GHDPW vol.3: The Bullet Club

Ya acercándonos a la mitad del año y, más concretamente, a la edición de 2023 de Wrestling Dontaku, se me pasan por la cabeza dos palabras: Bullet Club. Saliendo el grandioso Jay White de la unidad principal en Japón, entrando David Finlay, y estando cada vez mas cerca el decimo cumpleaños de la facción, he querido escribir un poco sobre este club, la historia desde su formación hasta la actualidad y como, como su lema “4Life” indica, el Bullet Club se ha convertido en una de las facciones más icónicas de la historia del pro wrestling, un icono de la cultura popular y un grupo que ha cambiado este deporte para siempre.


EL ORIGEN DEL CLUB

Todo empieza con un solo nombre, un solo wrestler: Prince Devitt. El irlandés Fergal Devitt llegó al dojo de NJPW a inicios de 2006 a la edad de 25 años, y tras una etapa en WRESTLE LAND, la marca secundaria de la compañía para que los miembros del dojo pillasen rodaje, como el enmascarado Pegasus Kid, llegó al roster principal de NJPW a mediados del mismo año con el nombre que usaría a lo largo de 7 años en la compañía. Tras unos dos primeros años de rodaje y desde 2008 hasta 2013, la carrera del irlandés estuvo llena de éxito dentro de la división junior de New Japan. De la mano de Ryusuke Taguchi bajo el nombre de Apollo 55 ganó múltiples veces el campeonato junior IWGP por parejas y monopolizó lo alto de la división como campeón junior IWGP gracias a dos reinados que sumaron 591 días como campeón. Todo perfecto, pero había un problema, y era ese mismo, que todo era demasiado perfecto. Prince Devitt era el rey pero deseaba alcanzar cuotas mas altas, era un pez gordo en una pecera que se le quedaba pequeña, así que su nuevo objetivo era saltar a la división peso pesado.

Con Ryusuke Taguchi como compañero y estando en su tercer reinado como campeón, buscaba reavivar un antiguo duelo con, Hiroshi Tanahashi, el campeón peso pesado IWGP. Conociendo lo que era vencer y ser vencido contra este oponente, se enfrentaba a él en el show del 41 aniversario de la compañía donde el campeonato máximo no estaba en juego, algo que frustró bastante al irlandés. Lo que le dolió mas fue la derrota, que acabo por causar un cambio de personalidad de Devitt irreversible, el cual estaba harto de intentar luchar por un puesto de gloria en la división pesada y fallar siempre. Ni una buena actuación en el G1 Climax 20, ni vencer a grandes talentos ni ser campeón absoluto y dominador le bastaba. ¿Por qué siempre quedaba tan cerca? ¿Es por ser un junior? ¿Es por ser un gaijin? ¿Es porque a mi compañero le da igual todo? ¿Es porque no me respetan? Todas esas preguntas sin respuestas y esa frustración llegaron a un culmen un 7 de abril de 2013.

El evento es Invasion Attack, abre el show Time Splitters contra Apollo 55 donde los primeros defenderán su campeonato por parejas junior IWGP. Un combate al que Prince Devitt llega con un ligero cambio en su personalidad, mucho más chulesco y sin importarle tanto ni el rival ni las reglas. Y el resultado del combate es el esperado, Apollo 55 pierde, y un Devitt frustrado y lleno de ira ataca a su compañero. Renunciando a todo lo que era, ahora Devitt es el “Real Rocknrolla”. El día ahora es el 3 de mayo, Wrestling Dontaku, y tras aliarse con Bad Luck Fale se le unirían Karl Anderson y Tama Tonga. Tras una derrota de Anderson contra Tanahashi, los cuatro atacaron al Ace y así nacía uno de los grupos más icónicos de este deporte: el Bullet Club. Un grupo de gaijins despreciados por Japón y con una mentalidad absoluta de “no hacer prisioneros”. Implacables, despiadados, chulescos, tramposos, eran los villanos por excelencia de New Japan y joder como molaban.

Durante el siguiente año fue de éxito para el Bullet Club, nuevos miembros como The Young Bucks o Doc Gallows llegaban, se coronaban nuevos campeones (los Bucks como campeones junior por parejas y Doc-Karl hacían lo correspondiente con los campeonatos de la división peso pesado), Devitt arrasaba en la división junior como campeón (segundo ganador invicto de la historia del BOSJ) y cimentaba su ascenso a la clase peso pesado cosechando un segundo puesto en el grupo A de la vigesimotercera edición del G1 Climax. Aun así, ni con nuevos amigos ni con nueva personalidad conseguía llegar a la cima, fallando en vencer tanto a su antiguo rival, Hiroshi Tanahashi, como al campeón peso pesado IWGP, Kazuchika Okada. Esto, sumado a perder su titulo junior contra Kota Ibushi en Wrestle Kingdom 8 tras 419 días como campeón, hicieron mella en el líder del Bullet Club. El golpe de gracia a toda esta espiral de fracaso fue el regreso de su excompañero en busca de venganza. Esto se resuelve en Invasion Attack 2014, donde Ryusuke Taguchi vence a Devitt en un combate donde el perdedor debería abandonar la compañía. Tras renunciar al estilo Bullet Club y ser atacado por los Young Bucks, Devitt termina su etapa en NJPW con el perdón y el respeto de su antiguo compañero. Bullet Club, por primera vez, se quedaba sin un líder, ¿o quizás no?


LA SAGA DEL "PHENOMENAL ONE"

Ni siquiera tuvo que acabar la noche para ver a alguien nuevo como el nuevo “numero 1”, AJ Styles debutaba en NJPW atacando al campeón Kazuchika Okada y declarándose nuevo miembro del Bullet Club. Un nuevo líder de cara al público, porque el líder espiritual era Karl Anderson, y una leyenda sumada al equipo. No por aquel entonces era leyenda pero era uno de los grandes de la escena americana del pro wrestling, pero poco menos de un mes después empezaba a vislumbrarse ese status, porque el 3 de mayo se coronó como campeón peso pesado IWGP tras vencer a Kazuchika Okada. Primer cumpleaños del Bullet Club y primer campeonato mundial de la facción. Durante los siguientes años solo hubo éxitos y mas que éxitos: a los miembros actuales se les sumaban gente como Yuhiro Takahashi y Kenny Omega (este será muy importante), AJ Styles ganó dos veces el campeonato peso pesado IWGP, se ganaron otra vez campeonatos por parejas de ambas divisiones además de los campeonatos intercontinental y junior, coleccionaban trofeos de los torneos disputados y daban el salto al panorama internacional. El Bullet Club era imparable, dominaban todas las divisiones de NJPW y eran la facción heel número uno. Aun con todo esto, había que recuperar una antigua tradición, cambiar de líder.

El 5 de enero, tras una derrota de AJ Styles frente a Shinsuke Nakamura en Wrestle Kingdom 10, el luchador americano abandonaba la compañía para irse a WWE. La despedida fue, en cierta manera, bastante memorable, pero no para él. Kenny Omega, con el apoyo del resto del club, traiciono a Styles y se autoproclamo nuevo líder. Cansado de estar estancado en la división junior mientras AJ perdía crédito, dio el salto a la división heavyweight por la fuerza, siendo este el origen de una de las grandes historias de todo el pro wrestling, y, como no, un nuevo gran hito para el Bullet Club.


GUERRAS INTERNAS EN LA CIMA DEL NEGOCIO

The Cleaner empezaba con un objetivo claro, hacer lo que AJ Styles no pudo conseguir en el Tokyo Dome, vencer a Shinsuke Nakamura y proclamarse campeón intercontinental. No le salió como esperaba al 100%, porque Nakamura dejó el campeonato vacante al marcharse también a WWE, aun así consiguió proclamarse campeón y encima venciendo al Ace de la compañía, Hiroshi Tanahashi. Superando un escollo que les había causado problemas a los dos anteriores líderes, el año de Kenny Omega empezaba de manera estelar y continuaría de forma aun mas estelar. El Bullet Club seguía su plan y seguían sumando tanto títulos como miembros, como es el caso del campeón mundial de ROH Adam Cole, Hangman Page, Marty Scurll y Tanga Loa, este último dominaría la división por parejas junto a Tama Tonga como Guerrillas Of Destiny. Pero el centro de atención era The ELITE y, en especial, Omega. Este trio formado por el canadiense y los hermanos Jackson (The Young Bucks) cambiarían la industria para siempre, empezando por este año.

Kenny Omega perdería su campeonato intercontinental contra Michael Elgin en el primer combate de escaleras de NJPW, pero después ganaría el G1 Climax 26 para convertirse en el primer extranjero en lograrlo. El año pintaba genial para el canadiense, quien poco a poco estaba dejando el sobrenombre de “The Cleaner” para ganarse el de “Best Bout Machine”. ¿La siguiente parada? Wrestle Kingdom 11. ¿Objetivo? derrotar a Kazuchika Okada para proclamarse campeón peso pesado IWGP. A partir de aquí, todo es historia, una que contiene la que es posiblemente la mejor saga de combates de todo el deporte y que resumo lo ocurrido durante ese año y medio en este post. Un periodo que supuso el de mayor éxito del Bullet Club: cosecharon chorrocientos éxitos alrededor de todo el mundo y se establecieron como la facción mas grande del pro wrestling moderno y en icono de la cultura popular. Su merch arrasaba, siempre era lo mas vendido, y estar dentro de este club significaba que tu carrera podría llegar a ser grandiosa. Pero, de manera curiosa y sumamente irónica, la etapa de Omega y The ELITE fue la de más éxito y, también, el principio del fin. Las guerras internas por el poder empezaban.

Cody Rhodes llegaba a NJPW como “The American Nightmare” y el Bullet Club le acogió cual miembro más. Justo a la par en la que tanto Cody como el resto obtenían distintos éxitos en forma de correas, The ELITE pasaba de ser una alianza de solo tres miembros a abarcar la gran mayoría del club. Marty Scurll, Hangman Page y el propio Cody se sumaban a este grupo, pero este ultimo tenia otros planes. Omega perdía su campeonato estadounidense y la tensión saltaba, los hermanos Jackson y el resto de The ELITE abandonaban a Omega por distintos malentendidos, malentendidos propulsados por Cody, quien remató este gran trabajo apuñalando por la espalda a Kenny. Esto era una guerra entre Cody y Omega, contando este ultimo con el apoyo de su viejo amigo Kota Ibushi. Aun así, todo esto llegó a su fin, The ELITE se reagruparon y tanto Cody como Omega enterraron el hacha de guerra para enfrentarse a un nuevo enemigo: Guerrillas Of Destiny. Cansados por ver como el club pasaba a ser algo secundario frente a The ELITE, los dos hermanos junto al resto del grupo y nuevos miembros, se tomaron la libertad de reivindicar el Bullet Club como suyo. Ante este panorama, se firmó la marcha de The ELITE primero del Bullet Club y luego de NJPW al fundar la nueva compañía llamada All Elite Wrestling, la facción necesitaría por tercera vez un nuevo líder. Y así lo obtuvo en el mes de octubre de 2018.


THE SWITCHBLADE ERA

El año era 2018, y un joven Young Lion volvía a NJPW para intentar establecerse como el nuevo gaijin top de la compañía. El australiano Jay White llegaba, y a pesar de fallar en su primer combate, una lucha contra Tanahashi en el Tokyo Dome, poco después encontró éxito y amigos en forma del campeonato estadounidense y uniéndose a CHAOS. Pero esto duraría poco, después de perder el titulo contra Juice Robinson y participar en su primer G1 Climax, Switchblade traicionó a Okada y consiguió que Gedo abandonara el lado del Rainmaker para convertirse en su manager. Poco después, el 8 de octubre en King Of Pro Wrestling, Jay White se revelaba como nuevo líder del Bullet Club al ayudar tanto Tama Tonga como el resto a atacar a Kazuchika Okada. Una nueva era empezaba, la “Switchblade Era”.

Los años siguientes seguirían la misma tónica, nuevos miembros como KENTA o Robbie Eagles llegaban, más y más títulos, etc. Pero se empezaba a notar algo, que el Bullet Club ya no era lo de antes, estaba desgastándose. Y a pesar de que fueron unos años increíblemente exitosos para Jay White, quien se convirtió en uno de los mejores pro wrestlers a nivel mundial, el Bullet Club acabó hundiéndose poco a poco. Ya no quedaba esa rebeldía e insurrección que Prince Devitt instauró y que fue insignia durante años, ahora solo eran unos malotes usando truquitos sucios, unos villanos más, poco quedaba del antiguo Bullet Club. ¿Y quien fue el culpable? No es tan fácil como señalar a alguien, pero seguro que dos nombres ayudaron en esto: Covid y EVIL.

La pandemia del coronavirus pegaba en 2020, y todos sus países cerraban sus puertas. Pocos luchadores extranjeros se quedaron en Japón para ayudar a una NJPW mermada en talento y con shows sin público. Era el año de Naito, quien se proclamaba campeón doble al ganar tanto el título intercontinental como el peso pesado y necesitaba un villano de calibre, pero no lo había porque Jay White estaba fuera de Japón, así que quien mejor que un nuevo miembro del club como EVIL. Si como lo oís, EVIL traicionó a su compañero de LIJ justo la noche donde se proclamaba ganador de la New Japan Cup. Una rivalidad que tuvo dos cambios de campeón entre ambos en los meses de julio y agosto. Esta situación se prolongo durante meses hasta el regreso de White, pero el daño estaba hecho. Así que reformulo la pregunta, ¿quién es el culpable? Una mezcla de muchísimos factores: una triste y patética presentación y participación de EVIL como líder temporal del Bullet Club, un Jay White que se volvió mas grande y relevante que el grupo y una pandemia de la que el Bullet Club no supo recuperarse. Ya en 2021 se veía que esta facción era una colección de tipos malos de distinto tipo, un logo en una camiseta para que nuevas caras o gente sin carisma tuviera algo a lo que agarrarse, una sombra de lo que fue en un pasado más glorioso.


A día de hoy, el Bullet Club tiene pinta de tener un futuro poco alentador, sin un líder claro y fichando a David Finlay con la intención de rellenar el vacío de King Switch tras su marcha a AEW, una tarea casi imposible de conseguir porque White es uno de los mas grandes de la historia reciente de New Japan. Superados por United Empire como la facción gaijin numero uno y desperdigados en minigrupos por todo el mundo sin una seña de identidad salvo la calavera y las armas que forman su logo, pinta feo para ellos. Nadie sabe a donde llegará esto, si seguirán el mismo camino de fragmentarse hasta la irrelevancia y desaparición que siguió NWO o remontarán, pero algo está claro, que el Bullet Club tiene una historia legendaria e imborrable dentro del pro wrestling.

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