La mayor decepción de la saga Call Of Duty

El año es 2013. El año de los aclamados Far Cry 3 y Grand Theft Auto 5, Diablo sacaba su tercera entrega, y en el top de las ventas se encontraban en una pelea encarnizada Activision y Electronic Arts. En el año anterior la primera tenía Black Ops II en el mercado, uno de los tres mejores juegos de toda la franquicia y, posiblemente, el multijugador más entretenido y dinámico de toda esta. Por parte de EA se encontraba Battlefield 3, posiblemente considerado uno de los mejores FPS de todos los tiempos, un multijugador brillante en tantos aspectos como mapas, armas y combates tanto en vehículos como de infantería. Era una de las mejores épocas para los shooters multijugador, un encarnizado duelo que daba unos juegos de gran altura. El año es 2013, año donde se presenta y se ponen a la venta la nueva generación de consolas, Sony anuncia su PS5 y Microsoft su Xbox One, y con esto todas las grandes compañías lanzan títulos de sus sagas y anuncian nuevas IPs para entrar fuertes a esta generación. En este año, el duelo encarnizado se diferenció, Activision continuaría su costumbre de sacar su entrega de manera anual mientras que EA volvía a la carga con la continuación de su anterior título tras dos años de la salida de este, un juego amado por la comunidad por su gran calidad, Battlefield 4. Activision saca este año al mercado su próximo Call Of Duty, desarrollado por Infinity Ward, creadores de la mítica saga Modern Warfare, en el que es considerado uno de los mayores batacazos de la compañía. ¿Pero por qué un juego que parecía que iba a ir tan bien acabó funcionando tan mal? Hoy hablaremos del gran fracaso de Call Of Duty: Ghosts y por qué fue la mayor decepción de la historia de la saga.


El juego se anunció en mayo del mismo año, un juego que, sin saber mucho de que iba a ser, llamó la atención. La nueva entrega se llamaba igual que el mítico y amado personaje del Modern Warfare 2, y todo el secretismo, misticismo y el toque sombrío que tenían los trailers llamaban mucho la atención. Por primera vez en mucho tiempo, la saga de shooters se alejaba del festival de explosiones que supuso el MW3 y del juego colorido y frenético que fue BO2, Ghosts era sombrío, oscuro. Esta nueva entrega nos situaba en un futuro cercano donde EEUU se encuentra destrozada al borde del colapso debido a que La Federación, una coalición de países latinoamericanos, intenta acabar con la hegemonía de los norteamericanos. Manejamos a Logan Walker, hijo del alto rango militar Elias Walker, y hermano de David "Hesh" Walker, que empezarán la andadura en el juego como simples soldados del ejército americano para después unirse a los Ghosts, el escuadrón de élite dirigido por su padre, con el objetivo de acabar con un alto rango de la Federación, Rorke, un exmiembro de esta patrulla. La historia toca los tintes tradicionales de "americanos buenos" y "el resto malo", pero lo hacen de una manera distinta. El juego en todo momento, a través de sus misiones y escenarios, te presenta constantemente la realidad en la que estás envuelto, no estás viviendo un cataclismo, estás viviendo las consecuencias de uno. La campaña transcurre en un momento donde a USA quieren darle el golpe de gracia y esta está contestando con todo lo que tienen en un intento por sobrevivir en una historia algo más sombría que lo que estábamos acostumbrado. Una historia presentada por situaciones de héroe de acción como nos tenía acostumbrado Modern Warfare pero con momentos mucho más crudos, duros y que sientan como un buen revés. Una campaña acabada con un despliegue final digno de peli de acción noventera con un final que está lejos de lo normal en un juego de este estilo, un final agridulce y muy poco ortodoxo pero que hace que el juego cierre de una manera sublime y con ganas de saber que pasaba en una futura entrega.

La campaña fue, para lo que es un juego de disparos, muy buena en cuanto a trama, con alguna misión distinta pero con toques claros de Infinity Ward como fue la misión de sigilo "Cazados". Uno de los motivos por los que queda claro que esta desarrolladora se le dan bastante bien hacer campañas para shooters. Eso muy bien, pero quien se compra un Call Of Duty para jugar la campaña, me da que nadie, se gastan 60-70$ para jugar al multijugador, y todas esas cosas que nos dieron hype, esa campaña más adulta, ese estilo más oscuro y sombrío, todos esos detalles se fueron al carajo, una receta para el éxito más que increíble cocinada por alguien que no sabe diferenciar una sartén de un cazo. Lo tenían todo para hacer un multijugador bueno, y simplemente fallaron en ejecutarlo. Un multijugador que la gente simplemente no soportaba porque era la combinación perfecta entre "más de lo mismo" y "novedades", mezcla para mal, porque Infinity Ward hizo un multijugador con todas esas cosas que estábamos hartos de ver una y otra vez mas una combinación de novedades que nadie pedía y que a nadie le gustó.

El juego seguía siendo el mismo gráficamente que el Modern Warfare original, presentado en 2007. Un juego que debería de haber dado un salto en calidad gráfica o, al menos, en cuanto a mecánicas seguía siendo lo mismo. Solo una cosa distinta que gustó y se quedó, dos mecánicas de movimiento, el saltar por encima de objetos sin necesidad de bajar el arma y cambiar el famoso "dolphin dive" por un deslizamiento donde podrías seguir usando el arma. Dos cosas que se quedaron y que fueron buenas decisiones, pero es que fueron las dos únicas buenas cosas que trajo el juego. Novedades como un cambio en los mapas que no gustaron nada, pasar de los tradicionales tres carriles a mapas increíblemente enormes con muchos recovecos hacían que las partidas fueran muchísimo más lentas, que muchas veces acabaran antes por límite de tiempo que por puntos. Un sistema de ventajas que parecía absurdo y que nadie pidió que se cambiara, ese sistema "Pick 10" tan perfecto implementado en Black Ops II fue mandado a la basura. Un sistema de personalización de personajes pedido que simplemente era una versión muy light de lo esperado y un gunplay increíblemente horrendo que hacía que campear fuera la única opción lógica si querías conseguir rachas. Cualquier intento de jugar a este multijugador eran muchas partidas de rabia y muy pocas de felicidad, un multijugador muy duro si lo que buscabas era divertirte.

Ghosts pasó a la historia como uno de los peores Call Of Duty jamás creados, si no es considerado el peor. Un juego increíblemente odiado que solo es superado por Infinite Warfare, una entrega que sufrió un destino similar y a la vez radicalmente distinto, pero eso es otra historia que comentaremos más adelante. Un juego con una intrahistoria y un trasfondo únicos e inmejorables, un juego que en tono e historia era una idea brillante ejecutada muy bien en su modo campaña pero con un multijugador horrendo que no acompañaba a la calidad de su modo un jugador. Nunca sabremos que hubiera sido de un Ghosts 2, un juego que podría haber atado muchos cabos que había dejado esta entrega, una trilogía increíblemente bien planteada y que fue borrada de la existencia por el rotundo fiasco de su primera entrega, algo que derivó en que Infinity Ward siguiera un rumbo de desolación y juegos muy poco queridos, que luego derivó en un resurgir del fénix con el reboot de Modern Warfare. Esta es la historia de Ghosts, el mayor "quiero y no puedo" de la franquicia, la mayor decepción de la saga.

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