Review NJPW G1 Climax 35: una decepción mayúscula en su completitud

Todos los años digo lo mismo, y si ocurre será por algo. La navidad normal y corriente es en diciembre pero para muchos otros es a lo largo de parte de julio y parte de agosto. ¿Los regalos? Lucha libre a mansalva. ¿Papá Noel? New Japan Pro Wrestling. Efectivamente, estoy hablando del G1 Climax, que regresa en 2025 con su trigesimoquinta edición, una que siempre se espera como agua de mayo pero que tristemente ha causado cierta decepción y malestar entre los fans, algo que explicaré desde mi punto de vista en este ya típico resumen y análisis del torneo más prestigioso del wrestling mundial.


BLOQUE A

  • El bueno - Yuya Uemura: Es difícil ser el más destacado de tu grupo y ni siquiera formar parte de los tres primeros en un grupo de diez. Esta casuística es en la que vive Yuya Uemura, quien ha destacado de una manera espectacular por encima de casi todo el resto del bloque (el torneo de David Finlay es espectacular también pero hay que elegir a un solo MVP) sin ni siquiera entrar o en la final a cuatro o en los playoffs previos a esta. Sin duda, Yuya es la definición de “si no puedes ganar al menos destaca”, demostrando en los nueve enfrentamientos que ha tenido muchísimas cosas dignas de superestrella o de número uno de NJPW: inteligencia, habilidad en el ring, buen selling, manejar las emociones del público y mucho carisma. Se le veían cositas en su etapa de Young Lion pero esto ya es otro nivel sin duda, una pena que no le haya valido para tan siquiera rascar un puesto de playoff. Si New Japan juega bien sus cartas, algo que no parece estar haciendo bien de momento, va a tener una rivalidad por el campeonato mundial para muchísimos años entre Yuya Uemura y Yota Tsuji, aunque de momento nos tendremos que conformar con que la gente ya está del todo convencida de que es un talento que puede ser generacional.

  • El malo - EVIL: Le quieren los fans nipones, le quiere el equipo creativo de la compañía, le quiere el puñetero presidente y, aun con estas, yo le aborrezco. Efectivamente, estoy hablando de EVIL, luchador que en cuatro de estas reviews que llevo haciendo de los últimos G1 Climax ha ganado este galardón de “el malo” en tres ocasiones (y en una no lo gana porque a Naito le costó hasta respirar en dicha edición). Es por lo mismo de siempre, no por su ausencia de habilidad en el ring (no es esto porque la tiene y de gran manera) sino por el estilo "House Of Torture", un estilo que aborrezco por su forma de estructurar combates y por todas las estúpidas e incesantes trampas y triquiñuelas. Ya no es un odio genuino a su personaje gracias a que es un grandísimo villano, es que es odio genuino a su personaje porque todo lo que rodea a dicho personaje es infumable. No sé qué más decir que no haya dicho, quizás que yo sea uno más entre los fans occidentales de New Japan que no entienden el cariño que tanto los fans nipones como las altas esferas de NJPW le profesan.

  • La sorpresa -  SANADA: ¿Sabéis quien forma parte de House Of Torture y si que es mínimamente tragable? Efectivamente, la eterna contraparte de EVIL, el excampeón mundial SANADA, alguien que tras una caída estrepitosa desde la cima ha sabido reinventarse de cierta manera para encajar en ese grupo de villanos con un toque de carisma y personalidad distinto pero llamativo. Con una guitarra y múltiples indumentarias increíblemente estupidas, el anteriormente conocido como “Cold Skull” se ha amoldado perfectamente a la “shithousery” de la casa de la tortura e incluso destacando sobre otros muchos gracias a esas pintas comentadas y a encajar en ese juego sucio con el toque distintivo a lo Jeff Jarrett, destacando a veces incluso más que el propio EVIL. No es una actuación brillante, tampoco ha cosechado grandes resultados pero este resurgir de la absoluta nada de forma tan curiosa tras haber sido tan importante en NJPW es sin duda algo que merece cierto halago.

  • El combate -  Ryohei Oiwa VS Yuya Uemura: Mi elección para el mejor enfrentamiento de este bloque es ciertamente atípico, no porque la elección sea rara o inesperada sino porque el combate per se lo acabó siendo. En la jornada del 7 de agosto, tanto Yuya Uemura como Ryohei Oiwa buscaban alcanzar el umbral de los diez puntos para seguir con las posibilidades de pasar a siguiente ronda lo más intactas posibles. Ambos propusieron un planteamiento ciertamente distinto pero brillante, ya que dejaron de lado todo lo llamativo y espectacular para tener un encuentro más simple y a ras de lona, simple que no sencillo. Yuya atacaba el brazo mientras que Oiwa la cabeza y la zona cervical superior de manera muy técnica y nada sobrecomplicada, una actuación lenta pero metódica que le sentó de perlas al combate. Le sentó de maravilla porque cuando despegó lo hizo necesitando muy poco ya que cualquier acción vistosa se sentía especial, siendo aún más especiales todos los contraataques o intentos de volver a la lona para rascar dos puntos por rendición del oponente. Esta explosión sencilla pero vistosa y deliciosa de ver por partes iguales culminó con Yuya conectando su “Kannuki Suplex” tras librar el “Discus Lariat” llamado “The Grip” de Oiwa en una secuencia deliciosa para el paladar de los espectadores de esta noche y de este torneo.


BLOQUE B

  • El bueno - Zack Sabre Jr.: Segundas partes a veces no son buenas, sobre todo tras lo visto en la noche del 4 de enero, más aún cuando esa segunda parte comienza terminando con una historia de consagración fuertemente amada por todos. Aun con todas estas cosas en contra y con unas ciertas expectativas, Zack Sabre Jr. ha tenido un G1 Climax sensacional como campeón. Una vez más, el británico demuestra que entre las cuerdas es básicamente inigualable, teniendo un nivel promedio de combates estúpidamente alto incluso contra oponentes contra quienes es difícil rascar algo. Si, es verdad, como campeón no es un "draw" que digamos aunque duela admitirlo pero es innegable que es uno de los mejores y más sacrificados trabajadores que tiene NJPW ahora mismo.

  • El malo - Shota Umino: Si pudiera asociar de manera perfecta la frase “querer y no poder” con algo sería con Shota Umino sin duda alguna. Me fastidia tener que darle este premio del malo del bloque B pero es que el Shooter quiere y no puede nunca mejor dicho. Debutó pareciendo el siguiente gran nombre gracias a parecer ser el siguiente Tanahashi y posiblemente fuera eso lo que le mandó al precipicio. Intentó salvar las papeletas tras un decepcionante main event en el Tokyo Dome y todo lo que parecía ser una reinvención al más puro estilo Naito acabó en ser más de lo mismo. Si, ha crecido en el ring y su G1 Climax ha sido muy bueno en esa faceta comparado a periodos anteriores pero todo lo que le rodea en cuanto a presentación y carisma se refiere sigue quedándose corto, algo que me duele viendo como años atrás dije que Shota era el próximo gran nombre de NJPW. Este G1 encapsula todo esto, una actuación correcta de alguien que no debería solo resignarse a eso, debería de ser mucho más, un nivel que parece que por el momento se le escapa. Una pena.

  • La sorpresa -  Hiroshi Tanahashi: “Viejos rockeros nunca mueren”. En el wrestling pasa algo del estilo, a veces los luchadores viendo que ya tienen una edad y que están más cerca de colgar las botas que de otra cosa cambian su estilo y narrativa para ajustarse al paso del tiempo. CM Punk, Christian Cage, Dustin Rhodes… estos son ejemplos perfectos al que sumar el de “Old Man” Hiroshi Tanahashi. El "Ace" llegaba a su último G1 Climax rodeado de dudas gracias al lamentable estado de sus rodillas (y su físico en general), transformando estas dudas en una actuación brutal en torno a este concepto comentado. Todas estas dudas las transformó en la historia del señor mayor peleando contra su oponente y contra el paso del tiempo, algo que funciona x1000 en el caso de Tanahashi porque el tío es posiblemente el babyface más natural que han visto mis ojos. El fuego que despertaba en los fans cuando era el número uno sigue vivo incluso en esta faceta de veterano que pelea por sobrevivir, un reajuste a lo que ya puede dar el cuerpo de si acertada. Uno de los mejores de todos los tiempos al que vamos a echar de menos a partir del 4 de enero de 2026.

  • El combate - Konosuke Takeshita VS Shingo Takagi: Como el meme que rula por Twitter Wrestling titulado “Big N**** Fightin' Time”, el mejor combate del bloque es el duelo entre Konosuke Takeshita y Shingo Takagi, dos malas bestias zurrándose como si el mañana no existiera para arañar un par de puntitos. Un festival de zurrarse al más puro estilo puroresu que alcanzó unas cotas donde nadie sabíamos quien iba a ganar porque ni ambos usando todo su arsenal consiguieron doblegar a su oponente. El final tuvo que llegar con Takeshita sacando un arma oculta en su arsenal, ya que la campana final llegó con Takagi perdiendo el conocimiento gracias a un “Chickenwing Crossface” que Shingo vendió como si hubiera apostado dinero. El Alpha se llevaba dos puntitos tras poner a su oponente en una posición donde parecía que iba a morir (de coña el selling tan espectacular del dragón), combate brutalmente bueno sin duda alguna.


FASE FINAL

Dejando la fase de grupos ya atrás, una fase de grupos que ha dejado a título personal unas sensaciones de cierta decepción, llegábamos a los playoffs que arrancarían la fase final de esta trigesimoquinta edición del G1 Climax. Dichos playoffs servirían un poco a modo de aperitivo o adelanto tanto para la final a cuatro del torneo como para todo el tema de sensaciones. Esta ronda previa deja sabor agridulce ya que Yota Tsuji vencería a Shota Umino para llegar de manera obvia a las semifinales pero David Finlay caería ante Konosuke Takeshita, una decisión ciertamente cuestionable viendo como no solo su remontada fue de lo mejorcito en la fase de grupos sino también porque Finlay siempre pone el 120% para que ni se acerque a oler el campeonato mundial IWGP, algo que yo creo que merece tener aunque sea una sola y corta vez. Dicho esto, dos combates bastante buenos, sobre todo ese duelo entre el líder de War Dogs y el miembro de la familia Don Callis, quizás siendo esto lo último del torneo donde nos llevaremos una sensación plena o mayormente de alegría y conformidad.

Arrancaba ya la final a cuatro, Yota Tsuji tendría que pasar por encima de EVIL si quiere volver a alcanzar la final del torneo mientras que Konosuke Takeshita buscaría acabar con los sueños de Zack Sabre Jr. de convertirse en ganador de un G1 mientras sostiene un campeonato mundial. Una de las semifinales nos dejó un resultado correcto y una lucha descomunal ya que Takeshita y ZSJ rozaron la media hora de perfecto wrestling, toda esa decepción y rabia comentada viene por la otra semifinal: EVIL vence a Yota Tsuji. No tengo palabras ni para resumir ni para explicar este resultado, a día de hoy sigo sin comprenderlo, nada me hace comprender el hecho de que New Japan haya mandado a casa al ganador perfecto para este torneo para darle una final a EVIL, todo esto con un combate jodidamente desastroso y asqueroso de por medio. La final del G1 Climax pasó en un par de días de ser la posible consagración del presente y futuro de la compañía a un duelo entre el peor villano del wrestling japonés (y no por culpa de que sea un luchador malo pero esto es otro melón a abrir) y un part timer bajo contrato con AEW.

Llegando ya a la final per se, este fue un buen combate con una intro horrible y una última mitad espectacular, algo que me fastidia bastante. Hablando mal y pronto, me jode esa segunda mitad porque fue todo lo bueno que puede ser EVIL sin la casa de la tortura, un villano chulesco que hace trampas pero sin necesitar de interferencias constantes, un gran luchador haciendo de prueba final para otro gran luchador. Es lo que puede ser el antiguo miembro de LIJ y no lo materializa porque supongo que las chorradas de la casa de la tortura o cotizan alto o gustan demasiado al la planta noble creativa (o al propio EVIL yo que se). Un combate que culminó con el héroe venciendo al villano, con Konosuke Takeshita alzándose con uno de los galardones más prestigiosos de no solo el wrestling japonés sino del wrestling mundial, algo que tristemente se sintió no todo lo alegre y merecido que se puede sentir algo así gracias a un torneo decepcionante en su totalidad, algo de lo que el pobre Take no tiene la culpa. 


Posiblemente este sea el G1 Climax más decepcionante que recuerde en mucho tiempo por no decir que es posiblemente la más decepcionante de todas las que he visto. Cumple en el ring porque el puroresu pocas veces falla en torneos, si, pero lo en muchas otras zonas por muchos motivos, siendo el principal el torpedear a sus grandes estrellas de futuro por enésima vez. Entiendo que a Shota Umino no le hayan dado un recorrido largo en el torneo porque todavía le falta algo para volver a merecer un spot tan importante, pero que Yuya Uemura ni haya pasado de grupos o que David Finlay y Yota Tsuji hayan caído de esta manera es difícil de comprender. El germano-irlandes no pasa del playoff previo siendo por enésimo mes consecutivo el luchador que más se parte la espalda por la compañía mientras que NJPW ha decidido tirar a la basura la oportunidad perfecta de darle un G1 Climax a Tsuji (y la enésima de catapultarle al main event) para darle una final a la peor versión de EVIL jamás vista y a un luchador que ni siquiera hace los tours al completo porque forma parte de la programación semanal de AEW. No tiene ningún sentido no solo por desprestigiar al futuro sino por poner en situaciones difíciles a luchadores que no las merecen. Takeshita, con lo espectacular que es, está en una tesitura de “invasor que no forma parte de New Japan” mientras que EVIL es un luchador sensacional amado en Japón por esto y por ser alguien de la casa metido en un personaje y estilo de lucha profundamente horribles. 

Por desgracia para Konosuke Takeshita porque es un ganador perfecto envuelto en una forma de ganar incomprensible, los fans de la compañía alrededor de todo el mundo no están contentos por un motivo u otro, un descontento que alcanza más allá del equipo creativo llegando hasta la presidencia. ¿Por qué no se apuesta por el talento de la compañía? ¿Por qué cuando se hace es de la peor forma? La culpa no es de Okada por no hacer un relevo generacional, la culpa no es de Naito por decidir poner fin a su etapa en la compañía del león, la culpa no es de EVIL por desempeñar un villano tan tétrico, la culpa no es de Takeshita por hacer su trabajo, ni siquiera la culpa es de Tsuji-Uemura-Umino y gente del estilo. La culpa es de una compañía que ante la marcha de sus grandes estrellas ha decidido no apostar al 100% por caras nuevas o poner a luchadores en puestos donde no deberían estar, ya sea porque les queda grande o porque no lo merecen. Así normal que hasta TJPW haya hecho mejores taquillas en unos cuantos de los shows por las mismas fechas del torneo. Veremos como prosigue el 2025 de NJPW y si consiguen convencernos de ver un Wrestle Kingdom 20 que de momento causa más miedo e incertidumbre que ganas.