Review NJPW G1 Climax 34: el premio a un trabajo superlativo

Champion’s Carnival, N1 Victory, King of Gate, D-Oh Grand Prix, 5 Star Grand Prix… todos estos nombres forman parte de una maravillosa colección denominada “grandes torneos del wrestling japonés”. Es verdad que nos hemos dejado los de por parejas o alguno a eliminación pura pero es buena lista, una comandada sin duda por el rey de esto: el G1 Climax. Ya estamos en época de este torneo, en concreto de su trigésimocuarta edición, una que sin duda nos deja en una situación aún mejor de la del año pasado. No solo la gran duda de quién puede salir ganador resuena de nuevo sino que, por fin, NJPW vuelve a rescatar el formato de dos bloques de diez que tanto nos encanta y que vuelve tres años después. Un formato al que se le añade un picante extra, un ronda final a eliminatoria simple entre los tres mejores de ambos grupos. Con este regreso del formato antiguo con un girito extra y una incertidumbre absoluta de quien puede salir ganador llegamos a este G1 Climax 34, así que veamos que tal ha pintado este mes de wrestling absolutamente genial sin pausa y respiro.


GRUPO A

  • El bueno - Zack Sabre Jr: Casi sin sorprender a nadie, y ese casi es porque Shingo Takagi también se encontraba en este grupo, Zack Sabre Jr. sale de este bloque A como el MVP del grupo y casi del torneo en esta fase de no ser por el que se ha proclamado mejor wrestler del grupo B. El británico es sin duda de lo mejorcito que tiene NJPW desde ese 2020 en donde fue parte clave de una New Japan muy mermada por culpa de la pandemia, e incluso a pesar de ser campeón de un título bastante menor, ZSJ es sin duda talento top en la compañía nipona por no decir en la lucha libre mundial. Con grandes combates y cerrando su pase como primer clasificado con un balance de 7-2 y habiendo cerrado su pase como primero una jornada antes que el resto, el de Sheppey vuelve a demostrar que lo raro no es que esté en esta posición de victorias y prestigio sino que no lo esté haciendo como campeón mundial IWGP.

  • El malo - Tetsuya Naito: Duele escribir esto, pero sin duda el peor del grupo, o mejor dicho, la decepción del grupo ha sido Tetsuya Naito. Tras un combate duro de digerir en Forbidden Door donde recuperó el campeonato mundial IWGP de manos de Jon Moxley, ingresaba en este torneo como campeón y con el horizonte bastante claro: tener su último evento principal en el Tokyo Dome. La cosa es que, según pasan los días, cada vez tengo más claro que esto no es una buena idea. Como ejemplo claro está este G1 Climax, uno en donde su estado físico actual ha sacado el peor lado del ingobernable, haciendo incluso que coseche un resultado de 5-4 que le deje fuera de ese top tres que clasifica a la ronda final. A sus 42 años su estado físico le está lastrando de manera brutal, y al igual que con Hiroshi Tanahashi hace no mucho, la necesidad de la compañía de tenerle en dicha posición hace que estemos viendo su peor faceta. Sus problemas de visión, sus dos rodillas hechas polvo y el resto de su estado físico ha hecho que veamos actuaciones bastante flojas de un campeón mundial que no debería de ser campeón mundial. La culpa ya hemos dicho de quien es, de New Japan, quien necesita de su última gran estrella del pasado para hacer un pase de antorcha que debería de haberse hecho hace uno o dos años, un acto de tirar de nostalgia para construir un futuro que debería de estar ya construido. En resumen, actuación dura de ver de un Naito que está haciendo todo lo que puede en una situación culpa de la mala gestión creativa y empresarial de NJPW.

  • La sorpresa - Gabe Kidd: Es sorprendente que la sorpresa de este grupo en esta edición del torneo sea la sorpresa del año pasado, valga la redundancia. Después de repetir la misma palabra (o variaciones de esta) tres veces, este galardón se lo lleva Gabe Kidd por segundo año consecutivo de manera absolutamente merecida. En su primer G1, y tras una irrupción y actuación aparentemente inmejorables, el británico va y la mejora. El año pasado tuvimos esos despuntes de brutalidad y locura dignas de un hooligan del Millwall o del Leeds, pero es que en este 2024 estamos viendo que a ese puntito de personalidad que tanto nos mola se le añade poco a poco capas de un wrestling muy del estilo brawler de alto impacto visto en AJPW en los 90 de la mano de gaijins como “Dr. Death” Steve Williams. El año pasado decíamos que Gabe Kidd podría ser perfectamente el líder del Bullet Club por delante de David Finlay, pero en este 2024 no sólo lo afirmamos rotundamente sino que lo imploramos. Si yo fuera NJPW le daría todo el dinero y oportunidades a este chaval de 27 años porque, sin duda alguna, va a ser el futuro de la compañía junto a otro par de nombres que revolotean por New Japan.

  • El combate - Gabe Kidd VS Zack Sabre Jr: El mejor combate de todo este grupo debería de ser el que enfrente al mejor y a la sorpresa. Tiene sentido, ¿no? Pues sí la verdad, tiene sentido, y por eso más algún otro motivo añadido esta es mi selección personal para la mejor lucha del grupo. Este encuentro fue marrullero, barriobajero o de bajarse al barro si quieres llamarlo de alguna otra forma. Dos estilos marrulleros distintos, ya que uno era puro golpe y el otro desmembramiento, pero dos estilos marrulleros al fin y al cabo. Este choque de estilos casaba a las mil maravillas, funcionaba porque el intercambio era constante y porque tienes a dos maestros en sus respectivos estilos o formas de luchar. Fue brutal, fue intenso y por tener tuvo intercambios de sopapos que emitían sonidos dignos de machacar carne con tus propias manos en vez de con una maza para cocina. De Gabe se esperaba, pero siempre sorprende que ZSJ golpee tan fuerte y tan vehemente viendo su estilo y aspecto físico. Fue como ver una lucha de esas japonesas retro donde se mataban a golpe limpio pero con el girito de que ZSJ tiene la capacidad de manipular y romper extremidades de formas absurdamente creativas. Esto fue determinante, ya que Zack consiguió atacar brillantemente el brazo derecho de Kidd, algo que no solo mitigó los brutales ataques de su oponente sino que fue vital para su victoria. Tras poco más de cuarto de hora, Zack Sabre Jr. cerró el combate con un brutal mataleón que dejó con solo dos opciones a Gabe Kidd: rendirse o caer inconsciente, siendo la segunda la opción tomada por el miembro de War Dogs. Sensacional sin duda.


GRUPO B

  • El bueno - Konosuke Takeshita: En un grupo en el que todo quedó absurdamente parejo y donde seis de los diez miembros del grupo llegaron vivos a la última jornada, el MVP de este bloque estaba claro desde el día uno: Konosuke Takeshita. El nipón es uno de los mejores del mundo de manera clara y los que lo sabemos sufrimos con su estancia en AEW porque se encuentra en un limbo incomprensible. Bastante absurdo vencer limpiamente a Kenny Omega y después pasarse un año sin hacer algo de peso e importancia. Aun con estas, la llegada de Take a este G1 fue como un regalo caído del cielo en su anuncio, siendo aún mejor cuando se materializó. De verdad que no puedo remarcar la actuación de este luchador japonés, no hay palabras para describir lo absurdamente buena que ha sido. Aunque haya cosechado solamente un 5-4 que le ha permitido pasar a la fase final casi en el descuento, Takeshita ha cosechado unos nueve encuentros sensacionales luciendo como si valiera millones de dólares. No recordaba una actuación tan increíble desde Kenny Omega en ese legendario G1 Climax 26 celebrado en 2016. Que pena que no vaya a ganar el torneo porque viene de prestado por AEW pero diosito mío que joya tiene Tony Khan y que poco la está aprovechando (venga presidente Tanahashi róbales a Take), ojalá que esta actuación estelar cambie este panorama, aunque si Omega no lo consiguió pues difícil está la cosa.

  • El malo - Ren Narita: Que en el otro grupo librarse EVIL de llevarse un palo no significa que alguien de House Of Torture se vaya a librar, siendo este Ren Narita. El joven luchador pasó de ser el soso e intrascendente aprendiz de Katsuyori Shibata a ser el otro gran tramposo del subgrupo del Bullet Club. Al igual que EVIL, Ren no es un mal luchador, lo que pasa es que el contexto actual que rodea a todo su wrestling es tétrico. A diferencia de EVIL, quien ya domina y maneja todo este conjunto de asco y trampas a la perfección, Narita se ve perjudicado por todo esto. Si, es verdad que el sumarse a la facción y el cambiarse a villano le dio toda esa personalidad y carácter que le faltaba pero ya ha llegado a un punto donde actualmente es más contraproducente que otra cosa. ¿Ren Narita funciona bien como “heel”? Pues sí, pero podría ser otro tipo de “heel” la verdad, y si no me creéis mirar las valoraciones de los combates de su G1 Climax en Cagematch, absoluto drama.

  • La sorpresa - Oleg Boltin: El bloque B ha sido sin duda por lo ya mencionado el bloque de las sorpresas y de los resultados ajustados, y quitando el ascenso a la cima de Yuya Uemura que a tantos ha pillado por sorpresa (menos a mí porque sabía el talento que tenía y tiene) en este grupo sin duda alguna el que más ha destacado por esa sorpresa ya comentada ha sido Oleg Boltin. El kazajo de 31 años dio el salto de su algo longeva carrera de lucha libre olímpica, en donde se convirtió en campeón asiático, al puroresu en 2022 cuando entró al dojo de NJPW. Después de pasar su etapa como “young lion” y sin haber necesitado de la típica excursión, Boltin tenía su primera prueba de fuego como wrestler del roster principal a pleno derecho en este G1 y sin duda no sólo no ha defraudado sino que ha demostrado grandes cosas. Con su experiencia pasada y sus grandes dimensiones físicas, el kazajo ha demostrado encajar como un guante en ese roll de “powerhouse” apoyado por los fans en el que otros luchadores como Jeff Cobb se encuentran y brillan tanto (un luchador que tiene su mismo pasado incluso llegando a las olimpiadas con Guam). En estos nueve enfrentamientos ha conseguido un buen 4-5 en un grupo increíblemente apretado dando grandes luchas y obteniendo victorias contra gente como Konosuke Takeshita o El Phantasmo. No creo que este sea la gran próxima estrella de NJPW pero sin duda la compañía nipona se ha asegurado un luchador de categoría y calidad perfecto para la mitad de la cartelera y para sacarte de apuros importantes, un Tomohiro Ishii o un Jeff Cobb para unos cuantos años sin duda.

  • El combate - Konosuke Takeshita VS El Phantasmo: Korakuen Hall es sin duda el recinto por excelencia de la lucha libre japonesa, un pequeño pabellón con unas 2.000 personas de capacidad donde parece que cuando hay un ring en medio del graderío la magia aparece. Este es el caso sin duda del mejor encuentro de este grupo A, combate que sin duda puede ser considerado el mejor de esta fase grupal y a priori de todo el torneo. Se enfrentaban Konosuke Takeshita, el MVP y la revolución del torneo, y El Phantasmo, siempre confiable para dar un mínimo de calidad alto. Sobre la lucha aquí poco que decir más que “sienta tu culo delante de la televisión y mira esta maravillosa pieza de arte de 17 minutos y 22 segundos”. Era de esperar un gran combate pero que fuera tan bueno me parece absurdo de narices. Se juntaron todos los elementos perfectos para dar un combate de cinco estrellas: dos luchadores sensacionales con una química entre ellos aún más sensacional, unos fans que hacían retumbar las paredes del pequeño pero vibrante Korakuen Hall, una aniquilacion contra una mesa y una recta final de puro infarto. Al final la victoria y los dos puntos cayeron del lado de Takeshita gracias a su “Falcon Arrow” en un duelo brutal de principio a fin tan bueno que hizo plantearse al mismísimo Dave Meltzer si estaba sobrevalorando demasiado otros shows y compañías como la WWE y su show de lunes llamado RAW. De verdad, por cosas como esta es tan maravilloso el G1 Climax.


FASE FINAL

Después de una jornada final igualada a niveles absurdos para ambos bloques (sobre todo para el B), llegamos a este playoff final con los tres mejores de cada grupo. Seis luchadores, tres fases eliminatorias y solo un ganador del torneo más prestigioso del wrestling mundial. En el grupo A teníamos que Shingo Takagi se vería las caras frente a Great-O-Khan para determinar quién se enfrentaría a Zack Sabre Jr. por ser el finalista del respectivo grupo. En el otro lado del cuadro se repetía esta casuística con Yota Tsuji y Konosuke Takeshita, siendo el líder del grupo y el oponente del vencedor de este combate David Finlay. En el lado A de la eliminatoria teníamos que ZSJ aprovechaba la ventaja de tener un combate menos y también su increíble estado de forma tras hacer rendir a Shingo Takagi, quien evitó la segunda sorpresa del torneo de Great-O-Khan aunque salió de ese duelo duramente debilitado, algo que le daría la ligera ventaja necesaria para la victoria al británico. En el otro lado, Yota Tsuji avanzaba a la final tras dos victorias de valor y peso, primero venciendo a Konosuke Takeshita en un enfrentamiento sensacional y luego derrotando a David Finlay en un combate algo peor que el anterior pero no por ello de mala calidad porque, en verdad, fue el mejor combate del germano-irlandes en todo su G1 Climax. Con las fases eliminatorias de este sensacional formato de playoff cerradas, quedaba determinada una final para la historia: Yota Tsuji contra Zack Sabre Jr. Por el nombre de ambos posiblemente lo de “final para la historia” suene raro de narices pero técnicamente lo es. Por un lado, tenemos que una victoria de ZSJ le convertiría en el segundo “gaijin” de la historia en ganar el torneo en sus treinta y cuatro ediciones, siendo esa primera victoria ese legendario G1 Climax 26 de Kenny Omega en 2016. Por el otro lado, si el miembro de LIJ conquistaba este G1 sería el primer luchador de la historia en ganar en un mismo año la New Japan Cup y el G1 desde la creación del primer torneo mencionado allá en 2005. Dos luchadores con bagaje, pedigrí y capacidad para cargarse a la espalda NJPW tienen ante ellos la posibilidad de coronarse reyes del wrestling.

Llegaba el 18 de agosto, casi un mes después de que este torneo arrancase, y tocaba cerrar este maravilloso mes en un recinto perfecto para la ocasión con una final inmejorable. El Ryōgoku Sumo Hall de Tokio vería la final histórica entre Zack Sabre Jr. y Yota Tsuji por ver quien conquistaba el G1 y por ver quien se ganaba un billete hacia el evento principal del Tokyo Dome. Pocas veces digo esto en el wrestling pero tanto la cabeza como el corazón se encontraban divididos. Ante mi estaban mis dos favoritos a ganar el torneo, dos de mis luchadores favoritos de NJPW y dos de mis opciones donde creo genuinamente que deberían salir campeones de Wrestle Kingdom. Con esto solo quedaba espacio para la razón, pero es que esa parte también estaba dividida ya que tiene todo el sentido del mundo cualquiera de las dos victorias: el relevo generacional perfecto contra establecer como número uno a tu mejor y más confiable miembro del roster. Llegaba esa noche de domingo en Japón, ese día 18 que pondría final al torneo, llegaba el día en el que tendríamos una noche memorable de una forma u otra. Tras media hora de un enfrentamiento digno del escenario y las expectativas, Zack Sabre Jr. lograba lo impensable hace años ya que nadie creía que otro “gaijin” iba a lograrlo y se convertía en ganador del G1 Climax, un premio que no puedo remarcar lo merecido que es. La victoria y el trofeo es merecido no solo por una actuación estelar en este torneo y no solo por ser uno de los mejores luchadores del planeta, lo es también porque nada ni nadie ha hecho por NJPW lo que ha hecho ZSJ. Se quedó en Japón durante la pandemia y en estos cuatro años ha sido una pieza fundamental de la compañía a muchísimos niveles, el cariño y respeto obtenidos por esto se vio claro en el estruendo que pegó todo el recinto cuando Zack hizo rendir a Tsuji. Que gran momento, que gran final, que gran G1 Climax.


Sin duda, esta edición del G1 Climax ha sido una sorpresa grata de principio a fin, incluso en el significado de ambas palabras por separado. Grato ha sido un rato, no solo por la vuelta al formato clásico que tanto nos gusta a los fans sino también por las decisiones tomadas, la calidad de los enfrentamientos y el novedoso sistema de playoff que mejoró tanto el tramo final como la propia fase de grupos al volverla aún más ajustada. Sorpresivo ha sido también, nadie pensaba que ZSJ iba a lograr lo que ha logrado ni tampoco quienes iban a pasar de ronda y como lo han hecho. Incluso esto de sorprender va más allá, ya que el actual “Mr. G1” no quiere esperar al Tokyo Dome y quiere retar a Naito en el show de “King Of Pro Wrestling” con la intención de llegar campeón al show celebrado en su Inglaterra natal que ocurre dos semanas después (y porque Naito no está como para aguantar el llegar campeón al cuatro de enero). Todo esto, la lesión de Yuya Uemura, la ausencia de planes claros para muchos luchadores, Yota retando por el campeonato televisivo (esto ningún sentido tiene)... ¿Cuál es el panorama entonces? No lo sabemos, pero esto despierta en mí ciertas ganas y emoción por NJPW que hacía años que no sentía. De momento solo puedo decir que, efectivamente, esté G1 Climax 34 ha sido sublime.

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