Después de firmar un acuerdo millonario como el solo, después de la dupla “All In - All Out” y después de unas semanas con una programación llena de altibajos, se presenta ante nosotros la segunda edición de WrestleDream. Para este 2024 contamos con una cartelera que, a simple vista, no brilla profundidad y originalidad en cuanto a historia se refiere pero que cuenta con una pinta deliciosa en cuanto a wrestling se refiere. Todo esto rodea al que uno de los eventos principales más trascendentales de la compañía, uno en donde Jon Moxley busca seguir con su plan violento para convertirse en cuatro veces campeón mundial de AEW y, de paso, medio retirar de una vez por todas al que fue su hermano Bryan Danielson. Pinta correcto tirando a bien, ¿ha superado las expectativas? Pues sí, así que vamos a ver cuánto y como lo ha hecho.
"HANGMAN" ADAM PAGE VS JAY WHITE
Arrancaba el show y con ello arrancaba la primera lucha de la velada, una construida tras un regreso de lesión y con poco margen pero motivos válidos por detrás. Estamos hablando del enfrentamiento entre Adam Page y Jay White, uno donde el segundo buscaba arreglar ciertos errores argumentales según sus propias palabras, siendo el primer paso para corregir este camino el de vencer al hombre que lo eliminó de la copa Owen Hart. Con esto, y con una extraña situación donde Switchblade era el bueno y Hangman el odiado por los fans, arrancaba el show en el Tacoma Dome de la ciudad homónima localizada en el estado de Washington.
Digamos que por quince minutos tuvimos esta extraña situación contada en el párrafo anterior pero en el ring. Fue curioso ver como Hangman Page actuaba como el villano de la historia mientras Jay White hacía de “babyface”. Es curioso porque Hangman hacia lo que ha hecho bajo este rol, ser increíblemente agresivo y tener cero remordimientos por la integridad de su rival, mientras que White haciendo lo que le caracterizaba como el malo de la película en el escenario donde resulta no serlo. No solo por ser el luchador dominado que recompone para vencer a las tempestades, es que Jay usaba sus pillerías varias y ataques meticulosamente calculados que utilizaba cuando era el malo. ¿Lo peor de todo? Pues funciona, da buen resultado como lo daba MJF en cierta manera cuando los fans cantaban “he’s our scumbag”. Pero no solo por esto fue un buen “opener” para este PPV, lo fue también porque ambos trabajaron bajo una precisión y ritmo impolutos y con un “limbwork” muy bien llevado. En la parte del ritmo no hablo de que sea un combate rápido y dinámico, hablo de que este combate lleno muchos momentos de lentitud se veían rotos por secuencias y combinaciones tanto rápidas como precisas. La otra es ese mencionado “limbwork”, uno en donde White atacó de manera brillante e inteligente la rodilla izquierda de Hangman y donde el vaquero supo venderlo genial. Todo esto vio el final tras un sensacional Bladerunner del neozelandés haciendo honor a la vertiginosidad y precisión quirúrgica previamente mencionadas, uno que tuvo sonora reacción del público gracias a la preciosidad del final como al resultado. Uno de los mejores combates de Jay White en AEW sin duda, uno que le abre de nuevo el camino al campeonato mundial.
AEW WOMEN'S WORLD CHAMPIONSHIP: MARIAH MAY © VS WILLOW NIGHTINGALE
Pregunta: ¿cómo se debe construir a una villana rastrera y cobarde como campeona mundial? Respuesta: con combates como este. Si de verdad quieres hacer que una mala pécora se sienta como tal lo mejor es ponerle en frente a posiblemente la luchadora femenina amada por todos en AEW. Esa es la magia de Willow, una habilidad en el ring sumamente grande pero no tanto como su alegría y sonrisa altamente contagiosas, algo que ha hecho que se gane el amor de todos los fans. Willow entendió la tarea al igual que Mariah, una que consistió en ser el siempre confiable “malo contra bueno” donde el malo domina, el bueno se recompone y al final el malo se roba la victoria de una manera u otra. Efectivamente, para desgracia de todos (en cuanto al “kayfabe” se refiere no en la realidad eh) Mariah May seguía reinando tras un “rana” asombroso desde la tercera cuerda, un rodillazo y un Storm Zero. Pero, por otro lado, para gracia de todos tuvimos ante nosotros un encuentro corto pero divertido con un par de momentos bastante impresivos.
TNT CHAMPIONSHIP: JACK PERRY © VS KATSUYORI SHIBATA
Es turno de otro capítulo dentro de uno de los reinados TNT más flojos vistos, un capítulo que no se desmarcará del resto del reinado, uno cuyo punto fuerte de momento ni siquiera ha sido una lucha titular por dicho campeonato. El caso de esta noche tiene delito la verdad, ya que tener en frente a Katsuyori Shibata y rascar un combate que está bien y ya debería de estar penado. Ni diez minutos de lucha, una no se si intencionadamente o no Jack Perry se vio sobrepasado constantemente por las habilidades a ras de lona de “The Wrestler”. No ayuda tampoco que el estilo de lucha tramposo y vil no case con el wrestling puro y agresivo de Shibata, haciendo a la larga que Perry pareciera un campeón que sigue donde sigue por pura fortuna y trampas (es lo que tiene irte a aprender a NJPW y juntarte con House Of Torture). En resumen, combate meh con un final absolutamente lamentable que tuvo algo de donde rascar gracias a que Katsuyori Shibata es la personificación del carisma de la lucha libre.
Todo lo que le faltó en cuanto a molar se refiere lo vimos después de la lucha, ya que tuvimos una secuencia de interrupciones y ataques en el ring curiosa cuanto menos. Primero tuvimos a Daniel Garcia encarando a Jack Perry para dejarle sus intenciones sobre el campeonato TNT claras, luego tuvimos el regreso de MJF que sirvió como distracción para un ataque furtivo de Perry y, por último, el regreso como “babyface” de Adam Cole para salvar a Danny y seguir en su búsqueda de venganza contra el de Rhode Island. Buen segmento, combate meh, como si el segundo solo fuera una excusa para tener el primero.
AEW INTERNATIONAL CHAMPIONSHIP: WILL OSPREAY © VS RICOCHET VS KONOSUKE TAKESHITA
Primero de todo, Konosuke Takeshita mola más que mi p*ta madre. Segundo, también tenemos que Ricochet mola más que mi p*ta madre (y su tema de entrada a lo X-Men aún más). Y diría un tercer caso pero todos sabemos lo que mola Will Ospreay. Viendo toda esta estampa, ¿de verdad alguien duda de la calidad de este combate? La pregunta no es si es buena lucha, es saber cómo de buena es. Y es que empezamos bien en esta búsqueda de la verdad ya que, como si de un encuentro de PWG en Reseda se tratase, teníamos a dos fulanos haciendo piruetas chulísimas y a un japonés agresivo reventando a quien se cruce en su camino. Dicho esto, hay que pasar por una lista de cosas que cualquier combate a tres esquinas debe de tener: momentos de cada luchador, 1v1 de nivel entre dos participantes y secuencias entre los tres que brillan por si solas. ¿Tuvo esto? Si, si y si. Es que si coges solo los primeros cinco minutos del encuentro verás que hay mínimo un ejemplo de cada así que imagina cuanto hemos visto en veinte.
Ya no solo tenemos que los tres brillasen de manera cegadora sin necesidad de que uno tuviera que pisar a otro, es que todo tuvo un sentido. La existencia de la triple amenaza tiene sentido gracias tanto al empate de Ospreay y Ricochet como al ataque y traición de Takeshita. Por tener sentido lo tuvo hasta el resultado final aunque este fuera ciertamente previsible, no por ello malo. Al final, Konosuke Takeshita salía victorioso con el campeonato internacional en sus manos (¡JODER POR FIN!) gracias a la ayuda de un Kyle Fletcher que apuñalo literal y metafóricamente a Will Ospreay (no le apuñaló sino que le golpeó con un destornillador pero es que la frase queda mejor de esa forma). En resumen, es una triple amenaza perfecta de principio a fin, algo predecible en el resultado y sus formas pero no por ello peor, uno de los mejores combates de este 2024 sin duda viendo quienes participaban y como lo han hecho.
HOLOGRAM VS THE BEAST MORTOS
Esta es cortita y al pie: dos enmascarados mexicanos de gran nivel, combate al mejor de tres caídas. No necesita ni historia ni cualquier cosa, esto lo han arrojado a la cartelera porque patata y no podría estar más contento por ello, “for the sickos” como se diría en inglés. Siempre hay algo de encanto natural en estas luchas de corte estilo mexicano, más cuando los dos enmascarados elegidos para la ocasión son uno con unas piruetas circenses chulísimas y otro que es una mole vestida de carnero demoniaco que encima puede hacer cositas de saltimbanquis que no pegan con su físico ni con cola. Quince minutos de puro Arena México en vena por los participantes y por la estipulación, quince minutos de calidad y diversión a raudales, quince minutos donde vimos a Hologram recibir una cuenta de tres por primera vez pero seguir invicto ya que Mortos se anotó un tanto pero Hologram los otros dos necesarios para la victoria.
DARBY ALLIN VS BRODY KING
¿Qué mejor para seguir a un festival de lucha libre mexicana que ver como un hombre muy violento intenta asesinar brutalmente a alguien que busca defenestrarse constantemente? Poco más se puede pedir, un “rubber match” corto pero intenso en donde Darby salió como miura en encierro pero en frente se encontraba a una mala bestia que empezó a maltratarlo y a zarandearlo por el ring y aledaños cual muñeco de trapo. Un combate parecido a los dos anteriores, dos que tuvieron un encanto especial por el mismo motivo, ya que ver a Brody llevar a Darby al borde de la muerte por paliza violenta con agravante tiene su cosa. Es como si ver a Darby intentando matarse en el ring tuviese una especie de mística que te envuelve en el ring, más si vuelven a aparecer las típicas escenas de Allin partiéndose la espalda por tres sitios contra las escalinatas metálicas. Lo dicho, doce minutos de Darby Allin intentando sobrevivir a Brody King de manera fútil en ciertos momentos pero que a la larga sirvió para la victoria, ya que después de tanto castigo nuestro skater emo favorito conseguir sobrevivir tras dos Coffin Drops brutales sobre el gigantón de House Of Torture. No está cerca pero sí que esta victoria es un pasito hacia el campeonato mundial.
AEW WORLD TAG TEAM CHAMPIONSHIP: THE YOUNG BUCKS © VS PRIVATE PARTY
Arrancaba el primer y único combate por parejas de la velada, uno que sería por el campeonato por parejas de AEW en lo que sería una revancha que ha tardado cinco años en llegar. Con esto arrancaba el enfrentamiento, con los hermanos Jackson faltando el respeto a sus rivales y con Private Party arrasando con sus rivales en el escenario como si de una lucha callejera se tratase. A partir de aquí volvimos al panorama visto una y otra vez en este tercer reinado de los Young Bucks. El combate visto en estos quince minutos más el extra previo a la campana no fue para tanto, volvió a caer en ese saco de combates correctos y ya tan vistos en este reinado por lo mismo que se ha visto una y otra vez. No es que los Bucks como villanos sean malos ni que sus oponentes no den la talla pero es que vuelve a ser la misma estructura con las mismas acciones y los mismos gestos/momentos. Es verdad que tuvo momentos molones gracias a que Private Party es capaz de dar buenos spots gracias a su agilidad y explosividad, pero la nota general y un final amargo hizo que me quedase con la sensación de que estuvo correcto pero que pudo ser bastante mejor. Por cierto, el final fue los campeones reteniendo, uno que supo mal pero no porque estuviera hecho para sentir tal sino que fue porque todo parecía que iba cara para Private Party. La previa, la reacción de los fans, todo era perfecto para un cambio titular pero este no fue el caso. ¿Hay algo bueno que se puede sacar de aquí? Que los aspirantes estuvieron cerca del título pero que, a pesar del contratiempo, siguen cerca, ojalá que AEW lo materialice tarde o temprano.
ROH WORLD CHAMPIONSHIP: MARK BRISCOE © VS CHRIS JERICHO
De este combate me salen varias preguntas. La primera es, ¿para qué? La segunda es, ¿por qué? Puede haber muchos motivos y respuestas que queden bien o sean correctas pero yo me quedo con “para nada” y con “porque Jericho no quiere retirarse a tiempo. Estamos ante el que es sin duda el peor trabajo del canadiense en su carrera, uno en donde su personaje es la cosa que más me llena de rabia e ira homicida, uno en donde los segmentos televisivos donde participa no solo quitan tiempo a cosas mejores sino que son autentica basura y uno en donde sin duda alguna está demostrando por activa y por pasiva que debería de haberse hecho a un lado hace tiempo. Este duelo es sin duda bastante parecido al visto por el campeonato TNT, uno donde tenemos que el salvavidas de este desastre es uno de los luchadores mientras que el otro actúa como ancla que quiere arrastrar todo al fondo del abismo. La diferencia entre este caso y el otro es que Jack Perry no da todo lo esperado porque muchas de las luchas bajo su personaje nuevo no están planteadas como toca, mientras que Chris Jericho es un tío de 54 palos fuera de forma y fuera de onda. Lo único rescatable de esta lucha es sin duda los pocos momentos donde Mark Briscoe rasca una reacción de un público enmudecido por completo, algo que consigue hacer de manera fácil y simple porque Mark es alguien con una personalidad que haga que sea muy sencillo simpatizar con él. Encuentro mediocre que aprueba por los pelos gracias a Mark y a pesar de Jericho, quien debería de plantearse algo que de momento no parece estar planteándose.
AEW WORLD CHAMPIONSHIP: BRYAN DANIELSON © VS JON MOXLEY
La vida son dos caras de una misma moneda, dos filos de una misma navaja, un día estás en la cima y al siguiente caes al precipicio. Esto es lo que le ocurrió a Bryan Danielson, quien sufrió de este mal destino en cuestión de dos semanas, pasando de la cima al ganar el campeonato mundial de AEW en Wembley a ser traicionado y atacado por la que consideraba su familia en el wrestling. Varios perpetradores, un único cabecilla: Jon Moxley. El motivo de todo esto era la necesidad de un cambio, la necesidad de agitar el avispero para mejorar el panorama de una AEW que no le gustaba. No era nada personal aunque lo pareciera, pero el camino hacia este objetivo pasaba por Danielson. Está claro que Mox quiere el campeonato mundial por los motivos que sean, aunque para ello tenga que acabar con la carrera de su compañero de fatigas. El pastel está servido sin duda.
La incertidumbre y el miedo existían, eran reales porque la probabilidad de ver a Bryan Danielson por última vez al máximo nivel era real. Esta defensa titular se celebraba en su estado natal, cerca del lugar de su nacimiento, frente a su gran compañero de fatigas en AEW en el show que él dijo que sería un buen escenario para su final a tiempo completo. Al igual que en All In, este era un enfrentamiento a vida o muerte, aunque la única diferencia es que ese día vimos un combate y en este hemos visto una guerra. Este tercer duelo no era como los demás, no había intensidad dentro de la lucha, no había violencia dentro del respeto, esto era una guerra a vida o muerte entre dos antiguos amigos que ahora se presentan como enemigos por varias decisiones y circunstancias. Era un escenario distinto y una historia diferente pero tanto los protagonistas como el sentimiento visto en estos últimos meses eran los mismos. Solo hubo una pequeña diferencia, ya que si en agosto vivimos una felicidad inigualables, este pasado 12 de octubre cayó sobre todos nosotros el precio de la desolación y la tristeza porque, efectivamente, Danielson no pudo con Mox. En un final que para muchos fue decepcionante y para otros sorprendente, Mox consiguió doblegar a Bryan con un mataleón del que parecía que el dragón iba a escaparse pero que al final no fue ese el caso. Era el fin, la angustia se convertía en tristeza y desolación después de la campana final mientras sonaba “Deathrider” de Yonosuke Kitamura. La tristeza final se transformaba en absoluta desolación gracias a Wheeler Yuta, quien atacó a un Darby Allin que intentaba salvar a Danielson y apuñaló por la espalda a quien era su héroe, una desolación personificada por un Darby Allin que veía todo esto sin poder hacer nada mientras estaba atado a la segunda cuerda.
Es posiblemente el peor final para una carrera como la de Bryan Danielson visto así a simple vista, pero si ahondas un poquito queda claro que no lo es. Lo es por muchos motivos pero me quedo con tres. El primero es porque esto no es el final, es el epilogo de una historia que tuvo su final de ensueño en un escenario perfecto para la ocasión como es Wembley. El segundo es porque sencillamente esto es lo que quería el propio Bryan, ya que es imposible que alguien como el no haya decidido su propia forma de decir adiós, él quería perder contra Mox y él quería ser aniquilado de esta manera, un último favor al wrestling dejando en bandeja de plata a Darby la que puede ser una de las mejores y más satisfactorias victorias por un campeonato mundial en el wrestling moderno. El tercero es simple, no es el fin, solo una lesión grave puede alejar a Bryan Danielson y ni eso ha sido capaz como vimos en 2018, puede que no esté tanto como queramos pero que quede claro que solo la muerte puede separar al dragón de lo que tanto ama. Resumiendo para acabar, un muy buen combate con un final tibio pero que compensó con un segmento final tan desolador y duro que hizo que se pudiera escuchar el silencio de puro shock de los fans. Un final amargo, duro de digerir, pero sin algo así antes la dulzura de un final feliz no sabe tan bien, una dulzura que llegará cuando Darby alcance la cima y destrone a Mox como cara de AEW.
La segunda edición de WrestleDream sin duda va a quedar grabada a fuego en este colectivo que formamos los fans del wrestling tanto por la retirada parcial de Bryan Danielson como por el disparo directo al corazón que han supuesto las formas de su despedida, unas formas que son las que seguramente Danielson quería. Además de esto comentado, WrestleDream 2024 es la enésima prueba fehaciente de que a AEW se le dan mucho mejor los PPVs que los shows semanales, habiendo entregado un evento de categoría y alto nivel a pesar de que los shows semanales de las fechas previas no fueron para nada lo más brillante. Es el gran problema de la compañía de Tony Khan junto a la elección de recintos y la publicidad, la poca capacidad de plasmar bien el avance de historias en Dynamite y Collision que luego resultan tener puntos de inflexión sublimes o finales de categoría en los eventos de pago por visión. Salvo excepciones contadas este es el gran debe de AEW, pero esto no quita que la compañía siga dando shows de gran nivel como el visto en la pasada noche del sábado al domingo.