Después de un fin de semana en el Tokyo Dome lleno de altibajos, NJPW arrancaba su temporada 2025 con un ya siempre clásico The New Beginning. En esta edición la compañía del león cambia el enfoque, pasando de realizar un tour con dos o tres grandes shows repartidos en varias ciudades a condensar todo en un único gran evento final, una decisión que condensaba todos esos grandes combates en una sola noche haciendo una de la carteleras más interesantes de New Japan de los últimos años. Cargado de combates apetecibles e historias interesantes hasta las cejas, New Beginning también presenta un main event que puede suponer el cierre a una de las historias de consagración más largas y arduas de este deporte. Sin duda, un show completo de principio a fin, veamos si ha sido igual de bueno o incluso más.
HIROSHI TANAHASHI VS TOGI MAKABE
Arrancaba este The New Beginning celebrado en el EDION Arena de Osaka con el Ace, el primer combate del show era el primer combate de la gira de despedida del legendario Hiroshi Tanahashi. Que os puedo decir de una lucha entre un luchador de cincuenta años que ya no aparece casi en luchas individuales y otro un par de años más joven pero que físicamente tampoco está para tirar cohetes. No fue nada del otro mundo, tampoco esperábamos que lo fuera la verdad. Lucha corta y nada intensa que perfectamente podría haberse dado en esos shows del Road To pero eso da igual, no importa porque lo que de verdad lo hace es que es una parada en la gira de despedida de Hiroshi Tanahashi. No era una parada cualquiera, la primera entrega de este tour era una en memoria de su primerísimo combate, una revancha que ha tardado más de 25 años en llegar, un pequeño homenaje a dónde comenzó todo. En 1999 no consiguió la victoria pero el 2025 si que pudo, una victoria para dar comienzo al adiós de una leyenda, un combate que en cuanto a wrestling se refiere fue lo que fue aunque eso da igual, apreciemos el último año del Ace.
SHINGO TAKAGI VS DRILLA MOLONEY
Sin duda alguna este era el “do or die” o el “sink or swim” de Drilla Moloney, el combate que le pondría en una buena posición dentro de la división peso pesado. Para afrontar este nuevo escenario tenía enfrente al rival perfecto en Shingo Takagi, no solo porque es capaz de sacar una lucha buena incluso frente a un palo sino también porque era el camino a seguir de Drilla, campeón junior por parejas que saltó de división para incluso llegar a ser campeón mundial. Combate cortito pero intenso al más puro estilo del dragón, con un público enchufado que incluso se animó a ladrar como Brody King cada vez que Drilla golpeaba. Este estilo le vino de pelotas a ambos, Shingo es experto en la materia mientras que Moloney casa muy bien al tener unas cualidades muy similares a las del nipón. A mayores de esto también tuvimos una pizquita de elemento War Dogs cuando la acción se llevó al borde del ring y al público. Todo esto concluyó con una muy sorprendente victoria del miembro de War Dogs (al menos para mí) tras una recta final de infarto donde Moloney cerró su victoria con un espectacular Drilla Killa. ¿Fue un gran combate? Ciertamente estuvo lejos del listón absurdamente alto de Shingo. ¿Estuvo mal? Ni de broma, diez minutos de chicha con una clara y contundente declaración de intenciones del ex campeón junior por parejas.
GREAT-O-KHAN VS SHOTA UMINO
Al combate comentado le seguía otro “do or die”, otro completamente distinto por motivos claramente diferentes. Este “sink or swim” era para Shota Umino, quien necesitaba de encontrar a una nueva versión tras unos meses ciertamente tibios y un evento principal en el Tokyo Dome decepcionante como pocos. La maquinaria no funciona y todo el mundo parece saberlo menos él, incluso su oponente lo sabe. Más que saberlo, Great-O-Khan busca cambiar el paradigma de su rival con una derrota dura que seguiría a semanas y semanas de sacudidas a los cimientos que forman lo que es la actual persona de Shooter. Estos juegos mentales surgieron efecto en Umino, quien no perdió ni un segundo atacando a O-Khan nada más pisar el ring. Se notaba la rabia y la desesperación, unas emociones que surgen quizás por su derrota en Wrestle Kingdom, por lo que ha estado haciendo el miembro de United Empire o quizás por ambas y muchas cosas más. La agresividad se respiraba en Shota aunque es un juego donde claramente tenía las de perder como demostró esas acciones fuera del ring nada más comenzar. Con la espalda magullada, O-Khan vapuleó a Shooter, quien rascaba momentos de respiro como el babyface peleón que ha intentado demostrar ser en su estancia en New Japan estos años. Al final no surgió efecto, una vapuleada final cerrada con un Eliminator le dio la victoria de manera contundente a O-Khan. Pero esto no bastaba, necesitaba más, necesitaba acabar con quien era Shota Umino, algo que no pudo realizar de manera sorprendente. Lo de “sorprendente” no es porque Shota lograra escapar al intento de raparle de su rival, es sorprendente porque fue el propio Umino quien decidió acabar con ello. ¿Es este el punto de inflexión que tanto necesitaba? Veremos que depara el futuro.
SANADA VS TAICHI
La caída en desgracia de SANADA en este último año es digna de estudio. De tener un reinado ciertamente valioso y de participar en el main event de Wrestle Kingdom 18 ha pasado a ser un miembro intrascendente de War Dogs, un campeón mundial que de la noche a la mañana ha acabado siendo el hombre extra de los combates por equipos de los tours previos a los grandes eventos. Ahora no está en un 5v5, ahora está en una lucha individual contra su excompañero Taichi, aunque más que un combate fueron menos de diez minutos de marrullerías al más puro estilo Bullet Club. Hubo lucha libre entre medias aunque el protagonismo lo tomaron otros elementos, principalmente las personas en el ringside y una constante sucesión de patadas en las joyas de la corona entre ambos. Al final, con trampitas incluidas, SANADA acabó victorioso gracias a su Deadfall. La acción no terminaba con la campana, y aunque SANADA quisiera que la guitarra tuviera una participación importante al haber estado en escena cual arma de Chekhov no pudo cumplir ese deseo gracias al regreso triunfal de Yuya Uemura. Quizás este era el motivo de la lucha, tener una excusa para volver a meter en la programación a Uemura y ciertamente funcionó si ese era su cometido, aunque como lucha en sí no fue nada del otro mundo.
IWGP Jr. HEAVYWEIGHT TAG TEAM CHAMPIONSHIP: ICHIBAN SWEET BOYS © VS ROPPONGI REVICE
Tras un 2024 sensacional para la división junior por parejas, el 2025 arrancaba con otro comienzo, el del reinado de Ichiban Sweet Boys al menos en cuanto a defensas titulares se refiere. Este primer capítulo para el joven Fujita y el experimentado Eagles era Roppongi ReVice, la tercera instancia de este equipo que juntaba a las dos generaciones anteriores en una tercera (y aparentemente definitiva) iteración. Ya con el combate finalizado y visualizado al completo tengo que decir que fue una cierta decepción. Lo fue porque no estuvo a la altura de lo que fueron combates vistos en el año pasado, una colección de enfrentamientos cortos e intensos que conseguían reanimar a un muerto con solo diez minutos de wrestling. La cosa es que, a pesar de ser una decepción, no fue un mal encuentro, no fue tan bueno pero es que igualar tal listón es una cosa ciertamente difícil. No fue tan dinámico ni intenso pero tuvo esos elementos, no a los niveles comentados pero lo fue. El combate cerraba con victoria de la dupla de TMDK, la dupla nipona-australiana conseguía seguir reinando con un Abandon Hope de Fujita con cierta ayuda de un Eagles que si no se ha destrozado la pierna contra la barricada en ese Tope con Giro me parecería un milagro. ¿Siguientes en la lista? War Dogs con su nueva dupla junior formada por Taiji Ishimori y Robbie X.
NEVER OPENWEIGHT CHAMPIONSHIP: KONOSUKE TAKESHITA © VS OLEG BOLTIN
“For the sickos” es un término muy usado a la ligera, de manera errónea incluso, pero cuando dos monstruos de este deporte llamado lucha libre son arrojados al ring sin motivo aparente y a cambio te dan diez minutos de wrestling nivel top ahí sí que se puede usar el término “for the sickos”. Un armario empotrado kazajo llamado Oleg Boltin se enfrentó a un absoluto demonio del wrestling llamado Konosuke Takeshita con el campeonato NEVER de por medio, el campeonato perfecto para degustar diez minutos de piñas incesantes. Las piñas fueron de gran calibre, piñas nivel “al que tengo delante es alguien que puedo zurrar de lo lindo”, se pegaron como si se debieran dinero, tan innecesario como divertido. No era necesario tal paliza, no sé por qué Oleg decidió comerse el poste como si no hubiera desayunado en tres semanas, no sé por qué Takeshita fue arrojado por el ring sin causa ni conocimiento cual muñeca de trapo pero da igual porque moló demasiado. Moló a niveles innecesarios, desde los golpes en estéreo hasta ese Superplex que hizo que el árbitro se elevase un buen palmo del suelo solamente del impacto. Moló tanto que estaba flipando al nivel de reírme de puro flipar básicamente. Fue sensacional, ambos brillaron a niveles espectaculares, sobre todo Boltin quien hizo de todo menos lo esencial, que fue ganar. Peleó con todo, gastó toda la gasolina del tanque pero no fue suficiente para evitar que el Raging Fire de Takeshita hiciera que el Alpha siga siendo doble campeón. Sin duda esto es “for the sickos” con el sello New Japan para certificarlo.
IWGP TAG TEAM CHAMPIONSHIP: THE YOUNG BUCKS © VS LOS INGOBERNABLES DE JAPÓN
Este combate me llena de preguntas: ¿por qué le han dado este reinado tan corto a los Young Bucks? ¿por qué no ganaron Naito e Hiromu en Wrestle Dynasty? ¿algún día Naito se tomará un descanso indefinido que necesita como el comer? Muchas preguntas se pueden responder simplemente con que Gedo quería imperativamente otro reinado de los hermanos Jackson en NJPW y teniendo Wrestle Dynasty pues blanco y en botella leche. Aún asi no hace que el resto suene ciertamente estúpido y que este reinado de apenas 35 días haya sido un poco innecesario. Estúpido no se si es un adjetivo que encaja con esta lucha, depende de lo que te gustase, aunque sí que es verdad que “meh” es una buena forma de definirla. No llegó ni a los diez minutos ni a cuatro participantes, la acción se cerró en la marca de 9:48 mientras que Naito hizo el trabajo de medio luchador, hablamos de sus rodillas pero las de Hiromu cargando con todo el equipo a la espalda por segunda vez es de estudiar. Quitando ciertos momentos, esto fue un spotfest de manual donde los campeones conectaban sus siempre reconocibles movimientos contra un Hiromu que intentaba cambiar la dinámica de la lucha o contra un Naito que solo participaba para recibir cuatro golpes y hacer sus tres cosas características. Al final del minutaje comentado, el equipo y medio de los aspirantes conseguía la tan ansiada corona IWGP por parejas. A pesar de que Hiromu hizo curro doble y que Naito se aferra a los rezos y a la adrenalina para seguir tirando (y tampoco de muy buena manera visto lo visto), Los Ingobernables se llevaron el encuentro y los campeonatos gracias a un Destino de Tetsuya Naito. Una lucha mezcla de muchas sensaciones a la que hay que incluir la de “porfa Naito dale una vuelta a todo esto porque estás que no estás”, la de buen combate resuena pero muy poquito la verdad.
IWGP GLOBAL CHAMPIONSHIP: YOTA TSUJI © VS GABE KIDD
Nació una estrella en el Tokyo Dome, más concretamente el pasado 5 de enero. Tras un encuentro sensacional y sumamente emotivo, Gabe Kidd pasó de ser el loco violento de War Dogs a ser el babyface número uno de la compañía, a ser básicamente el presente y el futuro de esta pasando de ser un joven aguerrido a alguien que daría su integridad física por New Japan en el ring blanco y azul. A pesar de esa dura derrota, Gabe tenía las miras puestas en seguir creciendo aprovechando este enorme espaldarazo, siendo su objetivo el campeonato global IWGP que recientemente había sido ganado por Yota Tsuji de manos de su compañero de facción David Finlay. Con la lucha oficializada para celebrarse en este show de The New Beginning, veríamos en este duelo no solo una pelea por el campeonato global sino una pelea entre los dos grandes nombres del futuro de NJPW.
El wrestling puede ser muy colorido, lleno de piruetas y escenas para el recuerdo, con historias llenas de matices y giros. El wrestling puede ser muchas cosas y a veces puede ser simple, efectivo, directo. Esta lucha lo demuestra, hace ver que el wrestling puede ir más allá sin necesidad de grandes recursos narrativos y sin necesidad de la epicidad circense o del impacto de ciertas escenas. Gabe Kidd y Yota Tsuji han dado un clásico de veinte minutos sin necesitar de nada de lo comentado, un encuentro sensacional donde han colisionado dos luchadores que buscaban simplemente ser mejor que el otro. Un encuentro sin colorines ni luces de neón ya que ha sido color gris, ha sido de impacto duro donde primaba más ir a la guerra que dar un show para el recuerdo. Mucha violencia en forma de golpes brutales, mucho impacto y muchos pequeños guiños a etapas pasadas como pueda ser esos momentos de Young Lion u otro homenaje de Kidd a su querida New Japan. Era difícil elegir un ganador antes del combate, lo fue difícil durante este y seguramente sea imposible elegirlo incluso ya después de la campana inicial. Esto pensó también NJPW, así que decidió finalizarlo con un empate a causa de doble KO, un final perfecto para la ocasión visto el desarrollo del combate y quienes se enfrentaban, un final que no fue suficiente para Yota y Gabe que intentaron seguir la guerra de manera puramente instintiva. New Japan ha tenido en este pre main event el duelo entre sus dos grandes nombres de futuro, uno que nació el pasado enero de manera épica y merecida y otro que ha ido consagrándose lentamente hacia esta posición de gran talento para la compañía.
Pero no todo es color rosa, con este final también llegaba House Of Torture para atacar ferozmente al campeón global y también a su compañero de facción. La sorpresa la puso EVIL, quien regresaba a NJPW en lo que aparentemente parecía un movimiento para abandonar a su antiguo grupo, nada más lejos de la realidad, ya que este decidió seguir el castigo contra el Gene Blast y apuñalar por la espalda a su compañero del Bullet Club para oficializar la separación por completo de facción y subgrupo. Espectacular combate y buen segmento final para afianzar el estatus de EVIL como villano y el de los dos participantes del encuentro como grandes babyfaces de la compañía.
IWGP WORLD HEAVYWEIGHT CHAMPIONSHIP: ZACK SABRE Jr. © VS HIROOKI GOTO
Tras una doble defensa exitosa y algo por debajo del listón en el Tokyo Dome, el campeón Zack Sabre Jr. buscaba su próximo oponente para engordar la lista de defensas exitosas y prolongar un reinado que ya en su próximo show superaría los 100 días de duración. En la otra esquina tenía a uno de los grandes hombres de NJPW salidos de los 2000 que quedan todavía en pie, su rival era Hirooki Goto, quien buscaba lograr un título mundial que ha intentado lograr ocho veces desde 2007 de manera fallida, un broche de oro a una carrera en la compañía superable solamente por muy pocos. A pesar de que esto parecía una defensa más se discernía cierto aire de cambio, como que esta no era la última bala fallida de Goto, como que había de verdad serias posibilidades de victoria. Se respiraba en el ambiente, lo clamaba la gente tanto en el recinto como alrededor del mundo, esta era la definitiva, esta era la buena tras más de veinte años de carrera y tras múltiples intentos en vano. Hoy, 11 de febrero de 2025, Hirooki Goto cerraba una escalada hacia la cima tan turbulenta y tantas veces fallida, hoy tenía que ser el día en el que se convertía en campeón mundial IWGP.
Si con el combate anterior decía que el wrestling podía ser simple y efectivo, en este evento principal de la noche también lo fue aunque por motivos bien distintos. Si en ese caso era porque nos trajeron a la mesa una guerra dentro del cuadrilátero en este caso tenemos que fue por pura emotividad, un duelo donde la emotividad pesaba mucho más y tenía mayor importancia que el combate en sí. Así se vio durante los veinte minutos de encuentro, uno donde Goto era el héroe definitivo arropado por los miles de fans del EDION Arena junto a todos los que animábamos desde casa y donde ZSJ volvió a ser ese luchador chulesco que buscaba mermar a su rival como solo él sabe hacer. Gracias al campeón y a ese intento de minar la moral del oponente junto a la constante búsqueda de dañar el brazo predominante de su rival el apoyo al babyface creció una pizquina más. Aun con esas, y siendo ya de por sí un gran combate, lo que importaba era ese momento tan ansiado donde la campana sonaba, y tras dos GTR marca de la casa, Hirooki Goto por fin se coronaba campeón mundial IWGP. La cuenta llegaba a tres y el estruendo era enorme, los gritos de los comentaristas japoneses eran palpables, la emoción hacía mella y sacaba lágrimas a muchos porque por fin Goto alcanzaba la cima. Puede que sea solo un reinado de transición o una victoria a modo de agradecimiento por una carrera al servicio de la compañía pero nada de eso maquillará ni tapará lo grande de este momento.
De manera clara y contundente tenemos que NJPW ha acertado con este primer show del año, ha acertado a tales niveles que no solo The New Beginning ha sido una sensacional primera gran piedra del camino 2025 sino que va a ser un show para el recuerdo de los fans de la compañía y del wrestling en general. Si, ha tenido sus altos y sus bajos pero ha logrado de manera muy grata tanto construir talento y rivalidades para el futuro cercano como darnos momentos para el recuerdo. Un show completo donde va quedando clara la imagen de los próximos meses (una muy interesante), donde luchadores como Drilla Moloney o Konosuke Takeshita salieron reforzados y donde Gabe Kidd y Yota Tsuji quedaron definidos como los pilares de la próxima etapa de New Japan. Pero no solo eso, la recta final fue tan sensacional que ha recordado a esa NJPW de la que me enamoré hace ya una década. Wrestling sublime a que le pone la guinda una victoria emotiva como ella sola, dos combates finales más otros vistos a lo largo del evento para indicar que el pase de antorcha es definitivo como para intentar dar un gran adiós a una generación que llevó en volandas hasta la cima a la marca del león. Sin duda alguna, NJPW en estado puro, ojalá esto no decaiga.