La temporada de primavera se nos ha presentado, una vez más, con una gran cantidad de anime para todos los tipos de fan del género. Una temporada que, de manera curiosa, ha sido una que tenía donde elegir a mansalva y que he decidido tomármela como algo más de relax en cuanto a cantidad de animes. A diferencia de años anteriores, parece ser que en este 2024 estoy tomándome esto con más calma y no busco visualizar a mansalva lo nuevo. Dentro de esta criba de tantos títulos que quiero ver y que voy a hacerlo en algún punto a futuro como puede ser ‘Dead Dead Demons Dededede Destruction’ o lo nuevo de ‘Konosuba’, aquí os traigo mi opinión sobre las tres cositas que han salido en esta temporada primaveral de 2024.
WIND BREAKER
A la pequeña ciudad de Makochi llega Haruka Sakuna, un joven de instituto el cual su apariencia y su forma de ser poco sociable le convirtieron en un paria, aunque esto hizo que se convirtiera en un peleador nato. Sin intención de hacer amigos nuestro protagonista llega a su nuevo hogar con la única intención de llegar a la cima del instituto Furin, conocido por la fuerza de sus peleadores en vez de por sus éxitos académicos. Para su sorpresa, al llegar a Makochi es tratado de manera amable y cariñosa solamente por llevar el uniforme del Furin, quienes son considerados protectores de la ciudad. De esto va Wind Breaker, de la historia de como Haruka debe de abandonar su frialdad, formar amistades y proteger a la gente tras años de abandono social para cumplir su único objetivo: ser el peleador más fuerte y llegar a la cima.
Quien lea lo que voy a decir a continuación posiblemente me salte al cuello pero me da igual: ¡WINDBREAKER NO TIENE HISTORIA! No la tiene, el prota tiene cierto trasfondo y un objetivo pero ya, nadie más parece tener algo, la historia no avanza de manera general a una dirección. Posiblemente sea un garrulo que no sabe cazar estas cosas pero para mí no tiene historia, punto. ¿Importa que la tenga? Para absolutamente nada, porque Wind Breaker destaca mucho en un único concepto: las peleas. Me da igual todo lo demás porque este anime brilla una absoluta barbaridad en este apartado. No solo las escenas son una absoluta y completa maravilla en cuanto a animación, es que todo lo que rodea a esto hace que la experiencia se eleve un 1000%: los personajes son carismáticos de pelotas tanto por diseño como por personalidad, la dirección es sensacional, la banda sonora acompaña perfectamente y los escenarios donde ocurren estas peleas son reconocibles y sumamente coloridos (o no si lo necesita). Todo casa perfectamente, CloverWorks sabía lo que tenía entre manos y como explotarlo. Sin duda es un anime curioso, la historia me importa un carajo y ni me acuerdo del nombre de la gran mayoría de personajes pero esas peleas las tengo grabadas a fuego en la cabeza gracias a lo sensacionales que son. Sinceramente, Wind Breaker es la definición máxima de “anime de peleítas” y yo que lo celebro.
GUARDIANES DE LA NOCHE (T4)
Tras salvar a los herreros del cuerpo cazademonios y acabar con la cuarta y quinta luna superior, Tanjiro y compañía regresan a la villa tanto para recuperarse como para formar parte del nuevo entrenamiento de los pilares. Este duro y largo entrenamiento busca convertir a los miembros del cuerpo en guerreros listos para una última gran batalla: acabar con Muzan Kibutsuji de una vez por todas. A su vez, Muzan busca de manera incesante a Nezuko, la hermana de Tanjiro, quien se ha convertido en el primer demonio en resistir a la luz del sol, lo que lleva buscando Muzan desde su transformación en esta bestia. Dos planes que, sin duda, llevarán a un choque inevitable entre ambos frentes en la que va a resultar la gran y última batalla entre demonios y humanos.
Ocho episodios (diez si contamos que el primero y el segundo fuero dobles) los cuales se me indigestaron de gran manera en la mayoría de su duración. El propósito de Ufotable y el resto del comité productivo era claro, cerrar este anime con una trilogía en cines para su arco final. La cosa es que se encontraban con un pequeño impedimento, que entre dicho arco y el de la aldea de los herreros había un miniarco de unos doce capítulos del manga. ¿Qué pensaron la gente a cargo del anime? Pues una temporada. ¿Cuál fue el resultado? Relleno y más relleno. Quitando el episodio final, el cual fue redondo en cuanto a lo que pretendía ser, el resto de esta temporadita no fueron más que episodios casi vacíos en su totalidad al querer estirar al máximo el chicle que supone este arco. Tal fue el nivel que algunos episodios solamente adaptaban dos páginas de un capítulo del manga y el resto era ampliar este contenido o sacarse de la chistera algo nuevo de una manera no tan brillante. En resumen, esta cuarta temporada de Demon Slayer no ha sido más que una forma de ganar tiempo para las películas, colocar este arco corto pero necesario para la historia en televisión y de paso ganar dinerito con la emisión de este. Quitando el gran capítulo final, el resto no ha sido para tanto ni la forma de presentarlo ha sido la mejor, pudiéndose añadir esto como un pequeño punto introductorio de la trilogía final o dentro de la temporada anterior.
KAIJU Nº8
El eje central de esta historia es Kafka Hibino, fulano de 32 años que trabaja limpiando los restos de los kaijus muertos, enormes monstruos aniquilados por las Fuerzas de Defensa, quienes les dan caza para evitar males mayores. Esa fuerza de defensa era el trabajo de ensueño de Kafka, quien buscaba entrar en ella junto a su amiga de la infancia llamada Mina Ashiro para evitar la destrucción que ellos mismos vieron en su ciudad natal. La vida es caprichosa, ella es un alto rango del cuerpo mientras el limpia los restos de su trabajo. Pero todo esto da un giro radical, ya que después de salvar la vida de su compañero Reno Ichikawa este consigue de manera misteriosa la habilidad de transformarse en uno de estos monstruos. Con este nuevo poder y una ilusión ferviente, Kafka y Reno consiguen entrar a esta prestigiosa unidad militar, aunque todavía tiene por delante crecer en el cuerpo y demostrar que no es un viejo inútil que ha entrado de rebote, eso y proteger su identidad como el bautizado “kaiju número ocho”.
Quitémonos las preguntas obvias cuanto antes, ¿es este otro shonen megahypeado más? Pues sí, para que engañarnos, pero no por ello lo hace menos divertido. Donde y como se produce la historia está genial, un mundo lleno de bichos malosos gigantes con un equipo especializado en derrotarlos al cual se une nuestro prota. Este posiblemente es el punto que más me gusta de Kaiju Nº8, el bueno de Kafka Hibino. Digamos que, dentro de lo típico visto en estos animes, Kafka se aleja de lo que viene siendo la norma. Si, es una iteración más del protagonista aparentemente inútil pero con un gran poder, la cosa es que no tenemos delante a un adolescente que quiere llegar lejos sino a un treintañero bastante inútil y sin éxito en la vida el cual solo busca cumplir una promesa a base de esfuerzo y la inteligencia que le da tanto la experiencia laboral previa como la vital. Es el puntito clave en este anime, un protagonista entrañable y que no solo genera simpatía sino también cierto punto de empatía. Lo demás que rodea a este personaje y que compone en su totalidad Kaiju Nº8 no son más que los típicos elementos que te puedes encontrar en multitud de animes shonen. Quitando a Kafka, el anime no hace nada diferente. ¿Eso es malo? Para nada, posiblemente no haya llegado a esos niveles tan brutales de hype que había antes de su emisión pero sin duda cae en ese saco de animes simples pero efectivos. No todo tiene que ser enrevesado o una genialidad, a veces necesitamos ver un anime que solamente vaya de darse piñas o, en este caso, de matar monstruos de todo tipo. En resumen, Kaiju Nº8 no es más que el enésimo shonen de acción vanagloriado que está lejos de ser una obra magna del medio pero que sin duda entra de manera sencilla y entretiene lo suficiente, uno que, por cierto, cuenta con mi ending favorito de la temporada.
Cerramos la temporada de primavera indicando que ha sido una donde ha habido, como se diría en mi pueblo, bastante chicha pero que no ha tenido un “petardazo” de estos que te llevan la temporada en volandas en mi humilde opinión. Hemos tenido ‘Demon Slayer’ y ‘Kaiju Nº8’ entre otras junto a mil continuaciones deseadas pero ninguna ha aterrizado de pie en una sensación de espectacularidad, ya que en los dos ejemplos puestos tenemos que ha sido relleno puro en el primer caso y un anime algo sobrehypeado en el segundo. Esto no indica que haya habido poquita cosa buena, todo lo contrario, no mucho pico alto pero si una batería constante de animes de una buena calidad de donde rascar, algo que no me parece que vaya a ocurrir en la temporada de verano a simple vista (ya hablaremos de esto en unos meses). En el simuldub tampoco ha habido mucho, un buen doblaje para el anime del kaiju junto a dos continuaciones que no puedo juzgar al no haberlas visto ya que no son santo de mi devoción, algo que sin duda ha pintado mejor que el ya comentado descalabro veraniego. En resumen, buena temporada con cositas esperadas que puede que no hayan cumplido expectativas pero que sin duda han dado un resultado más que bueno.