AEW está en guerra, una guerra interna por el poder que da el campeonato mundial y también por cambiar el rumbo de la compañía. Una guerra entre Jon Moxley junto a su grupo llamado Deathriders y toda AEW. Violencia, ninguna piedad y métodos muy duros para hacer que la gente que tenga que dar un paso adelante lo haga con todas las de la ley. Ante esto pocos parecen plantarle cara a Mox y los demás, siendo uno de eso Orange Cassidy quien tendrá la oportunidad de devolver la paz a AEW y recuperar el campeonato mundial de manos del rey tirano. Mientras todo esto ocurre otros frentes siguen abiertos: historias de venganza, búsqueda de ganar campeonatos, violencia para mandar mensajes y demás. Veamos qué tal esta edición de 2024 de Full Gear, un show construido sin hacer mucho ruido pero de manera francamente interesante.
AEW WORLD TAG TEAM CHAMPIONSHIP: PRIVATE PARTY © VS KINGS OF THE BLACK THRONE VS THE OUTRUNNERS VS THE ACCLAIMED
Daba el pistoletazo de salida de esta sexta edición de Full Gear con un combate a cuatro esquinas por el campeonato de parejas de AEW, un combate a cuatro con el formato de dos competidores en el ring al que cualquiera de fuera podría darle el relevo. Estipulación divertida que, de manera paradójica, no lo fue tanto. Fue un comienzo de show tibio, un querer y no poder por los ocho participantes de este encuentro. La parte buena es que tres de los cuatro equipos carburaban bien y rendían como tocaba. No solo los campeones hacían un buen trabajo sino que Kings Of The Black Throne demostraban por qué eran tan queridos en PWG, además de que The Outrunners seguían fuerte con su bit ochentero (ahora incluso su entrada al ring tiene un filtro granular a 4/3 al más puro estilo retro). Esto hizo que unas cuantas cositas entre estos equipos tuvieran su chicha y su gracia. El gran pero de esta lucha lo presentan The Acclaimed y la tibieza de la recta final. No se vosotros pero estoy odiando con toda mi alma la ruptura de Bowens y Caster no porque vayan a separarse sino porque está tardando eones. Odio toda esta historia porque es obvio que Bowens y Caster están en diferentes ondas, la cosa es que postergarlo tanto hace quedar a Anthony como un idiota incapaz de tomar las riendas. ¿Lo estarán alargando para que el “heel turn” sea el de Bowens ? Pues sería igual de inesperado que de estúpido viendo como nadie parece aclamar a Max Caster por quien es tanto dentro como fuera del ring. Y ese final tibio comentado surge de esta situación de The Acclaimed, haciendo que por errores estúpidos y decisiones extrañas perdieran la oportunidad de ser por segunda vez campeones (una de ellas fue un más que estúpido spot de “compañero cubre a compañero para la victoria”). Al final, Gin & Juice y la fiesta sigue unos días más.
MJF VS RODERICK STRONG
La historia de MJF y Adam Cole, la venganza interminable. Ni sendas lesiones ni un cambio de roles claro hace que estas ganas que tiene el uno de ver como falla y cae el otro desaparezcan. Para Adam Cole el objetivo estaba claro, patearle el trasero a su antiguo amigo en Full Gear, aunque Roderick Strong quiso sumarse a esa tarea por sus propios motivos. Vistas las circunstancias, Maxwell propuso una serie de tres combates a ambos con un objetivo: quien ganase los tres se enfrentaría a él en Full Gear. Roderick Strong hacía los deberes venciendo a sus tres oponentes mientras que Adam Cole no conseguía transformar la lucha a un encuentro de tres esquinas tras caer ante un sobornado Konosuke Takeshita. La venganza de Cole tendría que esperar, veremos si Roddy la toma en su lugar o si Max continúa este camino de odio contra Adam Cole.
Dentro de esta nueva historia entre Adam Cole teníamos un primer capítulo con Roderick Strong tanto piedra en el camino del de Long Island como un posible punto de inflexión para Cole. Quince minutines de wrestling técnico con una dinámica “heel vs face” bien marcada donde el protagonista fue la mano zurda de Strong. Tras revententarse la mano contra el poste debido a un intento fallido de “chop”, MJF encontró en esa zona su billete camino a la victoria como también una herramienta para seguir perpetrando sus cositas de malo maloso por un encuentro más. Aunque la mano no funcionase a Strong le llaman “el mesías de la quebradora” por algo así que sacó a relucir tanto su arsenal de patadas como la maestría que tiene en todas las variantes existentes de backbreaker y de “suplex” para compensar la presencia de solamente un brazo funcional. A Roddy le funcionó de buena manera, llevó la lucha a zonas peligrosas para Max e incluso estuvo cerca de la victoria gracias a un End Of Heartache del que MJF se escapó de manera pírrica con ayuda de la cuenta inferior. Parecía tenerlo hecho, MJF estaba con respiración asistida pero si algo ha hecho que Max llegue lejos en el wrestling es la pillería. Tras un Brainbuster, Roderick Strong intentó cubrir con un solo brazo a su rival para que, al final, y de manera claramente calculada, MJF le atrapase en su Salt Of The Earth para ganar llevando hasta el dolor inaguantable esa mencionada mano derecha.
El combate sin duda fue bueno, un encuentro corto y sencillo con un estilo vieja escuela donde ese “limbwork” tan bien llevado tuvo un papel importante, La cosa es que la historia no es para nada buena porque MJF no es el malo. A pesar de que todo el mundo lo intente los roles están invertidos, Cole está siendo representado como el bueno de una historia donde claramente es el villano. ¿Quién fue la persona que engañó a la otra? ¿Quién fue la persona que le costó el título a la otra? ¿Quién era “The Devil”? Nadie compra que Max sea ahora el villano de una historia donde claramente está justificado desde el principio, viéndose esto incluso durante el combate ya que los fans le apoyaron incondicionalmente incluso después de una promo insultando a todo el mundo en el recinto. Sinceramente, lo mejor hubiera sido tener la historia como tocaba o directamente haberla desechado hace meses.
TBS CHAMPIONSHIP: MERCEDES MONÉ © VS KRIS STATLANDER
Llevo semanas diciendo una cosa y después de este PPV, y más concretamente después de este combate, ahora la grito al cielo: Tony leñe dale más tiempo en los shows a las mujeres de AEW. Que veinte minutos gente, es como si se hubieran vuelto a juntar Messi y Ronaldinho en un terreno de juego. Tenía claro que estas dos luchadoras iban a ir con todo tanto para demostrar su verdadero nivel como para decir alto y claro que la calidad sigue pero no pensaba que iba a ser un despliegue tan bueno. Kris Statlander vino a gritar a los cuatro vientos que su encuentro contra Willow en All Out no fue un espejismo de genialidad mientras que Mercedes Moné quiso dejar claro que su reinado no estaba condenado a la mediocridad. Fueron tachando todas las cositas que hacen que una lucha gane enteros: la campeona como una villana chulesca, la aspirante sobreponiéndose, secuencias impactantes y mucho más. Fueron con todo hasta tal punto que pensé que Kris se había cargado a Moné ya que en el transcurso de medio minuto pareció que le había destrozado tanto la rodilla como el cuello. Para colmo, o mejor dicho, para redondear todo esto, nos dieron unos minutos finales de finales falsos al más puro estilo “NXT Black & Gold” donde no parecía acabar ya que Statlander consiguió librarse hasta del Moneymaker. Si los movimientos de firma de ambas no conseguían cerrar la lucha había que ponerse creativo, ¿no? Eso pensó Mercedes que, tras librarse del Sunday Night Fever atacando una maltrecha rodilla derecha de Statlander, guillotinó a su rival contra la segunda cuerda gracias a una especie de “Cazadora” para llevarse la victoria vía paquetito. Final inteligente donde los haya para un combate de tan altos vuelos que puso en pie al público de Nueva Jersey.
"HANGMAN" ADAM PAGE VS JAY WHITE
El pasado 12 de octubre ocurría un gran desastre para “Hangman” Adam Page: caía derrotado a manos de Jay White. Tras meses de desesperación y fracasos el vaquero consiguió acabar con su archienemigo Swerve Strickland pero, al igual que él buscó venganza todos estos meses, apareció un Jay White deseoso de acabar con lo incorrecto para volver a posicionarse donde le toca. Primero era vencer al hombre que le sacó del torneo Owen Hart, luego pasar por encima de Christian Cage para después coronarse campeón mundial. Jay White consiguió de manera exitosa llevar a cabo el primer paso del plan, pero un Hangman lleno de rabia e ira no aceptaba esa derrota. ¿Qué mejor para solucionarlo que un “rubber match” para que Hanger pudiera resarcirse?
Después de ver esta lucha me preguntaba una cosa de manera constante, ¿por qué Jay White es tan bueno? Le llevo siguiendo desde su re-debut en Wrestle Kingdom 12 y la respuesta en esos seis años era que psicológicamente era brillante, sociópata con un plan que casi siempre funcionaba y cuando no era ese el caso toda su fachada caía y se derrumbaba como pasó en Wrestle Kingdom 15 tras perder contra Kota Ibushi. Tras este año y algo en AEW me he dado cuenta de que uno de mis luchadores favoritos no lo era por solo eso sino que White es simplemente el luchador más inteligente del panorama actual. No es listo al nivel de relaciones públicas ni de saber venderse, es listo a la hora de afrontar los combates, es la definición de inteligencia y pillería que hace que el wrestling se sienta como un deporte real en cierta medida. Cuando otros luchadores buscan hacer que la lucha se vea espectacular, Jay siempre opta por un encuentro menos vistoso para desplegar una táctica infalible donde rascar de donde no hay y busca siempre usar los puntos débiles a cualquier nivel de su rival. Todo esto se ve en su duología con Hangman Page, una en la que os voy adelantando que ha conseguido un 2-0 a favor no por ser mejor sino por ser más listo. Si en WrestleDream “Switchblade” se aprovechó de una dañada pierna derecha de Page, en esta se aprovechó del siempre volátil afán de victoria y venganza de “Hanger”. El cowboy lo tenía todo para ganar, todo el mundo pensaba que iba a llevarse la victoria, más viendo como estaba destrozando la pierna izquierda de su oponente pero, una vez más, Jay se aprovechó de la situación. Si en WrestleDream fue gracias a un Buckshot Lariat algo lento e impreciso, esta vez fue por sacarse de la nada un Bladerunner en una secuencia final sumamente brillante cuando Hangman prefirió seguir destrozando la pierna de su rival que ganar la lucha. Sorprendente resultado, ¿será el siguiente paso de Jay White el campeonato mundial?
WILL OSPREAY VS KYLE FLETCHER
12 de octubre, el día en el que todo acabó para Will Ospreay. El día en el que no solo perdió su campeonato internacional ante Konosuke Takeshita sino que recibió la traición de Kyle Fletcher. Cansado de no tener resultados y viendo que tenía otro “frontman” disponible, Don Callis capitalizó la frustración de Fletcher para cocinar esta traición. Ya no quería vivir a la sombra de Ospreay, ya no quería ser comparado con él, quería ser su propia superestrella y escribir su propia historia, quería brillar con luz propia y para ello necesitaba destruir a quien consideró un hermano. Una historia de traición como siempre las ha habido en el wrestling pero, sobre todo, una oportunidad de oro para Fletcher de convertirse en alguien dentro de AEW. ¿Servirá haber sacrificado una amistad tan grande para ello?
Gente, el día en el que Will Ospreay no tenga una absoluta obra maestra de combate en un PPV de All Elite Wrestling es el día en el que estará retirado o directamente muerto. De verdad, no concibo la idea de que Billy tenga un combate regulero en un show de pago, este hombre es incapaz de bajar el ritmo aunque la mitad de su cuerpo esté vendado con cinta kinesiológica. Era obvio que Will Ospreay no iba a decepcionar pero, ¿y Kyle Fletcher? La duda principal la brindaba el joven australiano de casi 26 años en un combate que sin duda alguna era su prueba de fuego. Desde su llegada a AEW hace más de un año junto a Mark Davies su evolución ha sido clara: luchador por parejas, joven promesa campeona en ROH y ahora considerado una parte del futuro de la compañía. Ese estatus de futura estrella era claro pero todos estos nombres bajo ese mantra tienen que pasar una prueba de fuego. Esta prueba era Will Ospreay, una prueba trampa sin duda ya que nadie es incapaz de tener un mal combate con Billy pero muchas veces eclipsa a sus oponentes. Tenía no solo que brindar un buen encuentro sino también brillar en él, algo que hizo de manera impecable. No solo luchó de tú a tú con uno de los mejores del mundo, es que eclipsó y aniquiló a su oponente de muchísimo peso, valor y calidad. Ese objetivo que tenía tanto Kyle como la propia AEW de crear una estrella distinta a la comparación obvia funcionó a las mil maravillas, no solo Fletcher es alguien completamente distinto sino alguien completamente único, alguien que se ha catapultado a la cima de la compañía tras un duelo sumamente brillante, el mejor de toda la noche. Piledriver brutal sobre las escalinatas metálicas, Hollow Point y un Brainbuster sobre la tercera cuerda para cerrar la victoria más importante de toda su carrera.
TNT CHAMPIONSHIP: JACK PERRY © VS DANIEL GARCIA
Señoras y señores, es turno de hablar del momento de Daniel Garcia. Este era el combate marcado en el calendario para unos cuantos, yo incluido, ya que esta era la noche en la que Danny por fin se coronaba como campeón en AEW tras años de intentos fallidos. Era claro el resultado, nadie quería pensar lo contrario, no solo por ser lo lógico sino por ser lo deseado. Era su noche, era la noche en la que ponía fin al reinado del terror perpetrado por Jack Perry, y todos deseábamos que sonase la segunda campana del encuentro para celebrar su coronación. Básicamente todo esto era el motivo que me hacía desear ver este combate, o al menos para mi, ya que ver un combate del “Scapegoat” no era una de las cosas que más ganas tuviera de hacer. La gran mayoría de veces en mi vida las corazonadas me juegan malas pasadas y al final acaba ocurriendo lo contrario, pero en este caso era tan obvio que al final no fue hacer caso al corazón sino a la razón. Encuentro tibio, blando y aburrido que solamente causó un mínimo de reacción en mí lo comentado previamente gracias a un Jack Perry que vuelve a necesitar otra vez un lavado de cara y un giro en su personaje. A pesar de que he defendido mil veces su cambio a villano y he reconocido que el personaje de “Scapegoat” es lo mejor que le pasó a su carrera ha quedado claro a la larga de que fue simplemente la ilusión de algo nuevo. Volviendo a la lucha, esta fue insulsa como ninguna otra, haciendo que lo único que sacase algo de mí fue la más que merecida y esperada victoria de Daniel Garcia. No fue el mejor escenario para su coronación pero viendo la reacción de todos al sonar esa campana parece que todos pensamos igual: a la mierda el combate, Danny es campeón TNT. Victoria merecidísima en un encuentro flojo.
AEW INTERNATIONAL CHAMPIONSHIP: KONOSUKE TAKESHITA © VS RICOCHET
Si Kyle Fletcher tuvo en su combate una prueba de fuego sin duda Ricochet tuvo en su encuentro su correspondiente prueba. Esta era distinta, si uno era el rito de paso en el otro era la prueba de valor, un combate en el que Ricochet debía de demostrar si este puesto en el que se encuentra es en el que se merece estar, sin duda una lucha que determinaría si Ricochet ha pasado de ser infravalorado en WWE a sobrevalorado en AEW. Tras la lucha mis sensaciones eran raras, como de no saber que habían presenciado mis ojos. No se si fue el sueño, un público agotado y poco reactivo, no lo se, pero el combate me pareció no estar a la altura y no logro saber decir por qué. Tampoco volverme a ver la lucha ya despejado y con cafeína en el cuerpo pudo disipar mis dudas, algo no encajaba y no sabía que. No fue un mal combate, posiblemente le faltó algo de chicha y un final mejor que el visto pero no fue mala lucha pero tampoco fue ese momento definidor para Ricochet que comentamos previamente. Seguramente sea el ambiente lo que me saque de contexto, el público estaba cansado y estos dos no consiguieron sacarle algo de reacción a los fans. ¿Hubiera sido mejor si este combate se hubiera celebrado al principio del show en vez de en el séptimo puesto de la cartelera? Pues puede ser, pero también está el caso de que si mi abuela tuviera ruedas sería una bicicleta. No sabemos qué hubiera pasado en otro puesto o en otra situación, lo que sabemos es que fue un combate al que le faltó algo de chicha por un motivo u otro. Dicho esto, otra victoria de Konosuke Takeshita gracias a un Raging Fire desde la tercera cuerda, una victoria más para seguir reinando y tener más cerca la posibilidad de ser doble campeón en el Tokyo Dome.
SWERVE STRICKLAND VS BOBBY LASHLEY
¿Cual es la mejor forma de causar impacto? Ir directo a por el gran emblema de la compañía. Eso es lo que pensó MVP, quien intentó reclutar a Swerve Strickland para su refundado Hurt Business. Ante la negativa por parte del excampeón mundial, MVP tuvo que sacarse el gran as bajo la manga que tenía, así que para acompañarle tanto a él como a Shelton Benjamin llamó a nada menos que al Superman moreno, al hombre que se tragó un perchero, al “All Mighty” Bobby Lashley. ¿Y qué pasa con Swerve? Pues que si no estás con ellos, estás contra ellos.
¿Cómo planteas una lucha contra Bobby Lashley? Buena pregunta, pero una cosa de absoluta prioridad seguro que es evitar que el “All Mighty” te arree porque debe de sentirse como chocar contra un tren de mercancías. Swerve esto no pareció tenerlo en cuenta ya que durante los primeros compases estuvo a merced de esta absoluta mole, una mole de casi 48 años que está en mejor forma física que mucha gente de mi edad (me saca 23 palos esta mala bestia), está como si le hubieran lanzado al pozo de Lázaro. Aun con esas, Swerve pudo volver a la vida e igualar la balanza de nuevo destrozando la mesa de comentaristas con su infalible Swerve Stomp en un spot absolutamente delicioso. Parecía ser que el hombre que se tragó un perchero también se zampó un buen pisotón doble, aunque posteriormente también dio de cenar a Swerve ya que este se comió de lleno una lanza contra la barricada. 278 libras de puro bicho que hicieron que esa valla exterior se vaporizase con un simple placaje. Simple pero destructor fue también la lanza posterior que recibió Swerve en el ring, una lanza que le dejó a merced del Hurt Lock del Superman moreno como diría el legendario don Héctor del Mar. Con Swerve Strickland noqueado en medio del ring y con una victoria de peso bajo el brazo, el mensaje era claro: cuidado con el negocio del dolor.
AEW WORLD CHAMPIONSHIP: JON MOXLEY © VS ORANGE CASSIDY
AEW está en guerra y Jon Moxley es contra quien está enfrentado. Tras regresar a la acción, el de Cincinnati decidió tomar las riendas de lo que él consideraba una decadente compañía. Decidió cortar por lo sano todo vínculo que le ataba y le debilitaba, y tan lejos quería llegar con su objetivo que destrozó a su gran amigo Bryan Danielson no solo para coronarse campeón mundial de la compañía por cuarta vez sino para dar un mensaje claro a todo el vestuario: nadie está a salvo, “step up or be stepped on”. Ante esto surgió una alianza pro-AEW pero no era suficiente, Darby Allin no podía con todo y el resto era sobrepasado por la agresividad y el poderío de los Deathriders. Con todo esto, y a pesar de la negativa inicial, Orange Cassidy dio un paso adelante para enfrentarse a estos antisistemas, para poner el 2-1 en el marcador personal que tiene con Mox, para recuperar el campeonato mundial y para devolver la paz y la normalidad a All Elite Wrestling.
Esta lucha no era un simple combate, esto era una guerra en todo su significado. Tampoco era una guerra en el significado de que cada vez que subes a un ring con Jon Moxley la violencia y la sangre toman protagonismo. Nada de eso, esto era una guerra, una batalla entre el nuevo monarca tirano de AEW y una de las grandes partes del alma y corazón de la empresa. No es un combate por un campeonato mundial, es un duelo violento por el futuro dentro de AEW. La importancia y el significado de estas palabras lo sabían ambos luchadores, por eso Orange Cassidy se lanzó directo a por Mox incluso antes de que acabaran las presentaciones, antes de que Bryce Remsburg sacara el campeonato mundial del maletín en el que Deathriders lo transporta para enseñárselo al público. Tal era la brutalidad que ni habían pasado cinco minutos y la naranja ya estaba sangrando profundamente, Mox estaba ya destrozando a su oponente como hizo el año pasado en All Out y Full Gear aunque el motivo tras la violencia fuera distinto. Volvió la tónica ya vista, un ensangrentado Orange Cassidy intentando solamente sobrevivir a la agresividad sin piedad de un ensangrentado Mox sin ninguna herida abierta porque, efectivamente, la sangre que cubría gran parte de su cuerpo era la de su oponente. Aun con esas, una vez más el tío con menos sangre y al que todo le importa poco de la lucha libre demostró una vez más que sangre tiene mucha y que esto le importa demasiado, estaba claramente sobrepasado por su oponente y aun así sacaba fuerzas de la flaqueza para no solo sobrevivir sino regresar al combate con posibilidades. Moxley era incapaz de aniquilar a la naranja y este volvía a la vida ya fuera por su propio amor a AEW, por el calor de los fans o por ambas. La pena es que esto de poco serviría ya que era otra guerra distinta a las dos anteriores, Mox no luchaba solo, algo que le daría la victoria al cuatro veces campeón de AEW. Ni cruzando líneas que antes no había cruzado consiguió Orange ganar, ese golpeo con el maletín bastante ilegal celebrado por todos no sirvió para ganar, al final acabó siendo un dos contra uno y las mates no mienten. Rodillazo al estilo Danielson de Wheeler Yuta, “Deathrider” de Mox, victoria del campeón.
El corazón y el coraje que le sirvió a Orange Cassidy para ganar hace un año no fue suficiente para ganar este sábado, tenía todo en contra y aun con esas consiguió llevar la pelea increíblemente lejos, tan lejos que Jon Moxley tuvo que recurrir a trucos fuera del reglamento para seguir reinando. ¿Y ahora qué? ¿Cómo combates este caos? Pues con más caos. Eso es lo que pensaron “Hangman” Adam Page, Christian Cage, Jay White y Darby Allin. El cowboy lunático le dejó la oportunidad de ganar el campeonato mundial al patriarca en bandeja de plata, una bandeja que luego Jay White arrojó lejos. Entre todo este caos conseguía huir un demacrado Jon Moxley que casi no lo cuenta ya que Darby Allin decidió estampar un coche de lleno contra el vehículo de escape de los Deathriders en una escena tan dantesca como espectacular. La escena titular mundial sin duda es un caos, todos buscan algo como venganza u oro o, simplemente, causar el caos. Mox consiguió acabar con un gran obstáculo en su camino, qué pena que le hayan salido ahora otros cuatro igual de duros o incluso peores. Sin duda alguna el título top de AEW está en un escenario nunca visto, uno genial para el disfrute del fan.
Sin duda, esta edición de Full Gear ha sido una montaña rusa. Ha sido esa atracción de parque de atracciones primero por los combates vistos, pasando de un arranque normalito a una serie de combates de gran nivel para volver a bajar el listón y cerrar por lo alto con un sangriento y violento evento principal. También lo ha sido por las emociones, una vorágine de sentimientos de todo tipo que incluso hemos visto solamente en ese evento principal con la derrota de Orange Cassidy y toda la locura vivida después. Pasar de un poco de diversión tonta en el preshow con “Big Boom!” AJ a todo el caos alrededor del campeonato mundial navegando entre medias por grandes victorias titulares y victorias sorpresivas ha sido una experiencia grata. No es el mejor show de AEW este año pero es la definición de cuál es el listón de la compañía en cuanto a PPVs se refiere, no estará a la altura en muchas semanas de su programación semanal pero en los shows de pago nunca decepciona. Queda por delante poco más de un mes la mar de interesante tanto por todas las historias como por el Continental Classic y lo que podemos ver en la segunda edición de World’s End.