie Hunter” mola aún más. En resumen, una delicia para los fans de este evento que concluyó con un “Kimura Lock” de Sakuraba para lograr la victoria vía rendición.


MINORU SUZUKI VS TIMOTHY THATCHER

Otro de los combates que más esperaba de la noche, uno que enfrentaba a dos luchadores que, si no me falla la memoria, no se habían enfrentado antes entre sí pero que sin duda estaban hechos para verse las caras en un combate. Estoy hablando de este Minoru Suzuki contra Timothy Thatcher. Si los anteriores combates fueron unos con mucho peso del lado “realista” de este shoot wrestling, este ya recayó más en lo que hace que la lucha libre mole tanto. Se dejaron de grappling y striking realistas para caer en los intercambios de golpes y llaves por turnos más vistos en la lucha libre junto a las chorradas de arrojarse sillas y lanzarse contra los comentaristas, pero no por esto la lucha es peor. Se enfrentaban entre si dos tipos que manejan de esto (uno de ellos ha sido rey de Pancrase) pero que, también, se les da cojonudo el wrestling. En resumen, el primer combate hibrido de la noche que tira un poquito más por el show emotivo que es la lucha libre que por la faceta deportiva y técnica de las MMA. ¿Resultado? Buen enfrentamiento corto que se lleva Minoru Suzuki vía KO gracias a su infalible “Gotch Style Piledriver”.


FINAL BLOODSPORT BUSHIDO TOURNAMENT: HIDEKI SUZUKI VS ERIK HAMMER

Era turno del previo al evento principal, siendo este la final del minitorneo de una sola noche llamado Bloodsport Bushido Tournament entre el gigantón calvo tatuado llamado Erik Hammer y la mala bestia nipona llamada Hideki Suzuki. Esta final, a diferencia de las semifinales, buscaría definirse en las distancias cortas. No solo por parte del americano gracias a su fuerza y a los fuertes golpes vistos sino también por parte del japonés gracias a sus habilidades judocas y las obtenidas a lo largo de su carrera en la lucha libre. Este previo a lo tocho del show estuvo bien, se vieron cositas de anteriores luchas que nos gustaron más un buen trabajo a ras de lona entre dos gigantones pero no mucho más. Le faltó algo de chicha, algo de mala baba como si fuera la margarina de lo maligno, porque esta guay ver lo que vimos pero si tienes a dos mostrencos con pintas de muy mala ostia al menos quieres ver un poco de golpiza violenta entre ambos. Una lucha un correcta al que le faltó picante que concluyó con victoria del japonés gracias a una variante poco ortodoxa del “Ankle Lock”.


JOSH BARNETT BS JON MOXLEY

Llegábamos al main event, al evento principal, a la crema de la crema, un combate que enfrentaba al creador de estos shows contra el rival de su elección. Un exluchador de MMA de prestigio se enfrentaría al actual campeón mundial IWGP, el main event sería Josh Barnett contra Jon Moxley. El combate empezó con la temática del resto de la velada, un intercambio de llaves al raso entre los dos luchadores, quienes decidieron ignorar el striking (salvo momentos muy puntuales por la necesidad) centrándose en la parte técnica. Una temática que se prolongó casi hasta la mitad, como si del primer acto de esta obra se tratase. Lo bueno fue en la segunda fase de la lucha, una que comenzó cuando Josh Barnett se hartó de jugar al juego del grappling y empezó a arrojar a Mox de maneras violentas dentro y fuera del ring (incluso de fuera a dentro y viceversa), incluso clavando un brutal “Brainbuster”. Pero cuando de verdad empezaron las emociones fuertes fue cuando, efectivamente, Jon Moxley empezó a sangrar a chorros. El spot fue brutal, ya que Josh Barnett arrojó como si de Claudio Castagnoli se tratase a Mox contra el poste descubierto al ser incapaz de conectar una llave teniendo las dos piernas de su rival atrapadas. Volvíamos al llaveo a ras de lona pero esta vez con un componente más brutal, con un Mox ensangrentado de cabeza a piernas peleando contra Barnett para hacerle rendir y a la vez contra sí mismo en un duelo por no desmayarse ante toda la sangre perdida. El rojo teñía por completo a Mox, teñía la lona y también manchaba por completo a Barnett en una escena visualmente perturbadora a la par que hipnotizante, como si de una de esas pelis de peleas de Van Damme de los 80 se tratase. Hubo llaveo, hubo golpes, hubo ataques violentos, hubo sangre, hubo wrestling, hubo de todo. Esta obra magna de la violencia concluyó como tocaba, con un Mox sangriento asestando brutales puñetazos sobre un Barnett que ya se encontraba noqueado tras una brutal “Tiger Bomb” seguido de un doble pisotón. Un combate sensacional sin duda que entra de cabezas en mi top de este 2024.


Que os voy a decir, me voy contentísimo después de verme las tres horas que ha durado esta última iteración en tierras niponas de la creación de Josh Barnett. Me ha encantado, más sabiendo que este evento ha pegado un cierto giro. No es uno de 180º pero sí que es un cambio notable. Hemos pasado de tener un elemento más espectáculo en esos pequeños recintos con una sensación de torneo de artes marciales underground a una competición deportiva con cierto valor y prestigio, tanto por cómo han sido los combates como el donde se ha celebrado. ¿Lo primero es malo? Ni de broma, a mí me encanta, pero este girito en el primer show celebrado en la cuna del “shoot wrestling” y de las MMA casa a la perfección y, sobre todo, funciona genial. Prueba de fuego para esta primera edición Bushido de Bloodsport superada con creces, ojalá veamos más pronto que tarde una segunda.

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