Review WWE SummerSlam 2024: una sacudida de los cimientos con toque de telenovela

El pasado domingo fue fecha de la 37º edición de uno de los cuatro grandes de la WWE y, por qué no decirlo, del wrestling internacional: SummerSlam. A principios de agosto, y ya afianzando el cambio de fecha a esta época en vez de a finales del mismo mes, se celebra el considerado show más grande del verano en esto de la lucha libre (aunque hay otro celebrado en Wembley a finales de mes que ha ganado bastante relevancia), y para esta edición contamos con una cartelera más corta de lo habitual debido al nuevo plan de menos combates por PPV (o PLE en jerga de la compañía). ¿Cambio a peor? Veremos qué tal, pero sin duda viendo los enfrentamientos y las historias que nos han llevado hasta aquí posiblemente veamos un show de buena calidad.


WWE WOMEN'S WORLD CHAMPIONSHIP: LIV MORGAN © VS RHEA RIPLEY

Arrancaba esta velada veraniega icónica dentro de WWE y del wrestling en general con la telenovela del momento vista entre la campeona mundial femenina y dos miembros de Judgement Day. Era turno del primer combate, del regreso a la escena titular de Rhea Ripley, que buscaba recuperar el campeonato que perdió por lesión de las manos de Liv Morgan, justamente la persona que la sacó de los cuadriláteros durante meses. En el esquinero de la excampeona se encontraba Dirty Dom, un tercero en esta especie de triángulo amoroso, ya que “papi” resistió las tentaciones de Liv y la rechazó duramente en favor de su “mami”. Como si de ese combate de 2005 entre Eddie y Rey se tratase, posiblemente la custodia de Dominick estará en juego junto al campeonato mundial femenino de la WWE. ¿Sera Rhea quien gane el titulo y a Dom? ¿Curará Liv su corazón roto con una victoria titular? Habrá que ver.

Este openener fue sencillo y nos dio lo esperado durante sus poco más de quince minutos que duró. El plan era sencillo, Liv buscaba sacar ventaja con todas y cada una de las maneras lógicas que había sobre la mesa: si no era explotar la desesperación generada a su oponente durante estas semanas era atacar el hombro anteriormente lastimado de su rival. El plan de Rhea era distinto pero también predecible: buscaba dominar el combate a base de poderío físico a la vez que se tomaba su ventaja lentamente incluso dándole envidia y celos junto a Dom. Esto dio un combate con momentos de pura paliza de Rhea donde Liv consiguió encontrar refugio y oportunidades atacando el hombro, incluso habiendo un momento donde este se salió y la excampeona tuvo que recolocárselo golpeándose contra la mesa de comentaristas (brutal y chulo a partes iguales). Todo esto nos dio un encuentro sencillo como ya comenté pero curioso a la vez, uno con muchos momentos donde una luchadora dominaba por encima de la otra gracias a explotar poderíos y/o vulnerabilidades. Digo curioso porque este encuentro fue un 50/50 actuando ambas como las villanas de esta historia, algo raro cuando lo normal en este tipo de combates que dos favoritos del publico luchen en igualdad de condiciones y expectativas, no un “heel vs heel”. Después de todos estos momentos llegamos a la recta final, a los momentos igualados, a aquella zona de la lucha donde cualquier detalle y mínima diferencia determina la lucha, siendo en este caso uno muy claro: Dirty Dom. Ocurrió lo impensable, la traición de “papi” para servirle la victoria a su nueva “mami”. Oblivion de Liv a Rhea contra una silla mientras Dom distraía al árbitro y beso de ambos para celebrar esta victoria y cerrar este culebrón digno de telenovela.


WWE INTERCONTINENTAL CHAMPIONSHIP: SAMI ZAYN © VS BRON BREAKKER

Llegaba la segunda lucha titular del evento, una revancha entre el campeón intercontinental Sami Zayn y el aspirante Bron Breakker, quien no pudo hacerse con el título en el evento de Money In The Bank. Una revancha con clara animosidad, una generada por el joven sobrino de Scott Steiner tras perder de manera dolorosa y avivada después de que el propio Bron destrozase a cualquiera que se pusiese en su camino. Con todo esto llegaba esta revancha, una que se sintió increíblemente pobre e innecesaria. No es por criticar a los participantes porque Sami Zayn me encanta y Bron Breaker me parece el luchador con más futuro de toda la WWE, pero cinco minutos de combate para una revancha que nunca debería de haberse dado me parece mala decisión. Si, se toma la decisión correcta en mi opinión, una victoria de Bron Breakker para coronarse campeón intercontinental, pero esta victoria se podría haber dado en un combate más extenso y sin necesidad de necesitar de dos partes sino de solo una. En resumen, no muy buen combate debido a su corta duración y, sobre todo, a que esto con más tiempo y con esta misma intensidad hubiera podido ser un encuentro sensacional porque lo de predecible no se lo quita nadie (algo que no es malo necesariamente).


WWE UNITED STATES CHAMPIONSHIP: LOGAN PAUL © VS LA KNIGHT

Llegábamos a la otra lucha por campeonato secundario, una en la que enfrentaban al héroe de la ciudad donde se celebraba este PPV contra una de las personas más queridas por la fanaticada de la WWE, estamos hablando de este Logan Paul contra LA Knight por el campeonato estadounidense. Combate con cierta ironía, ya que el “héroe” local fue tremendamente abucheado por su propia gente mientras que LA Knight recibía su típica y sonora ovación. Posiblemente tenga que ver con que el campeón es el malo de la historia y el aspirante sea de los luchadores más populares, posiblemente también tenga que ver que Paul es una persona no de muy buena calaña que ha vuelto a demostrar cierta bajeza moral y un enorme ego a través de la transfobia generada por ciertas “fake news” (no busquéis en Google el motivo de la ausencia de Logan Paul en la gira japonesa de WWE o lo de sus NFTs). Dejando el tremendo rapapolvo que le acabo de pegar, el combate en si fue entretenido de pelotas, arrancando directos a la acción gracias al tremendo odio entre ambos luchadores. Tuvo todo tipos de momentos, pasando por el típico spot donde hay de por medio botellas de PRIME como ese momento en el que LA Knight casi asesina al campeón gracias a un Fisherman Brainbuster desde la tercera cuerda. Es un combate que, además de esto comentado, sirve como ejemplo para demostrar que en el wrestling no hace falta ser un virtuoso con amplias habilidades sino que basta y sobra con tener un repertorio limitado y unas pocas habilidades las cuales sabes manejar a la perfección. LA Knight, por ejemplo, no es un genio en esto de la lucha libre y, comparado a otros, se queda corto en cuanto a habilidad en el ring, pero tiene un carisma sensacional y la capacidad para sacar todo tipo de emociones a los fans con solo un par de gestos, algo que se potencia aún más en un entorno como WWE donde puede explotar todos esos elementos. Con todo esto tuvimos un combate corto (poco más de doce minutos) pero intenso y emocionante de principio a fin, predecible viendo el resultado pero no por ello no hizo que los fans saltásemos por los aires con cada acción. En resumen, muy buen enfrentamiento que LA Knight se llevó para coronarse campeón estadounidense gracias a su fiable BFT en un muy buen spot final.


WWE WOMEN'S CHAMPIONSHIP: BAILEY © VS NIA JAX

Segundo y ultimo combate titular femenino de la noche, un David contra Goliath donde la campeona buscaba superar el mayor escollo de este reinado (mayor tanto por dificultad como por tamaño para que engañarnos). Bailey tenía en esta defensa como rival a Nia Jax, quien se ganó esta oportunidad al ganar el torneo de “Queen Of The Ring” para coronarse reina de este cuadrilátero de WWE. A esa reina solo le faltaba una corona acorde, y esa corona no es la que le concedieron en dicha victoria sino el titulo femenino de la compañía. Lo que vimos fue lo esperado sin duda alguna, doce minutitos de wrestling que no me decepcionaron pero de los que tampoco fueron algo mágico. Ya lo he dicho, no me decepcionó el encuentro, pero como tampoco esperaba algo que ni fuera un desastre ni una maravilla pues aquí estamos. Tuvo sus cositas, su spot que levantó al público de sus asientos, el amago de canjeo de maletín y la nueva campeona, una Nia Jax que destrozó a su oponente con dos “Powerbombs” brutales y dos de sus ya tradicionales brutales sentones desde el esquinero. Deberes hechos, a otra cosa.


DREW McINTYRE VS CM PUNK

Sin duda la historia del momento, por no decir la historia del año en el mundo del wrestling. El pasado mes de noviembre, CM Punk regresaba a la WWE tras casi diez años fuera de la compañía. Un regreso sin duda candente, tanto para los fans en WWE del oriundo de Chicago que ansiaban su regreso a la compañía como para aquellos fans de AEW que vieron las formas y las maneras tan lamentables de su salida. ¿Mi opinión sobre esto? La he comentado demasiadas veces, tanto hablando de su salida como comentando las dudas que me generaron su regreso a la federación (aquí un post hablando sobre ello). Volviendo al tema, después de ese regreso volvía a subirse a un ring en la edición de 2024 del Royal Rumble, edición que no solo no acabó ganando sino que, además, fue la noche donde volvió a lesionarse del tríceps. Esa lesión levantaba dudas y generaba runrunes pero, a la vez, nos daba una de las mejores historias que ha tenido WWE recientemente. El odio entre Drew y Punk era tal que trascendía cualquier historia y parecía basarse en un elemento que lucía ciertamente real, como si estos dos se odiasen de verdad. Aunque la historia tuviera momentos que a mí me parecían innecesarios (los palitos y pullitas a AEW no sorprendieron a nadie viendo que Pepsiman no da puntada sin hilo nunca), se estaba desarrollando genial, incluso contando con Seth Rollins como tercero en discordia gracias a lo ocurrido en Money In The Bank, quien actuará como árbitro en este capítulo final de esta gran historia. Que empiece la fiesta.

Las expectativas eran altas y, por desgracia, el combate no las cumplió para mí. Si el regreso de Punk al wrestling en AEW fue puro wrestling rodeado de la propia magia del regreso sin ningún tipo de historia, su primer combate en WWE después de diez años parecía sostenerse principalmente en la historia dejando en segundo plano el wrestling. ¿Esto significaba que no íbamos a ver buen wrestling? Pues no, porque Punk y Drew pueden dar un combate de cinco estrellas perfectamente, la cosa es que al final no lo vimos porque el elemento telenovela (que no la historia) pesó mucho más de lo que debería. Diecisiete minutos de lucha que fueron muy buenos desde que sonó la campana hasta algo antes de la recta final. Esos catorce minutos tuvieron todo lo queríamos ver: tuvimos a Drew McIntyre en su salsa, a un CM Punk dando un grandísimo nivel dentro de lo esperado viendo su edad y estado físico, a un Seth Rollins que tuvo una presencia notable pero no eclipsante y, en definitiva, tuvimos un gran combate. La cosa es que a partir de ese minuto catorce se empezaron a ver todas las cosas que no queríamos ver, todas centradas en un solo punto: Seth Rollins. Ojo, no es que no queramos ver a Seth, es que se empezó a ver todo lo que sabíamos que podía salir mal gracias a este tercero en discordia. Pasamos de un encuentro intenso y con una buena cantidad de odio y drama en su dosis a una recta final francamente estúpida en mi humilde opinión. 

Todo esto ocurrió por una pulsera, la famosa pulsera que Drew robó de manos de Punk. El escocés se la puso en su propia muñeca antes de conectar su famoso Claymore como si de meter el dedo en la llaga se tratase, acabando esta en el suelo del ring por motivos obvios. Aquí es cuando Seth se la pone en su muñeca para evitar tanto que se pierda como que siga tirada en la lona. ¿Qué ocurre con todo esto? Que Punk se cabrea, que no le parece bien que una persona con la que ha tenido rencillas haga este gesto. A partir de aquí el combate se va a la mierda, no solo CM Punk pierde la lucha de manera no muy inteligente cuando lo tenía prácticamente ganado la friolera de dos veces sino que el punto focal de la lucha y de la historia se pierde gracias a un melodrama estúpido. Un combate que pintaba a poder ser antológico acabó peor de lo que merecía gracias a decisiones creativas raras. Posiblemente tú, lector de esta reseña, pensará radicalmente distinto a mí y eso es completamente valido y respetable, pero yo creo que este Punk - McIntyre debería de haber tratado solamente de CM Punk y Drew McIntyre. Esperemos que al menos esa posible rivalidad entre Rollins y Punk no caiga en vano. Combate divisivo sin duda alguna.


WWE WORLD HEAVYWEIGHT CHAMPIONSHIP: DAMIAN PRIEST © VS GUNTHER

Arrancaba esta importante y vital defensa titular para Damian Priest, quizás la más importante de todas porque a quien tenía como rival es al hombre más peligroso de toda la WWE en cuanto a wrestling puro y duro se refiere. Ese rival era GUNTHER, el campeón intercontinental más longevo de la historia y ganador del último “King Of The Ring”, torneo que tuvo como premio esta oportunidad titular. Con este pretexto, el neoyorquino de origen puertorriqueño se lanzaba con todo contra su rival austriaco, aunque el anteriormente conocido como WALTER no cedía ni un solo centímetro. Gracias a todo esto disfrutamos de una lucha igualada, de grandísima agresividad e impacto y donde ambos gigantones fueron con todo. Por esto mismo vimos desde muy prontito una colección de golpes y llaves absurdamente brutal, incluso teniendo un “Frankensteiner” desde la tercera cuerda muy prontito en la lucha (esto fue brutal la verdad). Ver a dos absolutas malas bestias de casi dos metros y más de cien kilos lanzarse arrojando a su rival como un saco de patatas o golpeándose entre sí de tal manera que resonaba en todo el estadio era simple y sencillamente brutal. Cada patada y cada “chop” retumbaban brutalmente, igual de brutal fue el resultado de esto ya que ambos luchadores acabaron sangrando por este intercambio de ataques a la zona pectoral. Sin duda alguna el mejor combate de la noche y la mejor defensa en el reinado de Damian Priest. Y como este SummerSlam es de telenovela pues debía tener un final como tal, la enésima traición de la noche (y no la última). Todo esto fue a manos de Finn Bálor, quien evitó la victoria de su compañero de facción colocando el pie de GUNTHER en la cuerda cuando todo parecía perdido (un poco estúpido este pequeño momento porque quien le puso contra las cuerdas de manera literal fue Damian pero cosas que pasan supongo). Una salvada y una distracción que le causó la derrota, cayendo noqueado por un mataleón del “Ring General” mientras Damian y Finn cruzaban miradas de odio antes de que la consciencia del excampeón se desvaneciera. Nuevo campeón, gran final, sensacional encuentro.


UNDISPUTED WWE CHAMPIONSHIP: CODY RHODES © VS SOLO SIKOA

La victoria del evento principal del pasado WrestleMania sacudió por completo las bases de la WWE. Se acababa el eterno reinado del jefe tribal y empezaba el reinado de ensueño de la pesadilla americana. Ganaba Cody Rhodes y conseguía su sueño de ser campeón de la WWE, un reinado que nos ha dado ese gran arranque y combates de nivel. Pero siempre que cae un monarca asciende otro, y el caso de Cody no es el único ya que también desaparecía quien ocupaba el trono del jefe de la tribu. Ante esto subía Solo Sikoa, quien buscaba ocupar ese sitio y llenar un vacío que iba a ser incapaz de llenar. A pesar de eso se puso manos a la obra, saltó a la acción y no solo se autodeterminó jefe sino que construyó su propia versión de “Bloodline” con caras nuevas y sangre fresca. Solo faltaba una pieza en el puzle, el campeonato que Roman Reigns unificó y que tuvo en sus manos por una eternidad: el campeonato indiscutido de la WWE. Un plan infalible ante sus ojos, un sueño tornado realidad a su alcance, pero en realidad pintaba más a delirios de grandeza de alguien que se creía mejor de lo que es, que se creía que podía llenar un vacío imposible de llenar. Solo queda ver quien tiene razón y contemplar si es una meta alcanzable o una realidad lejana.


Primero de todo, dejar clara mi opinión de este enfrentamiento: más duro de digerir que un bocata de cemento. Se juntaron dos luchadores cuyo gran fuerte no es que sean estas luchas largas de media hora. Primero a Cody, al campeón, un luchador el cual lleva a la perfección ese factor emocional y anímico del héroe carismático y amado por todos que salva los muebles en última instancia, la historia del superhéroe venciendo al villano personificada, pero donde falla es en el wrestling puramente hablando al ser su punto débil que le hace brillar muchísimo en ciertos escenarios pero quedar corto en otros. Aquí es donde entra Solo Sikoa, alguien que me deja frio de principio a fin y que todos sabíamos que no iba a rascar de Cody una lucha de grandísimo nivel como ya hicieron otros como AJ Styles o Seth Rollins. El resultado fue una lucha tediosa y larga hasta más o menos la mitad, punto en el que despego algo gracias a la llegada de la nueva Bloodline y de los aliados de Cody (diosito mío Tonga Loa sigue estando en esa versión para asilo vista en NJPW). Todo esto hizo que mejorase la lucha, no mucho tampoco te digo pero le dio algo de mordiente al ver a gente como Kevin Owens y Randy Orton aparecer, posiblemente una forma barata de buscar un pop del publico pero a mí me gustó así que no me quejo. Aun con esto quedaba el momento cumbre de la noche, posiblemente la pizquita de magia y calidad que salvó este evento principal. Cuando todo estaba en tierra de nadie el estadio se vino abajo por completo y con razón, ya que Roman Reigns regresaba para darle el golpe de gracia a quien ha buscado arrebatarle su puesto de poder y darle la victoria a quien fue su mayor enemigo y rival. “Spear” de Reigns, “Cross Rhodes” de Cody y victoria del campeón que conservará su corona unos días más. Combate malardo con un final esperado pero redondo.


La respuesta obvia y clara a que ha sido este SummerSlam es la de que ha sido un show que ha supuesto el cierre de capítulos de una historia, el cierre de estas en su completitud y el nacimiento de nuevos arcos argumentales. Para esto han tirado de un dramatismo claro, hasta de calibre de telenovela en ciertos aspectos, en cual en muchos ha funcionado a la perfección como en el caso de mientras que en otros no ha aportado mucho o incluso ha lastrado. Lo mismo con el wrestling visto en este show de cuatro horas (sigue siendo una gran tarea pendiente esto de que haya más parafernalias que combates pero vamos mejorando de manera clara), el cual ha tenido combates muy buenos y divertidos mientras que otros o no han superado expectativas bajas o no han estallado de la manera esperada. En resumen, no ha sido ese megashow perfecto de principio a fin por los motivos comentados pero sí que ha sido un evento divertido de principio a fin, con sus cositas negativas y sus puntos flojos pero teniendo buen wrestling y ese impacto por girito de guion esperado o no que tan bien se le da a WWE últimamente, unos giritos sumandos a unos planes que han revolucionado el panorama titular y sacudido los cimientos de la compañía narrativamente hablando.

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